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Seat 131 Diplomatic
Una vez más, es obligado hablar de la ofensiva SEAT. Ofensiva que por otra parte no ha hecho sino empezar, y a la que tendremos ocasión de referirnos a lo largo de todo el año que acaba también de comenzar. El programa de la marca es suficientemente extenso y atractivo como para que nos ocupemos en número sucesivos de las importantes novedades, destinadas a satisfacer gustos y necesidades de un amplio abanico de usuarios, y que en su momento serán puntualmente presentadas al público.
El compromiso de SEAT para cubrir los segmentos del mercado nacional sigue cumpliendo paso a paso todos los puntos, reflejándose en las estadísticas de ventas que, día a día, denotan la aceptación de sus nuevos vehículos.
Recordamos brevemente la actualización, aumentando su equipamiento y confort que, en fecha muy reciente, experimentaron los Ritmo y los Supermirafiori. Terminando el año, eran los 127 los que experimentaban un cambio importante en su fisonomía, al tiempo que se les dotaba de un nombre propio, Fura, sustituyendo así a los fríos números.
En esta ocasión, les ha tocado el turno a los modelos más alejados entre sí dentro de toda la gama, que han visto aumentadas sus numerosas versiones con dos nuevos hermanos. El más pequeño de la familia, el Panda, contará con la versión MARBELLA y la serie limitada “MONTAÑA”, mientras que el mayor de todos, el 131-2000, dispondrá de un modelo de alto prestigio, denominado DIPLOMATIC. Por esta razón, vamos a ocuparnos de él extensamente.
131 SUPERMIRAFIORI DIPLOMATIC, TOPE EN EL ALTO DE GAMA
Poco podríamos decir, aun en términos de generalidad, sobre una gama tan veterana, extensa, popular y bien conocida de todo automovilista español. Los 131 han cumplido ya sus buenos seis años de existencia y, pese a los múltiples cambios habidos en las posibilidades de elección, su arquitectura está sobradamente arraigada a nuestro mercado.
Muy poco después de que Seat se decidiera a lanzar productos de personalidad propia, perfectamente adaptados a la filosofía del usuario español, y casi coincidiendo con la presentación de la más reciente gama 131, la marca pone a disposición de los clientes un escalón superior: la versión Diplomatic.
Si la gama 131 goza de enorme aceptación como excelente berlina medio-grande, con motores de 1430, 1600 y 2.000 c.c., resultaba evidente que una versión más refinada podría enfrentar al usuario con la gama más completa y bien equipada del mercado. Así viene a ser, con la aparición de un 131 exclusivo, en serie relativamente corta, construido especialmente para aquellos que necesitan gozar simultáneamente de buenas prestaciones y el nivel de equipo y presentación correspondiente a un automóvil de gran prestigio. La gama 131, gana con el Diplomatic el necesario escalón superior, capaz de cerrar por arriba las extensas posibilidades de elección del modelo de base.
CARROCERÍA: SOBRE TODO, DISTINCIÓN
Habiendo sido el coche de gran tamaño más vendido en España durante 1981, detalle apreciable en cualquier calle o carretera del país, el 131 guarda todos, o casi todos sus signos externos para la renovada serie Diplomatic, al igual que para los nuevos Supermirafiori ‘82 en los que está basada esta versión lujosa.
La arquitectura básica permanece plasmada en unas líneas más serenas y equilibradas de gran berlina clásica. Una belleza de diseño que entra por los ojos sin demasiadas sorpresas, pero que, rindiendo culto a una exquisita sobriedad, tiene aceptación.
El Diplomatic, como automóvil pensado para ofrecer lujo, confort y distinción, ofrece por añadidura algunos detalles externos que permiten identificarlo. Renunciando a peculiaridades basadas en recargar innecesariamente la carrocería, Seat ha adoptado al Diplomatic de un finísimo fileteado doble a lo largo de los laterales, tomando el frontal (bifaro, con grupos ópticos redondos y proyectores halógenos) la apariencia sobria y atractiva de la serie 2.500 Diesel Super.
Existe otro tipo de modificaciones que afectan al interior y a la poderosa mecánica del Diplomatic, detalles que se reseñan a continuación.
HABITÁCULO: SU RAZÓN DE SER
Mejorar el nivel de equipamiento y presentación que hoy están ofreciendo los 131, desde la parte más baja de la gama, no podía ser tarea fácil sin exceder los standards y los límites de precio usuales en su segmento de desenvoltura. Más aún, si nos remitimos a los modelos más recientes, cuyas características de habitáculo se encuentran inscritas en la línea ofrecida por los mejores productos europeos, equipados con los detalles más atractivos, el equipo más completo y la terminación más refinada de la gama Seat.
Pese a ofrecer aún mayor nivel de presentación y terminación, además de un conjunto de accesorios exclusivamente reservados a los automóviles de prestigio, el 131 Diplomatic tiene un precio de adquisición inferior a las 800.000 pesetas, lo que le sitúa —y se fabrica en series limitadas— en una posición excepcional de cara al comprador. El valor de la inversión y el elevado precio de recompra se alzan, así como factores adicionales sumamente atractivos para el modelo. El interior gana enormemente gracias a un nuevo y lujoso tapizado, combinado con generosas extensiones de moqueta. El elemento más destacable dentro del equipamiento del Diplomatic es, sin lugar a dudas, el acondicionador de aire montado en serie. A ello hay que añadir un encendedor eléctrico, a disposición de los pasajeros que ocupan las plazas posteriores, y luz de cortesía mediante flexo. Los elementos de confort han sido tratados cuidadosamente, consiguiendo que la nueva versión se distinga por su acabado y lujosa terminación. Como ya es conocido, los asientos traseros disponen de reposacabezas y apoyabrazos central escamoteable en caso de que sean tres las personas que los ocupen.
La visibilidad desde el interior es suficiente, aunque cabe destacar un breve período de adaptación para no dejarse confundir por las siluetas de los reposacabezas de atrás. El habitáculo cuenta con amplios espacios para todas las plazas, común a todos los modelos de la gama.
DOS LITROS BIEN MEDIDOS
Lo primero que debemos destacar, antes de hablar del aspecto técnico del Diplomatic, es su cilindrada. El nuevo propulsor posee una capacidad de 1.995 c.c., a diferencia de los 1.919 c.c. del motor montado anteriormente por Seat a causa de razones fiscales.
Nos encontramos ante un genuino dos litros que proporciona una potencia de 113 CV a 5.600 r.rp.m. y un par máximo de 17 mkg. a 3.600 r.p.m., que habla bien a las claras de su elasticidad y reserva de potencia. Sus prestaciones son elevadas, pudiéndolas calificar de deportivas con el cronómetro en la mano.
La caja de cambios es, naturalmente, de cinco velocidades, lo que permite reducir el consumo considerablemente. Para los amantes de la conducción cómoda, el Diplomatic puede servirse opcionalmente con transmisión automática, fabricada por General Motors. El hecho de poder despreocuparse del trabajo de cambiar de marcha según la situación, permite al conductor prestar una mayor atención a lo que ocurre a su alrededor, con lo que, además de aumentar el confort, también aumenta su seguridad.
Continuando con el apartado de seguridad, el 131 está dotado de un sistema hidráulico de frenos con doble circuito independiente para las ruedas de cada eje. El mando, a pedal, está asistido por un servofreno a depresión, instalado entre ambos circuitos, con un diámetro de cilindro aumentado a siete pulgadas. Un corrector de frenada de nuevo tipo regula la presión del líquido que se envía a las ruedas en función de la carga que soporta.
Para la suspensión del nuevo Diplomatic se ha escogido la misma solución que monta toda la gama. El sistema delantero es tipo McPherson, con ruedas independientes, brazos oscilantes inferiores, montantes telescópicos y barra estabilizadora. La suspensión trasera es igualmente muy robusta, con puente rígido anclado al chasis por cuatro barras, dos oblicuas de reacción y dos longitudinales, completada por una barra transversal, muelles y amortiguadores.
La dirección de cremallera del Diplomatic, que tiene bien merecida fama por su suavidad, capacidad de adaptación a la postura del conductor, por su volante regulable y seguridad pasiva, por estar la barra articulada con juntas cardan, incorpora de serie la servodirección, con lo que se reduce el esfuerzo en las maniobras de aparcamiento. Las vibraciones sobre el volante se han reducido al disminuir el pivotamiento y variar el bombeo de las manguetas.
AL VOLANTE DEL MÁS PODEROSO
El comportamiento del 131 Diplomatic, al igual que el resto de la gama Supermirafiori, es, en líneas generales, bueno. Es un modelo sumamente rápido y estable. Puede mantenerse una velocidad constante de 150 km/h incluso mayor, pues hay motor suficiente para ello, a lo que ayuda la quinta velocidad. En llano, se puede alcanzar su velocidad máxima situada en 180 km/h ., mientras que el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h ., es de 10,5 segundos.
La suspensión proporciona un buen agarre en curvas, con lo que la estabilidad está bastante mejorada, lógicamente, sacrificando algo de suavidad de su marcha, pero qué duda cabe de que el que algo quiere algo le cuesta sin que en ningún momento se vea por ello sacrificado el confort de una berlina de categoría.
Lo uno va por otro, pero si lo que estamos buscando es un turismo rápido y lujoso, el Diplomatic es lo más indicado que se ofrece hoy en el mercado nacional. · Fuente: REVISTA SEAT nº 169 (Febrero 1982)
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