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Fiat Abarth 131
FIAT está metida a fondo en la competición automovilística, a todos los niveles. En el sector de los rallyes, el glorioso Spider 124, que con mucha frecuencia ha sido anunciado como prácticamente abandonado, va a tomar definitivamente su jubilación. Para sustituirle, Fiat ha tomado como base un vehículo muy comercial, con el fin de rentabilizar los gastos publicitarios de la operación.
El clásico 131, que suma prácticamente la mitad de las ventas de Fiat en Europa, ha sido elegido y confiado a Abarth, que es el personaje más representativo hoy en día del departamento de "estudios especiales-competición automomovilistica" del constructor italiano.
Sin llegar a soluciones tan radicales como las del Silhouette con motor V-6, que ganó el pasado Giro de Italia, Abarth ha realizado un buen trabajo.
EN PRIMER LUGAR, LA SUSPENSION
Delante, los conjuntos Mac Pherson descansan ahora sobre una auténtica triangulación transversal (brazos forjados) y la barra antibalanceo (regulable) no trabaja como tirante de reacción.
Detrás ha desaparecido el eje rígido y en su lugar se ha colocado un magnifico puente "suspendido" sobre elementos Mac Pherson, que se empleó ya en el Spider 124 Abarth. Dotado con todos los reglajes (paralelismo, caída, rigidez de la barra antibalanceo), está adaptado, en cuanto a geometría, al montaje de neumáticos muy anchos (los Pirelli P.7. 195/50 VR 15 sobre llantas de aleación Cromadora 7 x 15").
En lo que se refiere al motor, el equipo del ingeniero Lampredi ha realizado auténticas maravillas, y se puede decir que la Fiat tiene, junto con VW, los mejores especialistas en motores del momento. En este caso se trata de un motor de doble árbol de levas en cabeza, ya montado en el Lancia Beta Montecarlo (bloque tipo 132, con una capacidad de dos litros), con 84 mm. de diámetro y una carrera "larga" de 90 mm., lo que determina un cubicaje de 1.995 c. c.
La culata es nueva, con dos válvulas por cilindro, relación de compresión 10:1 y alimentación por un solo carburador Weber de doble cuerpo (tipo 34 ADF). Tratado de esta manera, este motor desarrolla una potencia que oscila entre 140 y 147 CV. DIN a 6.400 r.p.m., pero lo más sorprendente es el par motor, que arroja la excelente cifra de 18 mkg. a un bajo régimen de 3.800 r.p.m., lo que proporciona una excepcional elasticidad en su utilización.
La transmisión, que actúa sobre las ruedas traseras, incluye un cambio de cinco relaciones, y la Fiat ha pensado en ocho relaciones de puente para la homologación (desde 7/43 a 11/40, con un 10/39 en los coches de serie).
La dirección no ha cambiado con una relación de desmultiplicación bastante grande (3,4 vueltas de volante, frente a 2,4 en la versión de carreras).
Los frenos han mejorado, contándose con cuatro discos ventilados y tomas de aire distribuidas en la carrocería para conseguir una refrigeración más eficaz.
La carrocería tiene muchos elementos aligerados (aletas y capots de plástico, cristales laterales y trasero de plexiglás}, siendo remodelada por Bertone, que ha conseguido darle una elegancia extraordinaria (no hay parachoques, pero sí deflectores aerodinámicos bajo la rejilla de radiador, sobre el techo y sobre la tapa del maletero). Es curioso que el peso anunciado para el coche sea de 980 kg. en orden de marcha, cifra que aparentemente resulta muy abultada.
En el interior, con agradable sorpresa, nos encontramos con unos asientos profundos y envolventes, que son incluso mucho mejores que los del 131 de serie. Por otra parte, la versión Abarth se distingue por su buen acabado y un cuadro de instrumentos que resultaría perfecto si tuviese un cuentavueltas más legible y sobre todo si dispusiera de un manómetro de aceite.
IMPRESIONES DE LA PRUEBA
Para la prueba recorrimos algunos kilómetros (pocos) al volante del 131 Abarth, en las pistas de Nardo (cerca de Brindisi), construidas por la SASN (Sociedad de Autopistas Experimentales de Nardo) en colaboración con la Fiat.
En el anillo de 12 kilómetros (que permite circular a 240 km/h. sin tocar el volante) realizamos las mediciones clásicas, con dos personas a bordo. Así, los 400 metros con salida parada se hacían en un tiempo de 28,9 segundos.
Velocidad máxima: 188,7 km/h., lo que, teniendo en cuenta que el viento era desfavorable, representa en realidad ampliamente los 190 km/h. que anuncia el fabricante.
En diferentes recorridos sinuosos (asfalto y tierra batida) hemos comprobado el equilibrio general de este modelo, aunque por el reglaje suave de la barra antibalanceo trasera, el coche tuviese un comportamiento típico demasiado subvirador.
En efecto, lo que más nos ha chocado en este vehículo de competición ha sido su comportamiento civilizado: confort, silencioso funcionamiento y sobre todo la fenomenal elasticidad del motor.
Del 131 Abarth se han construido sólo 400 ejemplares, para su homologación en el grupo 4. Pero en vista del éxito comercial que ha tenido el coche (el "stock" se ha vendido en Italia en tres días, a pesar de un elevado precio de casi ocho millones de liras, sin impuestos), Fiat piensa construir nuevas series, llegando a finales del 77 a una producción de 5.000 ejemplares y, naturalmente, a la homologación en grupo 1 en 1978.
EL 131 ABARTH "CARRERAS"
Con los pilotos Verini y Alen probamos la versión de carreras derivadas del 131 Abarth. El coche, en colores amarillo y azul "Oliofiat", ha experimentado profundas modificaciones:
Motor con una compresión de 10,7:1, alimentado por inyección indirecta Kugelfisher: 215 CV. DIN a 7.000 r.p.m. y 23 mkg. DIN a 5.600 r.p.m.
Elección entre dos cambios (cinco relaciones con engrane lateral) y ocho relaciones de puente.
Vías ensanchadas, con neumáticos 185/70 VR 15 delante y 285/35 VR 15 detrás. Dirección más rápida (2.4 vueltas de volante).
Discos de freno de mayor diámetro.
Este coche sólo está, naturalmente, a disposición de los pilotos de fábrica.
· Fuente: Autopista nº 897, 24 de abril de 1976
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