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Renault 5 TS vs Seat Sport 1200

 

 

El automovilista español que desea un coche de matiz simultáneamente deportivo y personal, tiene muy poco donde elegir. Desapareció el 124 Sport, máximo exponente de este tipo de coche. Desapareció el Mini-Cooper, que podía entrar en esta categoría, dada su buena presentación. Han desaparecido incluso los FU -a la espera de que salga una nueva versión- aunque les faltaba ese toque de tipo diferenciador, si bien prestaciones eran muy brillantes. Nos queda el Alpine 1300, pero su limitadísimo cupo de producción le quita importancia comercial; eso, admitiendo que su confort pueda admitirse como aceptable para incluirlo en una clasificación que, si bien precisa necesariamente de un alto nivel de prestación, tampoco puede prescindir del confort dentro de un nivel aceptable.

 

Dos posibles candidatos más: el R8-TS y el inminente Simca “Rallye”. De entrada, sus prestaciones están justamente en el umbral inferior de lo que puede admitirse como aceptable; pero podrían pasar, de ser aceptable lo demás. Pero no lo es. El TS ofrece una presentación muy digna, sin detalles superfluos de lujo, pero su comportamiento rutero, tal como sale de fábrica, no permite muchas confianzas. Es un coche abocado a la preparación “tipo Copa” si se le quiere sacar partido. Y no es de un coche para competición de lo que hablamos. En cuanto al Simca, si bien su comportamiento si general promete ser algo mejor, resulta demasiado llamativo por fuera, y demasiado espartano por dentro pera ser admisible. En ambos casos, se trata de carrocerías de cuatro puertas con implantación general “todo atrás”, y tanto unas como otra están francamente superadas. Resumiendo: la elección razonable para este posible cliente, hoy por hoy, se centra exclusivamente entre dos modelos: el Renault 5-TS y el Seat 1200-Sport, aparecidos uno tras otro, con un muy corto intervalo de tiempo entre ambos. Se trata de vehículos muy cortos (3,5 y 3,67 metros de longitud) de tracción delantera, con dos puertas laterales, cilindrada similar (1.300 y 1.200 c.c.) y equipamiento general muy cuidado, e incluso lujoso. Es decir, dos vehículos que cumplen perfectamente el papel de “polivalentes de lujo”, puesto que se desenvuelven perfectamente en tráfico urbano, gracias a su tamaño, y en carretera ofrecen una prestación perfectamente comparable, e incluso superior, a la de turismos de categoría media/alta, según está estructurado el mercado español. En caso de necesidad, ambos coches ofrecen cuatro plazas, aunque para viaje largo, la capacidad del maletero los condicione más bien como coches de dos plazas, como si de auténticos “Gran Turismo”, en el más puro sentido del término, se tratase.


 

LAS DIFERENCIAS

 

 

 

Hasta ahora hemos hablado de similitudes. Pero lo que al potencial comprador le interesa, sobre todo, son las diferencias. Porque a pesar de ese refrán de que “todas las comparaciones son odiosas”, la realidad es que en la mayoría de los casos nuestra mente funciona a base de establecer comparaciones, y muy pocas veces en función de valores absolutos e inmutables. Así pues, lo primero que se aprecia como diferencia es el precio. El Seat es notablemente más caro. Para ser exactos, 71.700 pesetas más comprando al contado, o bien, 80.500 pesetas comprando a 24 plazos. Como es lógico, este precio debe tener alguna explicación, o al menos, justificación. La hay, al menos parcial. Y es que el 1200 Sport posee una carrocería absolutamente original, no exenta de indudable atractivo estético, si bien comparte las cotas fundamentales e implantación general del modesto 127. En cambio, el 5-TS es ni más ni menos que un R-5, si bien llevado al límite máximo de detalles y acabado. Aunque no conviene olvidar, para que esto no suene a desprecio, que el R-5 es, posiblemente, el coche pequeño que mayor impacto ha causado en toda Europa en cuanto a línea, en los últimos años. Pero, de todos modos, hay que tener en cuenta que en esta categoría de coches de que hablamos, el aspecto de “exclusividad” también cuenta, al margen de las virtudes intrínsecas de cada vehículo, y forzoso es concederle un margen de ventaja al 1200-Sport. El problema es traducir esta valoración, de tipo sicológico, a pesetas contantes y sonantes, para deducir si la diferencia está justificada o no. Mientras decidimos sobre el tema, bueno será ir viendo el resto de las posibles comparaciones: A tal fin, y para evitar ser prolijos, hemos elaborado unos cuadros que nos evitarán el excesivo fárrago en el texto. Por lo que respecta a consumo, ambos coches están bastante igualados, si bien con ventaja para el 5-TS, que es verdaderamente excepcional. No obstante, los compradores de este tipo de coche se supone que tienen la suficiente fluidez económica como para no preocuparse demasiado por una diferencia de algo más de un litro en ciudad, o un tercio de litro en carretera. Pero, puestos a comparar, al César lo que es del César.

 

Esta ventaja en consumo se vuelve en contra del 5-TS cuando llegamos a las prestaciones. Tanto en velocidad como en aceleración pura, el Seat resulta claramente superior; por el contrario, en recuperación desde bajo régimen, es el Renault el que marca puntos con claridad.


MECANICA: LAGUNAS IMPORTANTES  

 

 

La clave de estos comportamientos extraños reside en que ambos coches llevan a cuestas su correspondiente cruz, en cuanto a su mecánica. El Seat tiene un solo problema, pero de importancia: su carburación no está resuelta; ni bien, ni mal. El coche es muy económico por debajo de 4.500 r. p. m., pero tampoco admite que se le pise a fondo hasta llegar a ese régimen; y por debajo de 2.500 r.p.m., ni siquiera funciona «redondo». Por lo demás, su transmisión está mucho más racionalmente estudiada, en cuanto a desarrollos y escalonamiento de las marchas, y permite sacarle mayor partido al rendimiento del motor, que tiene menor cilindrada que el Renault. Por su parte, el 5-TS tiene dos problemas: su sistema de escape y los desarrollos de transmisión. La carburación está afinadísima, incluso hasta el límite de haber dejado la inyección tan justa que se nota un pequeño fallo al meter el segundo cuerpo. Por el contrario, el escape mata de forma importante el rendimiento, hasta el punto de que, a pesar de tener casi cien centímetros cúbicos más, y compresión más alta, le confiere al coche una aceleración más floja, para un peso absolutamente igual. Y en cuanto a los desarrollos, ofrece una cuarta absurdamente larga, incompatible con un rendimiento brillante, si bien puede ser beneficiosa de cara al consumo. Problema que se agrava por el excesivo salto que existe entre ella y la tercera.

 

Puestos a condensar de algún modo, podemos decir que el 1200-Sport ofrece una prestación más brillante sí se utiliza un sistema de conducción relativamente deportivo, mientras que el 5-TS tiene una mayor suavidad y agrado de utilización en plan turístico, a la vez que un consumo algo inferior.


 

CONFORT FRENTE A ESTABILIDAD

 

También en el comportamiento rutero hay ciertas diferencias. El TS, con suspensión mucho más blanda y mayor batalla, ofrece un nivel de confort claramente superior, especialmente apreciable cuando se circula por carreteras secundarias. Por el contrario, su balanceo lateral mucho más acusado, unido a una dirección a la vez más pesada y más lenta, le hacen claramente menos eficaz cuando se trata de obtener el máximo rendimiento sobre un trazado virado. Los partidarios del Seat 1200 pueden argumentar que el problema del confort, sobre unas carreteras que, mal que bien, van siendo cada vez mejores, tiene una importancia relativa. Es cierto, pero no lo es menos que la ventaja de estabilidad del 1200 sólo se manifiesta cuando se llega a límites de velocidad en curva que muchos usuarios (los que compran más por la línea que por la prestación) no llegarán a alcanzar nunca. La ventaja de un mayor confort está siempre ahí, mientras que la estabilidad sólo se manifiesta al límite. No obstante, siguiendo con la tónica de dar al César lo que es del César, debe dejarse constancia de este superior comportamiento rutero del 1200 Sport. En cuanto a frenos, se vuelven las tornas. Si bien los del Seat son plenamente eficaces, los del TS lo son tanto o más (tanto por dimensionamiento como por calidad de pastillas), y tienen la ventaja de ir ayudados por un “Master-Vac” de un tarado ejemplar para el peso del coche. A cambio, el Seat ofrece circuitos hidráulicos independientes, que también es un detalle a tener en cuenta.


 

EQUIPO: EL 5-TS, MAS LUJOSO  

 

En cuanto a equipamiento, no vamos a insistir punto por punto, y nos remitimos al cuadro general comparativo. Hecho el balance de pros y contras, forzoso es concluir que el 5-TS lleva un equipamiento superior. Haciendo un cálculo aproximado, podemos decir que tiene un valor claramente superior en más de 10.000 pesetas, al precio de coche puesto en la calle. Realmente, aparte de un tapón con llave para el depósito de combustible, y un par de instrumentos (termómetro y manómetro), es difícil imaginar un detalle razonable que le falte al 5-TS. En cambio, en el Sport se observan lagunas importantes, entre las que destacan la falta de bomba eléctrica para el lavaparabrisas, unos faros inadecuados, la iluminación del cuadro, y la ausencia del cuenta-kilómetros parcial.

 

Un detalle digno de comentar: los asientos. Ninguno de los dos coches lleva unos asientos dignos de un vehículo de aspiraciones mínimamente deportivas. Una primera exigencia: ser suficientemente envolventes, para sujetar el cuerpo en las curvas. Pues no la cumplen. Otra: una banqueta lo bastante larga para permitir apoyar toda la longitud del muslo. Pues tampoco Por lo menos, el respaldo del TS es más anatómico en su diseño cosa que falta en el caso del Sport. Tanto uno como otro podían aprender de sus hermanos mayores, los asientos de dos berlinas burguesas como son el 12-S y el 132.


FRENTE A FRENTE

 

 

 

Visto todo este panorama, llega el momento de la gran decisión. El 1200 Sport ofrece, a los amantes de la auténtica conducción rápida, una prestación superior. El coche acelera más, tiene más punta (aunque esto interesa menos) y se tiene mejor en curva. Teóricamente, permite llegar antes, aunque en carretera abierta, esto resulta muy difícil de explotar a fondo. Eso sí, permite divertirse más, que todo cuenta. Por el contrario, el 5-TS ofrece un confort y un acabado general superior, más detalles de equipo y un consumo algo más discreto. La gran diferencia, como decíamos al principio, está en la carrocería. El 5-TS es, al fin y al cabo, un R-5, mientras que el 1200 Sport es un coche de serie limitada, y sobre todo, no puede ser confundido con un cochecito que vale 100.000 pesetas menos. Y siendo lo que es la vanidad humana, un coche de estos es, en buena parte, el escaparate de una situación económica desahogada.

 

Esperamos que nuestros lectores no serán tan ingenuos como para buscar aquí la solución al dilema. En realidad, no puede darse un a respuesta absoluta, ya que entran en juego factores muy subjetivos. Las dos grandes ventajas del Seat —línea y comportamiento rutero— son dos factores de valoración eminentemente personal; el precio que se esté dispuesto a pagar por ellas, es problema muy íntimo. Una conclusión cierta: por coche vendido, Seat gana bastantes más miles de pesetas que Renault. Otra, no menos cierta: Seat se ha molestado en desarrollar y comer ci alizar un modelo especial, cosa que ningún otro constructor ha hecho (aparte del caso especialísimo del hispano-alemán “Mallorca”). Justo es, por lo tanto, que le saque un mayor beneficio a su riesgo, y a su esfuerzo. ¿Quizá 70.000 pesetas largas son demasiado beneficio? Es posible, pero no es misión nuestra enjuiciarlo; nosotros juzgamos el vehículo. El público, al hacer cola en la lista de espera de ambos coches, es quien sentencia definitivamente. Y todo hace creer que hay público en cantidad para ambos, a pesar de todas las crisis.


POSIBILIDADES DE MEJORA  

 

 

Hasta a hora hemos hablado, como es lógico, de lo que son los coches estrictamente de serie. Pero no hay que olvidar que, en este tipo de vehículos, al comprador no le importa gastarse unos miles de duros adicionales para acabar de personalizarlo, o de acoplarlo a sus particulares gustos de conducción. En el Seat no hay lugar para muchos inventos. Puesto que la transmisión parece estar en l os lím ites de la fiabilidad, todo aumento de potencia (y especialmente de par motor) es desaconsejable; por otra parte, el coche ya tiene una prestación muy satisfactoria. Se le podría acoplar, para el sector de público comodón, un servo-freno. La instalación de un par de faros auxiliares plantea problemas, tanto estéticos como de colocación. Y se podría pensar en que un buen electricista le adapte el mando y la bomba de lavaparabrisas eléctri co de otros modelos Seat. En el caso del 5-TS hay mayor campo para las mejoras -y a hemos hablado del tapón y de la instrumentación. Punto fundamental, sobre todo para los amantes de las prestaciones brillantes: un buen escape. El equipo más sofisticado, como es el “Vimesa”, cuesta insta lado menos de 9.000 pesetas. Con ocho caballos reales de bene ficio, es indudable que ya nos situamos al nivel de prestación del 1200 Sport. Si a todo esto le añadimos una barra estabilizadora más gruesa (2.000 pesetas), tenemos ya un coche que tiene un rendimiento en carretera perfectamente comparable al de su rival. Gasto, hasta el momento: 15.000 pesetas, instalación de todo incluida. El verdadero amante de la mecánica podría ir todavía más adelante: cambiar el piñonaje de la caja de cambios por el del R-5 Normal, lo cual exige cambiar el tren fijo y los piñones de segunda y tercera, ya que primera y cuarta son idénticas. Precio de dicho piñonaje: 3.400 pesetas, al público. Digamos 5.000 pesetas, o poco más, montado. Y llevando las cosas al límite, cambiar los neumáticos, de nuevos, por unos 155/70, que le acortan ligeramente el desarrollo al coche (la cuarta queda en 26,6 kilómetros por hora ), permitiendo al motor man ifesta r su nueva potencia. Diferencia de precio, por unidad: 100 pesetas. Pero como siempre hay que perder, pongamos que se vayan 2.000 pesetas en el cambio de los cinco neumáticos. En total, por menos de 25.000 pesetas, hemos dejado un coche con unas prestaciones totalmente a la altura de su rival, o quizá superiores, y un confort claramente mejor.

 

Sigue quedando en el aire la pregunta clave: ¿cuánto vale llevar una carrocería especial?


· Autor: Arturo Andrés (AUTOPISTA nº 893, 27 de Marzo de 1976)

· Gracias a BrakePad por enviar el reportaje y a Mhruxy por las fotos

 

 
 
   
   

 

 

 

 

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Censo de pruebas del RENAULT 5 TS en la prensa del motor española (11)

 

RENAULT 5 COPA/RENAULT 5 TS

AUTOMOVIL Nº 039 (ABRIL 1981)

RENAULT 5 TS

FORMULA Nº 144 (SEPTIEMBRE 1976)

RENAULT 5 TS

AUTOPISTA Nº 0880 (27-12-75)

RENAULT 5 TS

VELOCIDAD Nº 0952 (8-12-79)

RENAULT 5 TS

MOTOR MUNDIAL Nº 373 (ENERO 1976)

RENAULT 5 TS

VELOCIDAD Nº 0740 (15-11-75)

RENAULT 5 TS francés

VELOCIDAD Nº 0725 (2-08-75)

RENAULT 5 TS Y GTL

AUTOPISTA Nº 1073 (27-10-79)

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RENAULT 5 TS/FORD FIESTA 1.3 SUPER SPORT

MOTOR MUNDIAL Nº 435 (SEPTIEMBRE 1981)

RENAULT 5 TS/SEAT 1200 SPORT

AUTOPISTA Nº 0893 (27-03-76)

RENAULT 5 TSE Y GTL

AUTOPISTA Nº 1320 (3-11-84)

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Comentarios de los lectores: 45
 

 

21. julen 

¿Quién gana?
Sin duda el que pueda permitirse el lujo de encontrar un ejemplar de cada uno en buen estado. En la época mi hermano se compró un 5gtl porque el ts era "muy caro". Era cómodo, potente, muy estable (el motor era central-delantero, ya que iba detrás del eje delantero...) pero sobre todo muy versátil. En eso mi cuñado se compró un 1200 azul. Era... otro mundo: pijo, pijísimo, y muy deportivo; con esa línea y esa minúscula tapa de maletero. Era azul metalizado, precioso. Eso sí; al nacer mi sobrino tuvo que cambiarlo por... un Jeep Comando!! (mi cuñado precursor del pijo de hoy propietario primero de un audi tt y luego de un SUV...)
Hoy en día, felizmente, tengo un 1200sport azul, que funciona bien. Soy un tío feliz.

 

 

22. ponillo 

sin duda, el sport, es en españa un coche mucho mas importante que el r.5 ts. fue el unico seat fabricado unicamente por la seat y no por fiat. ademas su fabricacion se hizo integramente en la fabrica de inducar. ademas su diseño no es de dkw, sino del italiano aldo sessano. y seat no lo compro se la ingenio para que el ingeniero de inducar antonio amat, lo convenciera de participar en el proces que duro desde el 72 hasta el 75 año en que fue presentado.sin duda un grandisimo coche, a pesar de todos los defectos atribuidos a la inesperiencia de seat, en el diseño de coches

 

 

23. WRCcolomina 

lo siento otra vez, :-(

 

 

24. WRCcolomina 

amor, jeje, amor, que me he equivicado.

 

 

25. WRCcolomina 

El añor es ciego, o eso tengo entendido, javi vic.

 

 

26. javi vic 

donde se ponga un r5 ts que se quite el seat 1200 primero por linea i segundo que historia tiene el seat 1200 ninguna en cambio el r5 es un mito en todas sus versiones ha i en el precio esta mas valorado un ts que un 1200 sino busca uno i busca otro no ay color............ un enamorado de de renault

 

 

27. dani 

mi r-5 del 74 B-AH con el que salgo de concentraciones y salidas es de los pocos r-5 de estas caracteristicas que circulan por nuestras carreteras, he estado en concentraciones de clasicos de los 70 y no he visto ningun otro , muchos 600,850, 124 pero r-5 950 ninguno, parece mentira un coche tan cercano en el tiempo y que todos esten en el chatarero o sean parte de lavadoras, es triste pero es asi, el mio lo salve de ese camino y ahora me llena de alegrias, alguna tristeza con la chapa que por mas que se sanea se pudre pero bueno tiene 31 añitos que puedes esperar?.

 

 

28. ANGEL 

Dani, los 1200 de 30 años que aun se conservan seguro que estan mucho mejor que los r5, y eso sin hablar del precio que valen.Sin ir más lejos, este año en retromovil de Madrid vendian uno por 6000€(me parece mucho, pereo es facil encontrarlos por 3-4000€) Dudo mucho que un r5 llegue a costar este precio...Por cierto, yo tengo 2 bocanegra, se nota???

 

 

29. Ramón 

Yo creo que el "bocanegra" (nombre muy moderno, en 1976 no se le llamaba así, sino por su nombre: 1200 Sport) estaba situado en un escalón superior al 5 TS y no sólo por precio. El Renault era simplemente un R5 algo más potente que el habitual GTL y sobre todo mucho más equipado, pero nunca fue considerado una especie de nuevo Mini Cooper como puede parecer. Para eso vino después el Copa. En cambio el Seat sí que era considerado un deportivo y su conexión con el 127 no era tan evidente entonces. Incluso cuando salió el 128 Coupé (mucho más feo que el 1200 Sport) conservó su aura de deportivo. Además tuvo un cierto éxito de ventas en Europa, sobre todo por su línea. Lástima que envejeciera tan mal en los '80, por la corrosión y por la pérdidad de imagen. Ya me hubiera gustado a mí comprar el 1200 Sport en el '79; lo estuve viendo en el concesionario, pero tuve que conformarme...con un R5 TS, (que tampoco estaba mal).

 

 

30. ettore 

Curioso que en el artículo se haga referencia tanto a precios como a consumos sin citar las cifras absolutas en ningún momento (solo hablan de la diferencia entre uno y otro).
Por otro lado seguramente leerían el artículo en los despachos de la seat, ya que el 1430 Sport salió al mercado con varias de las mejoras que proponen (aunque se equivocan en lo de transmisión ya que el 1430 sport salió con 10 CV mas que el 1200 , y las transmisiones aguantan perfectamente el aumento de potencia.
Creo que es importante trasladarse al año del artículo (¿1975 ó 76? según la matrícula y según lo que comentan del 8TS y del Rallye) y recordar que en aquélla época no había otros coches en el mercado, por lo que la comparativa es perfectamente válida).
Por último solo recordar que el bocanegra en un principio fué diseñado para la NSU , que producía vehículos de motor trasero: de allí la "branquias" traseras de netilación que se conservaron en el modelo denitivo de SEAT.Hay que puntualizar que este no fué el primer diseño Español de SEAT. ya que antes estuvo el 133 que igualmente era una carrocería "Española" sobre una mecánica de sobra conocida.

 

 

 

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Comentarios desde pieldetoro

 

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