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Renault 18 Familiar 5v
El anuncio de la próxima comercialización del R-18 Familiar en España se había dado a conocer hace algún tiempo, aunque sin grandes alardes publicitarios. Cuando una marca no tiene apenas problemas para vender sus productos en este momento, no hace falta un gasto adicional en publicidad exhaustiva.
Y el caso es que el R-18 se ha retrasado bastante con relación a sus posibilidades de fabricación. Porque diseñar y fabricar un familiar a partir de la correspondiente berlina no tiene problema alguno. Posiblemente haya sido el marketing de la casa el que haya recomendado la salida del modelo en este momento.
Desde luego, tratándose del segundo familiar de la categoría, bienvenido sea. Nunca puede dejarse en manos de un solo fabricante una cota de mercado determinada. Por parte del resto de fabricantes por no perder imagen, ya que es necesario estar presente en todas y cada una de ellas, y por parte del público, y en su beneficio, por no dejar en manos de un solo fabricante la elección del producto. Producto que entrará en competencia directa con el 131 Supermirafiori Familiar, pero en competencia relativa, puesto que la clientela que gusta de los coches familiares no es demasiado abundante en nuestro país y, además, suele tener un gusto y necesidades muy concretas que reducen bastante sus dudas a la hora de la elección. Hay diferencias entre los dos modelos, que si no demasiado sensibles a simple vista, sí son lo suficientemente amplias como para poder decir que se tienen dos vehículos bien diferentes para elegir.
Como siempre, la difusión de un modelo nuevo es rápida, y la del R- 18 F no podía ser menos. Hoy, presentado el coche hace muy poco, ya se pueden ver muchas unidades en la calle. Nosotros hemos dispuesto de una de ellas, de color azul, para realizar nuestras pruebas, cuyo resultado pasamos a comentar en las siguientes líneas.
No hay duda que la solución adoptada para la transformación de la berlina en familiar es totalmente acertada desde el punto de vista estético. Y eso que siempre procuramos evitar este tipo de juicios. Pero hay casos en los que no debe pasarse por alto, si se desea hacer justicia.
La longitud total se ha incrementado en 8 cm ., mientras que el resto de las dimensiones se ha mantenido en sus cotas de la berlina. Este incremento de longitud ha provocado el del peso, que ahora es de 1.025 kg . en lugar de 940 kg . (en orden de marcha), en ambos supuestos).
La solución de la parte posterior se mantiene dentro de la línea Renault, angulosa y sin aristas vivas. Evidentemente, la inclinación del cristal posterior contribuye favorablemente a la estética, sin embargo, no todo son ventajas, puesto que resta espacio al interior del maletero por la parte superior.
La colocación longitudinal del motor no puede ser criticable por sí misma, pues es tan buena como cualquier otra, pero resta espacio a los ocupantes, al acrecentar el destinado al motor. Se trata, pues, de un coche de dimensiones externas generosas, pero con un volumen interior algo limitado para ellas, sobre todo teniendo en cuenta lo que se diseña hoy día. La anchura interior tampoco se caracteriza por su generosidad, lo que unido a lo anterior y al gran tamaño de los asientos, por otro lado absolutamente perfectos y cómodos, contribuye más a restar espacio útil.
No quiere esto decir que el coche resulte pequeño. Es capaz para cinco pasajeros en los asientos habituales, y para una buena carga, pero con el volumen ocupado se podía haber obtenido más. Con relación al R-18 berlina solamente admite 30 kg . más de carga máxima, situándose ahora en los 450 kg . fa total.
UNA MECANICA PERFECTAMENTE PUESTA A PUNTO
Si Renault se distingue por algo verdaderamente encomiable es por el exquisito cuidado puesto en perfeccionar cada uno de los detalles que pueden hacer agradable un coche a un cliente. Quizá su éxito se debe a eso. Mientras otros fabricantes esperan a que el mercado pida a voces una mejora o modificación, Renault siempre está pensando en ellas. Pero no en las importantes, sobre las que hace lo que el resto, sino sobre las más nimias que parecen no tener demasiada importancia.
Por ejemplo, el funcionamiento del motor es totalmente progresivo, sea cual sea la solicitación que se le haga. Se apriete mucho o poco el pedal, se haga despacio o rápidamente, el motor responde perfectamente, sin saltos ni vacíos. Cuando, después de una semana de tener el R-18 hemos pasado a otros modelos, es cuando mejor hemos notado la diferencia y sentido en lo que vale. El solo hecho de tener que apretar poco el acelerador (con poca fuerza) y de sentir un funcionamiento exento de brusquedades, a lo mejor no se valora independientemente, pero luego resulta que el coche, por eso y por otras cosas, se vende más en la práctica. El público no pide las cosas directamente, sino indirectamente, quitándole su favor a una marca, que no le da lo que debiera.
La mecánica del familiar es idéntica a la del berlina. Como recordatorio diremos que tiene un motor de 1.647 c.c., dirección de cremallera, frenos de disco y la suspensión clásica, amén de caja de cambios de cinco velocidades. La dirección es tan precisa como pueda serlo cualquiera, los frenos cumplen bien su cometido y la suspensión es muy confortable.
El motor, como casi siempre ocurre en Renault, queda algo escaso de potencia respecto a la cilindrada, posiblemente para conseguir esa suavidad de funcionamiento y para asegurarse una emisión de gases contaminantes reducida, a la vez que un consumo recortado. Pero cumple bien porque consigue un equilibrio razonable entre todo lo anterior. Con sus 1.600 c.c., en cualquier caso, tiene potencia más que suficiente para arrastrar el peso máximo de carga, ayudado muy bien por la caja de cambios de cinco marchas, con la que la rumorosidad se reduce más todavía. Realmente el motor tiene un funcionamiento correcto. Y es por esto por lo que distinguiríamos la mecánica de este coche, como la del resto de la marca, porque hacerlo en base a una pretendida robustez, como dice la propaganda, no es tan real.
La dirección también es de una suavidad encomiable. Con un par de autoalineación de las ruedas en su justo punto. No lo elevado que suele ser en los coches con tracción delantera ni tan escaso como en los de posterior. No es necesario hacer gran esfuerzo de volante en ninguna situación, ni siquiera aparcando, mientras que retorna a su posición recta al soltarlo después de una curva. La desmultiplicación correcta para el tipo del coche del que estamos hablando.
En los frenos no hemos notado desfallecimiento alguno Incluso con el coche cargado, que es como lo hemos tenido una buena parte de nuestras pruebas a fin de comprobar su funcionamiento cumpliendo la misión que tiene encomendada, la de llevar carga.
Pero si la dirección y frenos tampoco se distinguen de manera especial, sí lo hace la suspensión, porque el confort de marcha característico de este modelo, en sus dos versiones berlina o familiar, es superior al que le corresponde por su tamaño y peso. Realmente se ha conseguido en este caso un equilibrio perfecto entre agarre y confort. Porque el coche se mantiene bien en carretera, con su carácter subvirador lógico por su reparto de pesos, pero sin ese reforzamiento de suspensión que se deja sentir en otros coches similares que perjudican el confort.
EQUIPO MUY COMPLETO Y RACIONAL
Prácticamente sin concesiones a la galería, salvo en los alzacristales eléctricos. El R-18 Familiar dispone de los mencionados alzacristales eléctricos en las puertas delanteras, de retrovisor regulable desde el interior (manual), de tres barridos de limpiaparabrisas, de lava y limpiaparabrisas posterior, de luneta térmica, de cinturones automáticos, de limpiafaros, de luces de emergencia, de luz de alarma, de cierre electromagnético de puertas, de caja de cambios de cinco marchas, de regulación interior de faros, luces posteriores antiniebla y reloj de cuarzo.
Como puede apreciarse, a poco que se haga un análisis de cada uno de los componentes del equipo, todos ellos son útiles en la práctica. La regulación interior del retrovisor siempre es muy agradable cuando hace frío, y se realiza en pocos segundos, además, al ser mecánica tiene menos posibilidades de rotura. Los limpiaparabrisas son eficaces de verdad, el delantero por abarcar una buena gama de posibilidades y el posterior porque limpia una superficie considerable que se ensucia sin remedio a causa de la aerodinámica de este tipo de modelos, que arrastra el barro hacia el cristal de atrás. La luneta térmica es obligada en nuestros días. Los cinturones automáticos nos gustan menos que los fijos, pero hay que reconocer que son más cómodos y se han impuesto por mayoría.
Los limpiafaros no hemos podido probarlos por no presentarse la ocasión, pero son útiles para quien ha de conducir mucho en invierno por carretera. El resto de las cosas también pueden considerarse como favorables. Unicamente hay que habituarse a una cosa cuando se coge este coche: a cerrar los cristales antes de quitar el contacto.
Sólo echamos de menos la presencia de cuentarrevoluciones y de aviso de insuficiencia de gasolina. Renault no valora suficientemente al primero, mientras que con la gruesa referencia en el cero del reloj salva el espía de aviso que normalmente llevan otros coches. También hay un olvido imperdonable: se trata del tapón de gasolina sin llave. Hoy día no debería salir ningún coche a la calle sin llave en el tapón.
CUIDADO CON EL ACABADO
Cuando un coche se entrega a la prensa para la realización de pruebas suele revisarse a fondo antes de hacerlo a fin de que pueda dar la mejor imagen de su serie. Pues bien, la unidad prestada en esta ocasión adolecía de ciertos defectos de acabado que es la primera vez que podemos mencionar en un Renault. El portón posterior no cerraba bien, la puerta posterior derecha tampoco, siendo necesario salir fuera del coche para empujarla fuertemente, y la tapa de la guantera dejaba ver la luz interior por la noche al no actuar el interruptor debidamente. Parece como si este coche no hubiera sufrido la revisión normal, porque con 1 .800 km . solamente no pueden haber salido estos defectos.
EN MARCHA: UN COCHE CAPAZ, PARA HACER MUCHOS KILOMETROS
Capaz por la distribución y tamaño de su interior, en el que pueden transportarse cinco pasajeros y toda su impedimenta, o bien un número menor con mucha más carga, abatiendo el asiento posterior.
Con la autonomía que le da su enorme depósito de gasolina y el bajo consumo, es un coche que puede hacer largos trayectos sin detenerse a repostar. Ello es perfectamente factible gracias al confort y suavidad de marcha que, junto con la suspensión, proporcionan el máximo placer en la conducción y el mínimo cansancio.
Con tiempo frío basta pisar el acelerador antes de poner el coche en marcha para que el dispositivo de arranque automático se regule por sí mismo según la temperatura exterior. Después arrancará al primer toque de la llave, salvo si hace mucho frío, en cuyo caso hemos debido hacer dos intentos. La introducción de las velocidades requiere vencer un pequeño esfuerzo, pero el acelerador y los frenos son de acción inmediata, gradual y no exigen esfuerzo alguno.
Peca, como casi todos los Renault, de una relativa escasez de nervio para la cilindrada y potencia motriz, pero la recuperación es suficiente, como también la velocidad punta, por lo que no podemos quejamos en este caso, sobre todo al tratarse de un familiar, que por principio no pretende demostrar unas posibilidades fuera de lo común.
Gracias a su motor, a su caja de cambios, a la bondad de la suspensión y a la suavidad de funcionamiento de todos sus mandos, con este modelo se puede salir a la carretera sin limitarse el kilometraje a priori. Es un coche perfecto para transportar carga, lejos, cómodamente y a un costo relativamente reducido.
LOS RIVALES
El más reciente de los familiares fabricados en España y también el de mayor nivel. Presenta do en este otoño pasado, aprovecha la caja de cambios de 5 velocidades que desde entonces incorporan las berlinas R-18, y hereda el tradicional confort y comodidad de su homónimo.
Motor: 4 cilindros. Cilindrada: 1.647 c.c. Potencia: 79/5.500. Par: 12,5/3.000. Compresión: 9,3:1. Suspen. del.: ruedas independientes. Suspen. tras.: eje rígido. Caja de cambios: 5 marchas. Dirección: de cremallera. Frenos: disco/tambor. Neumáticos: 155 SR 13. Velocidad: 163. Consumo a 90: 6,4.
En la actualidad y desde la remodelación de octubre, es el único familiar de FASA Renault, que sustituye a loS TL y TS. Con el motor 1.400 del TS berlina, pero con la compresión baja para utilización de gasolina normal Las demás características técnicas no se han modificado.
Motor: 4 cilindros. Cilindrada: 1.397 c.c. Potencia: 60/5.000. Par: 10,3/3.000. Compresión: 8,3:1. Suspen. del.: ruedas independientes. Suspen. tras.: eje rígido. Caja de cambios: 4 marchas. Dirección: de cremallera. Frenos: disco/tambor. Neumáticos: 155 SR 13. Velocidad: 140. Consumo a 90: 6,9.
Existe también en versión con motor 1.300, denominado Break Club. Verdaderamente en un coche cuya berlina tiene ya cinco puertas, parecería que sobra la versión familiar, cuya mayor capacidad sólo aumenta en unos pocos litros y sin embargo perjudica notablemente la estética e incluso la aerodinámica.
Motor: 4 cilindros. Cilindrada: 1.129 c.c. Potencia: 56/5.750. Par: 8,1/3.500. Compresión: 9:1. Suspen. del.: hydroneumática. Suspen. tras.: hydroneumática. Caja de cambios: 4 marchas (op. 5 marchas). Dirección: de cremallera. Frenos: disco/disco. Neumáticos: 145 SR 15. Velocidad: 150. Consumo a 90: 6,4.
Más barato que el Supermirafiori, el CL se ofrece con motor de 1.430 o de 1.600 c.c. Es en la actualidad la única opción familiar que ofrece Seat y también el único con tracción trasera, lo que le confiere ciertas cualidades para el arrastre de caravanas.
Motor: 4 cilindros. Cilindrada: 1.592 c.c. Potencia: 95/6.000. Par: 13,2/4.000. Compresión: 8,9:1. Suspen. del.: ruedas independientes. Suspen. tras.: eje rígido. Dirección: de cremallera. Caja de cambios: 5 marchas. Frenos: disco/tambor. Neumáticos: 165 SR 13. Velocidad: 165. Consumo a 90: 9.
Indudablemente un modelo superado tanto por la competencia como, sobre todo, por su hermano Horizon, que sin que aparezca en versión familiar, ofrece también un portón posterior. Su magnífica relación precio-calidad le hace sin embargo estar presente en el abanico de ofertas actual.
Motor: 4 cilindros. Cilindrada: 1.294 c.c. Potencia: 62/5.800. Par: 9,8/3.000. Compresión: 8,8:1. Suspen. del.: ruedas independientes. Suspen. tras.: ruedas independientes. Caja de cambios: 4 marchas. Dirección: de cremallera. Neumáticos: 155 SR 13. Velocidad: 145. Consumo a 90: 78. · Fuente: AUTOMECANICA nº 130 (Enero 1981)
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