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Simca 1.000 GT
Ante el gran atractivo que para Crysler-Española ofrecía el recién abierto mercado de los coches de serie de tendencia pseudodeportiva, partiendo de la sacrificada carrocería y chasis del Simca 1.000, se decidió crear una berlina con características y virtudes propias para poder rivalizar con el modelo en más directa competencia del momento: el R-8 TS.
Para empezar, se montó en la berlína 1.000, nada menos que el motor del Simca 1.200; y en cuanto a la suspensión, ésta fue revisada y reforzada, y el interior dotado de unos cuantos detalles que denotan la vocación deportiva del modelo. Con ello, y a pesar de no haberse aún iniciado en la competición dado lo temprano de su salida al mercado, vemos como en España ha llegado al campo de los coches pequeños de grandes prestaciones; nada menos que el tercero en discordia, después del "mini" y el TS: el Simca 1.000 GT. En este campo el nuevo producto de Crysier-Española no va a encontrar un terreno abonado y fácil, sino que por lo selecto de la clientela a la que va dirigido y lo cerrado de la competencia, tendrá que ganarse sus adictos a pulso, puesto que el que conoce exige y a éste no se le puede dar gato por liebre, ni deslumbrarlo con detalles más o menos aparentes, sino que hay que convencerlo.
INSPECCIÓN A COCHE PARADO
Lo primero que nos llama la atención del Simca 1.000 GT es la bonita, aunque escasa, gama de colores en que se ofrece al público. En segundo lugar, nos fijamos en el tablero de a bordo que es de los más completos que se fabrican en España, si bien para nuestro gusto los relojes, y en particular el del cuenta vueltas, son demasiado pequeños. El volante de madera hará las delicias de muchos mientras que otros lo notarán un poco resbaladizo, y nosotros lo encontramos bien, aunque no nos gusta el cromado del volante puesto que nos refleja muy a menudo el sol en los ojos.
La capacidad del coche es la misma que en sus antecesores, pero los asientos han sido rediseñados y los delanteros, además de no ser anatómicos y con reposacabezas, hacen muy difícil la sujeción del conductor cuando éste circula en una carretera de curvas a gran velocidad. El Simca 1.000 GT lleva en la parte delantera dos faros de larga distancia blancos, cuyo enfoque tiene que ser constante, y el peligro que corren en las diversas maniobras de aparcamiento es inimaginable. Un detalle que no podemos pasar por alto, aunque así lo hayan hecho los técnicos de Crysler-Española, es el ángulo muerto de visión que en la ventanilla izquierda forman la pequeña y por muchos odiada ventanilla triangular lateral y el espejo retrovisor suplementario, que junto con el marco de la cítada ventanita nos impide la visión hacia la izquierda, con las consabidas molestias y fastidio, principalmente en las carreteras viradas. En general el coche es vistoso y su precio también; puesto que para ponerse en igualdad de condiciones con el R-8 TS, se le ha copiado una de las cosas más desagradables de éste: el precio.
RENDIMIENTO
El motor del Simca 1.000 GT es, tal como hemos indicado al principio de este artículo, ni más ni menos el del Simca 1.200, al cual se le han aumentado los pasos, de carburación, con lo que se ha conseguido una potencia de 61 CV DIN, o sea algo más que el TS, y esto no ha sido por casualidad sino porque en Crysier-Española se estuvo estudiando con detenimiento las características del R-8 para poner a punto el 1.000 GT en un tono superior a éste. La robustez mecánica del conjunto es muy grande, y nosotros aplaudimos la medida de que en vez de apretar un modelo ya en venta poner un motor de un coche de serie de mayor cilindrada, cosa de moda en Europa y sobre todo en Alemania.
Un detalle que nos ha llamado la atención ha sido el gran rumor de los escapes así como su diseño que sin duda son los colectores mejor estudiados del mercado nacional, teniendo, sin embargo, un punto débil en el enlace de los colectores con la marmita de escape. La aparición de este modelo llevará a muchos a intentar iniciarse con él en la competición, y si Crysler-Española hace como su hermana francesa y crea un challenge para ayudar a los pilotos que corran con esta marca, el Simca 1.000 GT estamos seguros que será un buen coche de promoción y serán muchos los usuarios. VELOCIDADES
El Simca 1.000 GT no es el coche más rápido del mercado español; sin embargo, está dentro de una reducida categoría de vehículos que por su estabilidad remarcable y su gran aceleración, aun no teniendo una gran velocidad punta, son los más aptos para lograr unas altas velocidades de crucero. Si bien la velocidad punta del Simca 1.000 GT logra los 142 Km/hora, pues sus aceleraciones son las más notables para nosotros, y tanto en ciudad como en montaña ésta se denota como de una gran elasticidad.
TRANSMISIÓN
Tiene el Simca 1.000 GT una caja de cambios muy precisa así como rápida. El embrague, punto habitualmente flaco en este tipo de vehículos, en los que se intenta aprovechar el mayor número de piezas de serie posible sin a veces tener en cuenta el aumento de potencia al que se han visto sometidos, es de lo más notable y de un agradable sincronismo. En particular, la marcha atrás, de tan difícil hallazgo en algunos modelos, entra en éste al primer intento.
Las cuatro marchas dan la sensación de estar muy cerradas y en particular la tercera es muy agradable por subir hasta muy altos regímenes, pero deja a la cuarta un poco descolgada y con una gran pérdida de vueltas al cambiar, por lo que en montaña el conductor acaba pura, y simplemente prescindiendo de ella con gran perjuicio del consumo. La colocación de la palanca de cambios está a nuestro gusto un poco retirada, y el pomo imitación cuero con el que va adornado se sale a menudo con grandes molestias para el que se le ha salido, que en según que momento puede ponerle en una situación delicada si se le sale el pomo en una curva cerrada en la que es preciso un cambio.
SUSPENSIÓN
Es éste un punto perfectible en los Simca 1.000 GT en las series de curvas y contracurvas, aparte de un notable desplazamiento trasero notamos como el tren anterior tiende, al mínimo desnivel del terreno, a levantarse del suelo. Esto sin duda se debe a un reglaje muy duro de las barras estabilizadoras, pero dada la mala repartición de pesos en favor del conjunto trasero motor, caja de cambios, la parte delantera se resiente notablemente. En cuanto al confort de la suspensión ésta es mejorable, pero dadas las características de berlina deportiva del Simca 1.000 GT, los amortiguadores, para record, tienen que ir reglados bastante duros para aumentar la adherencia del coche. Aun así, la suspensión absorbe bastante bien los desniveles y baches de las carreteras y en los adoquinados se muestra parcialmente eficaz.
En marcha normal por carreteras en estado de piso normal pero no "redias", el coche al coger un bache no lo acusa sólo por el lado que lo ha recibido, sino que experimenta un ligero cabezeo que a veces si la carretera es muy ondulada se convierte en una especie de nave, pero sucede esto cuando los amortiguadores pierden algunas de sus propiedades o con la vejez de éstos, que a nosotros se nos han mostrado como muy eficaces.
DIRECCIÓN
La principal característica de la dirección del Simca 1.000 GT es su rapidez de manejo y lo poco desmultiplicada de ésta. Con la potencia del 1.000 GT, el conductor, dadas las buenas velocidades de crucero que se pueden lograr, necesita en un momento dado el tener en décimas de segundo que cambiar el sentido de marcha de su vehículo y eso sólo se logra en un volantazo brusco, que en muchos casos no es aconsejado, pero que en otros no queda más remedio que efectuarlo.
Entonces es cuando más necesitamos que la dirección responda inmediatamente. El volante, de severo diseño y ya un poco anticuado, es de una medida idónea, y el único defecto a nuestros ojos es, como ya dijimos, la facilidad con que sus brillantes brazos nos pueden deslumbrar.
FRENOS
Si éste no es el capítulo más brillante del Simca 1.000 GT, tampoco es el peor. Los frenos son de tipo absorbente, es decir, ni clavan instantáneamente el coche, ni se van abajo al cabo de dos o tres frenadas más o menos fuertes, ni notamos que el coche se deslice sin hacer caso a nuestro pie. Los frenos son simplemente eficaces en su discreción y es en esta discreción donde precisamente reside su eficacia. Claro está que en este modelo, como ya nos había pasado en otros anteriormente, nos quedamos con las ganas de verlo con cuatro frenos de disco, y ha tenido que ser en un modelo de serie y semi-lujo en el que por primera vez hayamos podido ver cuatro frenos de disco en un coche español. De todas maneras, los tambores traseros del Simca 1.000 GT son eficaces como ya hemos dicho y cara a sus competidores no se halla en plan de inferioridad, sino de igualdad, pues la competencia también a equipado así a sus modelos. Discos delante y tambores detrás.
ESTABILIDAD
Es éste el punto más perfectible del Slmca 1.000 GT. El coche se presenta como claramente subvirador, esto ya lo hemos dicho antes, y se debe a una mala repartición de las masas y sobre todo a lo retirado que está el motor y la caja de cambios en el coche. En carretera, el 1.000 GT si lo forzamos en una zona de curvas, a lo cual se presta, y nosotros diríamos más lo pide, el coche tiene un fuerte desplazamiento trasero que hemos de corregir inmediatamente con un suave giro del volante hacia el lado que se va el coche. En recta y en carretera muy ancha y en buen estado, la dirección que en zona de curvas es muy agradable por lo poco que hemos de trabajar para corregir la trayectoria del coche, se revela como muy sensible haciéndonos estar pendientes del volante, cosa que en otras direcciones de mayor holgura no pasa.
Esto es debido a que inconscientemente movemos un poco el volante o hace un poco de viento y como éste es muy directo, transmite por pequeño que sea un efecto que la dirección acusa y transmite a las ruedas y de ahí que nosotros tengamos que ir corrigiendo de vez en cuando nuestra trayectoria. Un dato también en contra en las carreteras de fuertes velocidades, es lo sensible de este modelo al viento lateral, que como en todos los Simcas lleva muy retirado el grupo motopropulsor, con el consabido reparto desigual de las masas en el coche que lo hace un tanto inestable si el viento sopla directamente en su costado.
CONSUMO
El Sirnca 1.000 GT, como ya dijimos, tiene una tercera velocidad muy operativa, y esto hace que algunos conductores prefieran apurar una velocidad más corta antes que poner la cuarta, con el consabido consumo bastante superior de un caso a otro, sobre todo si las distancias en las que se efectúa estas operaciones son largas. Es muy difícil el conseguir una idea exacta del consumo de un vehículo, pues depende de lo que le exige el conductor; a nosotros el coche nos ha gastado 9,2 litros en carretera a un promedio de 100 Km/hora, 11,2 en ruta de montaña y finalmente 12,6 en ciudad. Estos datos. dejan entrever que a pesar de una aceleración y unas performances muy respetables, el consumo se sitúa en muy poco más que un coche turismo que llevemos un poco rápido. · Texto: R. Escamilla (Enciclopedia Volante)
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