|
|
Simca 1000 GT Rallye
VIRTUDES
· PRESTACIONES MUY BRILLANTES
· MOTOR ELASTICO
· FRENOS: POTENTES Y MUY PROGRESIVOS
· BUENA TRANSMISION
· DIRECCION: LIGERA, PRECISA Y MUY RAPIDA
DEFECTOS
· ESTABILIDAD DUDOSA
· RESPALDOS Y REPOSACABEZAS
· REFRIGERACION DEL MOTOR
· SISTEMA DE ESCAPE FRAGIL
· SIN CIERRE EL MOTOR Y EL DEPOSITO
|
Chrysler España ha lanzado el “Desafío Simca”; desafío que, en el terreno deportivo, se concreta en una serie de premios para quienes participen con coches de dicha fabricación. En el terreno comercial podemos decir que el desafío se centra en el lanzamiento de un nuevo modelo, el que es objeto de esta prueba: el Simca 1000-GT Rallye.
Este modelo, con unas ligeras modificaciones, no es sino la continuación en línea directa del 1000-GT, cuya efímera existencia no ha llegado al año; y por bien enterrado lo damos, porque no acababa de responder a lo que de él era lógico esperar.
El GT-Rallye, aunque no fuera más que por la incorporación del carburador de doble cuerpo, se convierte en otro coche; la diferencia es abismal. No obstante, todavía le faltan unos pequeños detalles, casi insignificantes ahora, para ser el rey indiscutible de los “turismos deportivos” de fabricación nacional.
El coche que hemos probado ha sido adquirido personalmente por uno de los miembros de nuestra Redacción; se le ha hecho un cuidadoso y progresivo rodaje, en parte coincidiendo con el viaje de prueba de consumo. El coche salió de Madrid hacia la Costa Brava con 1.200 kilómetros en el contador, y volvió con 3.300. Entre esta última cifra y los 3.600 se procedió a efectuar la serie de pruebas de prestación máxima. Si bien el coche ya está “rodado”, no por ello acaba de estar totalmente suelto; con algunos miles de kilómetros más, sería lógico esperar que todavía se puedan mejorar, siquiera sea muy ligeramente, los ya brillantes resultados que ha arrojado.
UN IMPERATIVO: BAJAR LA SUSPENSIÓN TRASERA
El Simca 1000 Rallye es un coche que anda muy de prisa, y que posee una excepcional capacidad de aceleración; tiene, además, excelentes frenos, y todo ello en conjunto invita a una utilización en consonancia con la denominación del modelo. Pero hay un punto en que flaquea, y que es de la máxima importancia: la estabilidad.
Digamos sin rodeos que, al recoger el coche nuevo, su comportamiento era francamente alarmante, y eso que desde el primer momento pusimos las presiones que la experiencia nos ha indicado como un buen compromiso entre la conducción normal y la deportiva, o sea, 1,4 y 2,3 kg/cm2 delante y detrás respectivamente. El coche tenía, a pesar de ello, una tendencia acusadísima al sobreviraje; pero no solo el clásico “coleo”, sino que acuñaba la rueda trasera exterior, y la zaga tendía a levantarse, lo cual trae inmediatamente a la imaginación unas visiones muy poco agradables, con el vuelco como figura central.
Luego, al paso de los kilómetros, los muelles se han asentado un poco, y el coche ha bajado ligeramente; tal como está ahora, sin llegar a los 4.000 kilómetros, su comportamiento ya resulta más similar al que exhibía el 1000-GT que probamos a fines del año pasado. La tendencia al sobreviraje sigue estando presente, pero ahora el coche es más controlable y más tranquilizador.
En cuanto al problema de la sensibilidad de dirección y de la marcha serpenteante en línea recta, queda bastante amortiguado, en primer lugar, con las presiones altas (sobre todo atrás), y en segundo, con las adecuadas cotas del tren delantero, en que se impone utilizar un ángulo de avance de 9 grados.
Pero, de todas maneras, la estabilidad del coche sigue sin estar a la altura de lo que debe; ya lo criticamos al hablar del 1000-GT, y teniendo en cuenta que el Rallye ofrece unas prestaciones notablemente superiores, el problema se plantea con mayor intensidad.
Son cuatro los frentes en que se puede atacar, y en todos ellos se puede conseguir una mejora sustancial, sin mucho gasto; por ello, no comprendemos cómo la fábrica no ha tenido inconveniente en recargar el precio con un servofreno (por otra parte excelente, pero que no es indispensable) y ha descuidado el mejorar el punto más crítico del coche.
Lo primero a hacer es mejorar el reparto de pesos; hace meses que ya dijimos que la batería debería desaparecer de su actual emplazamiento. Y así se va a hacer (tal como ya se ha hecho en Francia), pero parece ser que el Rallye ha llegado un poco pronto para incorporar esta mejora desde sus primeras unidades.
Otro elemento a modificar son las llantas. Un coche de apetencias deportivas, que pesa 800 kilos y que además tiene problemas de estabilidad no se puede ofrecer con unas llantas de cuatro pulgadas de ancho. Si no hasta la de cinco (que sería lo ideal), es imperativo utilizar las de 4,5 que, al fin y al cabo, ya se utilizan en el 1200.
En tercer lugar, la suspensión trasera debe quedar más rebajada. Los muelles que llevaban los primitivos 1000 Unificado conferían una adherencia muy superior y mayor confort. El problema de desgaste de neumáticos se resuelve prestando la debida atención a las cotas del tren posterior. Y, por último, conviene asegurarse de que los silent-blocs de articulación de los brazos oblicuos posteriores tengan la suficiente resistencia para evitar movimientos parásitos transversales.
Con todo esto, el 1000 Rallye sería un coche segurísimo de conducir y que no produciría vacilaciones en el conductor, que hoy en día, en buena proporción, no se atreverá a sacarle todo el magnífico rendimiento de que es capaz.
Y que no se intente esquivar esta realidad con el argumento de que, en el fondo, es un coche normal para clientes normales. El 1000 Rallye, no hay que olvidarlo, tiene unas prestaciones puras brillantísimas en aceleración y en velocidad. Y nadie se compra un coche que anda tanto y que cuesta 122.000 pesetas franco fábrica, para luego hacer con él la misma utilización que con el 900 o el 1000. Es un coche para aficionados, para gente que sabe conducir y que le gusta andar rápido, y para responder plenamente a las exigencias de estos usuarios es indispensable mejorar la estabilidad.
Por supuesto, contando exclusivamente con las prestaciones del motor y con los frenos, y mostrando cierta circunspección en las curvas rápidas (que son las que resultan más delicadas con este coche), se pueden conseguir promedios de marcha muy elevados, ya que la capacidad de aceleración, la frenada y la marcha de crucero son realmente sobresalientes. Pero un coche de este tipo merece algo más y Chrysler debería dárselo. Realmente, vale la pena.
DIRECCIÓN: DEMASIADO BUENA PARA SER APRECIADA
El mecanismo de dirección, de cremallera, es uno de los elementos más agradables del coche, junto con el motor y los frenos. No deja de ser curioso que a esta dirección, excelente por todos los conceptos, muchos críticos (e incluso personal de la propia Simca) la hagan responsable del problema de la estabilidad, en especial en recta.
El mecanismo, en honor a la verdad, no requiere más que un detalle: llevar el máximo ángulo de avance admitido, que es nueve grados, a fin de que tenga sensibilidad y suficiente retorno. El resto son todo virtudes, pero llevadas a un extremo que la inmensa mayoría del público (y de los “entendidos”) no sabe apreciar. La dirección, como toda cremallera que no lleve mucho peso delante, es muy ligera; por supuesto, no tiene holgura ninguna y une a estas virtudes clásicas de tal mecanismo el hecho de ser muy directa. Esto último es lo que desorienta a la mayoría, pero es injusto achacar las culpas a la dirección cuando todo parte de una falta de sensibilidad del conductor.
Este conductor español que ha aprendido a conducir coches de motor trasero provistos de dirección de tornillo y rodillo (los Seat y los antiguos Simca) o, como máximo, la dirección de cremallera Renault, que es mucho más lenta. El Rallye (como todo el resto de la gama Simca) lleva una desmultiplicación de 16,6:1, con una batalla de 2,2 metros, y un Renault tiene una desmultiplicación de 20:1, con cinco centímetros más de batalla. Por tanto, el conductor que por primera vez se sienta al volante de un Simca moderno se encuentra totalmente desorientado ante la viveza de reacciones. Tienen que pasar algunos cientos o miles de kilómetros hasta que se comprende que no hace falta más que insinuar ligeramente la maniobra deseada, y tanto más cuanto que el carácter sobrevirador del coche se encarga del resto.
EL PLACER DE FRENAR
También los frenos del 1000 Rallye son excelentes. Son los mismos que lleva el modelo grande, el 1200; mismos discos, mismas pinzas -de excelente calidad, unas Girling- y mismos tambores traseros. Todo ello ayudado por un servofreno Bendibérica, de excelente progresividad, y para un coche que pesa 150 kilos menos. El resultado no puede ser más que uno: sensacional.
La potencia de frenado está fuera de toda duda. En cuanto a la progresividad, ya hemos dicho que el servo no deja notar su presencia más que en la disminución del esfuerzo físico, pero sin producir brusquedad alguna, y en cuanto a la estabilidad direccional, es impecable.
En cuanto a la resistencia al “fading”, suponemos que, como cualquier sistema existente, acabará encontrando sus límites. Y decimos que suponemos porque, en la práctica, nosotros no lo hemos encontrado. Ya en el 1000-GT nos sorprendió la eficacia y resistencia de los frenos, así que ahora, con el apoyo del servo, no hay duda de que nos encontramos ante uno de los coches mejor dotados al respecto que tenemos en producción.
LO QUE HACE UN “DOBLE CUERPO”
No sabemos por qué, pero la fábrica ha perdido la buena costumbre de dar la potencia en normas DIN, y se ha pasado nuevamente a las SAE. Así, pues, la potencia real del motor del Rallye sigue siendo una incógnita, pero es indudable que resulta abundante. Ahora el motor coge vueltas hasta un límite razonable de 6.500 rpm, con auténtico brío; antes también llegaba, pero a partir de poco más de 5.000 rpm ya se notaba la falta de carburación.
Por otra parte, el motor conserva la elasticidad típica del modelo 1200, en contraposición a la falta de potencia en baja que acusan los 1000 y 900. Es, en resumen, un excelente motor: potente, elástico, muy robusto y con sobrada capacidad para “coger vueltas”. Un motor, en resumen, muy en su punto, en lo que desde un principio debió ser ya en el 1000-GT.
Lo único que encontramos criticable es el sistema de refrigeración, como ya dijimos del GT. Ahora, con más potencia y más calor que evacuar, el problema se recrudece. Aunque no lleva circuito sellado (que le vendría muy bien, por supuesto), lo cierto es que el coche no gastaba ni una gota de agua, pero en cuanto se le exige un rendimiento elevado (haciendo entrar en juego al segundo cuerpo del carburador) la aguja del termómetro inicia una escalada inquietante.
Parece claro que el doble sistema de calefacción del colector de admisión y del carburador, por donde el agua circula volviendo al bloque sin pasar por el radiador, resta una importante capacidad de líquido. Por otro lado, el largo y tortuoso recorrido que debe realizar el aire frío para llegar al radiador no parece precisamente que facilite la tarea de la refrigeración, y en cuanto a la temperatura ambiente que reina debajo del capot es realmente infernal, puesto que el aire calentado en el radiador sale a dicho compartimiento. Como consecuencia de todo ello es que el carburador respira un aire tremendamente sobrecalentado, a lo que se une la ya citada calefacción del mismo y de su colector; no hay duda de que si la admisión fuese algo más fresca, todavía se podría ganar algo de potencia.
No obstante, y aunque siempre es agradable algún caballo de más, esto sería lo menos importante, pero conseguir mantener estacionaria la temperatura, a pesar de solicitar el motor al máximo, eso si que es algo que requiere buscarle una solución radical.
LA CAJA DE CAMBIOS, PUNTO FUERTE DE LOS SIMCA
Desde siempre, la caja de cambios de los Simca ha sido uno de sus argumentos favorables: robusta y excelentemente sincronizada, permite jugar con ella para conseguir la máxima brillantez de marcha. El Rallye utiliza un embrague de dieciocho centímetros de diámetro, como el 1200; dimensionado con holgura para el par motriz que debe transmitir y con un accionamiento hidráulico que, unido al mecanismo de diafragma, le da una progresividad y suavidad excelentes.
La caja de cambios es la misma que en los demás Simca, con idéntico piñonaje; cambia únicamente el grupo cónico, que le autoriza un desarrollo muy largo. Ahora, con la actual potencia, queda perfecto; la velocidad máxima conseguida se corresponde con un régimen de 5.900 rpm, que es por donde debe estar la potencia máxima DIN, o quizá un poco por debajo de dicha cifra. La tercera resulta eficacísima, con una capacidad para subidas y adelantamientos francamente prodigiosa; la segunda se queda algo corta para conducción deportiva, pero permite unas aceleraciones fulgurantes.
PRESTACIONES: EL MEJOR TURISMO DEPORTIVO
En este apartado, el Simca 1000 Rallye consigue unos resultados francamente espectaculares y que son tanto más de tenerse en cuenta cuanto que han sido conseguidos con 3.500 kilómetros de rodaje, insuficientes para que el motor consiga liberar su plena potencia.
Las cifras de aceleración y velocidad son tremendamente significativas; las de “reprise”, teniendo en cuenta el desarrollo largo del coche, tampoco son nada despreciables. El resultado de analizar estos datos es francamente sorprendente: el 1000 Rallye tan solo es superado en velocidad y aceleración por tres coches nacionales: el Dodge, el Seat 124 Sport 1600 y el nuevo Alpine 1300. Coches que tienen un precio superior en un 60 por 100 al del Rallye, en el caso más favorable. Un coche de tan reconocido prestigio en su andar como el 1430 queda irremisiblemente despegado, aunque no de forma espectacular, y esto ya es decir algo como dato de referencia.
Es digno de señalar la elevada velocidad de crucero de este coche. Con un recorrido de pistón de 70 milímetros y un desarrollo final de 26,4 kilómetros por hora a 1.000 rpm, puede mantener de forma desahogadísima una marcha de crucero oscilante entre los 130 y los 140 kilómetros por hora reales, a un régimen que varía desde 4.900 a 5.300 rpm. Esto ya es ir de prisa, más que sobradamente. Y con una tercera que permite “rozar” los 120 (reales, porque de contador indica 130), las posibilidades en carretera abierta son sensacionales.
Prestaciones
Reprise
|
|
400 metros en 4ª, a 40 km/h |
20” 8/10. |
1.000 metros en 4ª, a 40 km/h |
38” 9/10. |
Aceleración |
|
400 metros, salida parada |
18” 9/10. |
1.000 metros, salida parada |
35” 5/10. |
Velocidad máxima |
154,51. |
|
|
EL CONSUMO QUE DEBE TENER
El 1000-GT se distinguía por una impresionante sobriedad de consumo, que era una de las señales reveladoras de su insuficiente carburación. Ahora, a igualdad de circunstancias, el 1000 Rallye viene a consumir entre medio litro y tres cuartos de litro más, que es lo que debe ser. El cuadro de pruebas en carretera es bastante explícito; no obstante, volvemos a señalar el hecho de que durante estas pruebas el coche se encontraba insuficientemente rodado, lo cual siempre es causa de consumo algo más elevado, al estar el motor más duro. En particular, la vuelta de Barcelona a Madrid se realizó a un tren bastante vivo, y la aguja del termómetro indicaba que en bastantes ocasiones el motor se calentaba por encima de su temperatura habitual de crucero; esto siempre supone una penalización en el consumo, aunque sea difícil de calcular su exacta cuantía.
Pruebas en carretera
(*) Gira el móvil para ver la tabla de desarrollos
Recorrido |
Madrid-Zaragoza |
Zaragoza-Barcelona |
Barcelona-Gerona-Costa Brava-Barcelona |
Barcelona-Madrid |
Distancia |
313 kilómetros |
294 kilómetros |
840 kilómetros |
623 kilómetros |
Carga |
Dos ocupantes (conductor y pasajero) y su equipaje |
Condiciones |
Buen tiempo y tráfico escaso |
Lluvia hasta Fraga, y mucho tráfico |
Carreteras muy tortuosas y mucho tráfico turístico |
Tiempo nublado, pero seco; tráfico normal, intenso en ocasiones |
Crucero |
92 km/h (3.500 rpm) |
106 km/h (4.000 rpm) |
En función del tráfico y del trazado de la ruta |
119 km/h (4.500 rpm) |
Promedio |
81,7 km/h |
78,9 km/h |
No se puede calcular |
87,1 km/h |
Consumo |
6,68 litros/100 km |
7,96 litros/100 km |
8,54 litros/100 km |
8,74 litros/100 km |
|
|
|
|
|
CARROCERIA: BIEN, PERO... SE PODRÍA HACER ALGO MEJOR
Queda por tocar el tema del acabado, el lujo, el confort y demás cuestiones referentes a la carrocería y sus accesorios. El coche es prácticamente igual que el antiguo GT, diferenciado por unas bandas negras y la sigla “Rallye” en la parte trasera y por un salpicadero acabado en negro y un volante de cuero en vez de la imitación de madera y el de madera auténtico respectivamente. En ambos casos se ha salido ganando. Exteriormente, por otra parte, el coche se distingue del resto de los Simca por los colores (gris plata, blanco y butano), por la placa trasera de matrícula, el motivo de la parrilla delantera y, sobre todo, por los dos faros auxiliares de iodo de largo alcance.
La instrumentación está bien; es completa y permite controlar bien el funcionamiento del coche. Pero los instrumentos, en particular velocímetro y cuentavueltas, son un poco pequeños y, sobre todo, relativamente difíciles de leer, con demasiadas rayitas y unos números verdosos de poco contraste. A su vez, falta un contador kilométrico diario, o al menos un hectométrico en el totalizador.
Un punto especialmente criticable y que debía haber sido modificado respecto al GT es el de los respaldos de los asientos delanteros y sus extraños apoyacabezas. Resulta inaudito que en un coche con aspiraciones (y muy bien fundadas, como hemos visto) de índole deportiva, y cuyo asiento resulta excelente en su componente inferior, se suministre un respaldo que recuerda a una tabla de lavar: duro, liso y con unas molduras transversales.
Tampoco está bien que un coche de esta categoría se venda con el depósito de la gasolina y el motor expuestos a la acción del primer gamberro que quiera divertirse. Ni es lógico presentar un hueco de guantera no ya sin llave, sino sin puerta siquiera; del mismo modo que tampoco está bien la inexplicable pequeñez del cenicero central delantero, cuando los traseros son sobradamente más amplios y cómodos. Y para terminar con las críticas de detalle, los quitasoles deberían ser orientables lateralmente.
Muy potente la calefacción, que a pesar del tiempo reinante nos hemos decidido a probar (en parte porque ayuda a mantener a raya la temperatura en las pruebas de plena potencia). Discreta la ventilación, en la que nos parece totalmente fuera de lugar los deflectores delanteros, de tamaño raquítico, eficacia dudosa, aspecto antiestético y molestos para observar por el retrovisor exterior.
CONCLUSIÓN
El Simca 1000-GT Rallye es un coche que, dentro de su estilo, está muy próximo a la perfección. En el apartado de las prestaciones ya se encuentra en franca ventaja respecto al resto de sus competidores. Tiene un motor excelente, al que tan solo hay que revisarle la cuestión de la refrigeración y la solidez del sistema de escape. Asimismo, es muy conveniente modificar los respaldos de los asientos, y ante todo y sobre todo, mejorar la estabilidad. El futuro traslado de la batería al portaequipajes servirá de algo, lo cual deberá complementarse con unos muelles traseros más flexibles y, miel sobre hojuelas, unas llantas más anchas. De este modo, el Simca que ahora sí que tiene “más nervio”, dejará disfrutar con plena tranquilidad toda su potencia sin que por ello obligue a tensar excesivamente los nervios … de su conductor.
|
|
|
FICHA TECNICA
Motor
Posición: posterior longitudinal inclinado 15º a la izquierda. Ciclo: 4 tiempos. Número de cilindros: 4. Diámetro/Carrera: 74/70 mm. Cilindrada: 1.205 cc. Potencia fiscal: 9 HP. Material del bloque: fundición. Material de la culata: aluminio. Cigüeñal: sobre cinco apoyos.
Carburación
Carburador de dos cuerpos. Marca: Bressel. Modelo: 32 DRC. Bomba de gasolina: mecánica. Filtro de aire: en seco, de papel.
Lubricación
Bomba: de engranajes. Tipo circuito: presión directa a la bancada. Número y tipo de filtro: cartucho en serie. Capacidad total del cárter y el circuito: 3 litros (con filtro).
Refrigeración
Tipo: líquido con radiador de cobre. Arrastre ventilador: correa trapezoidal. Circuito hermético: no. Termostato: sí. Bomba: centrífuga de paletas. Anticongelante: no. Capacidad total circuito: 7 litros.
Distribución
Situación válvulas: en culata, paralelas e inclinadas. Situación árbol de levas: lateral, en el bloque. Mando árbol de levas: cadena. Accionamiento de las válvulas: empujadores, varillas y balancines.
Encendido
Delco: Bosch. Bobina: Femsa. Bujías: Bosch. Tipo: 200 T-30.
Rendimiento
Compresión: 9,5:1. Potencia: 74 CV SAE a 6.000 rpm. Par motor máximo: 10,25 mkg SAE a 4.200 rpm.
Transmisión
Embrague
Tipo: diafragma. Diámetro disco: 18 cm. Mando: hidráulico.
Cambio de marchas:
Número de marchas de avance: 4. Sincronizadas: 4. Relaciones Internas: 1ª, 3,55:1; 2ª, 2,12:1; 3ª, 1,41:1; 4ª, 0,96:1.
Grupo y diferencial
Eje propulsor, posición del cambio y del grupo: todo atrás; motor colgante. Tipo de grupo: hipoide. Reducción 4,111:1 (9/37). Desarrollo final de la transmisión: 26,39 km/h a 1.000 rpm en 4ª.
Bastidor
Estructura portante: carrocería monocasco autoportante.
Suspensiones: Delantera: ruedas independientes, triángulos superiores y ballestón transversal inferior. Tipo de resorte: ballestón, con apoyo central único. Tipo de amortiguador: hidráulico telescópico. Estabilizador: barra de torsión anti-balanceo. Trasera: ruedas independientes, con brazos oscilantes de eje oblicuo. Tipo de resorte: muelle helicoidal. Tipo de amortiguador: hidráulico telescópico. Estabilizador: no.
Frenos
Delante: disco. Diámetro: 23,5 cm. Área barrida: 1.044 cm2. Detrás: tambor. Diámetro: 21,6 cm. Área barrida: 473 cm2. Área barrida por los forros de los cuatro frenos: 1.517 cm2.
Dirección
Tipo: cremallera. Desmultiplicación: 16,6:1. Diámetro de giro: 9,1 metros. Vueltas de volante de tope a tope: 3,25.
Ruedas
Diámetro llanta: 13 pulgadas. Anchura garganta llanta: 4 pulgadas. Neumáticos: radiales. Medida: 145X13. Marca: Firestone Cavallino.
Equipo eléctrico
Generador: alternador. Marca: Femsa. Regulador: Femsa. Batería: Oxivol. Capacidad: 40 amp/hora. Motor de arranque: Femsa.
Depósito la combustible
Situación: posterior junto al cambio. Capacidad: 36 litros.
Carrocería
Tipo: berlina. Número de puertas: 4. Asientos: dos butacas delante; detrás, corrido con forma para dos.
Dimensiones
Batalla: 2,22 metros. Vías: 1,25/1,28 metros (delante/detrás). Longitud: 3,80 metros. Anchura: 1,48 metros. Altura: 1,40 metros.
Peso
En vacío, y en orden de marcha: 765 kilos (en vacío, según catálogo). 800 kilogramos (báscula; depósito lleno). Reparto entre los trenes delantero y trasero: 37/63 por 100 (depósito lleno).
Equipo
Faros: Hella y Gemo (iodo). Bombilla: 45/40 y 55 (iodo) vatios. Diámetro: 18 y 13,5 cm (iodo). Limpiaparabrisas: Femsa.
|
· Texto: A. de Andrés. Fotos: Benito (AUTOPISTA nº 650, 24 de julio de 1971)
· Gracias a José Fidel por enviar el reportaje.
Información complementaria
|
|
|
Otras pruebas relacionadas que puedes leer aquí
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Censo de pruebas del SIMCA 1000 en la prensa del motor española (37)
|
|
CITROËN DYANE 6 SUPER/SEAT 127/SIMCA 1000/RENAULT 5/MINI 1000 |
CUATRORUEDAS Nº 110 (FEBRERO 1973)
|
|
|
|
|
FIAT 500 F/CITROËN DYANE/NSU PRINZ 4/RENAULT 4L/SIMCA 1000 LS/VOLKSWAGEN ESCARABAJO 1200 |
CUATRORUEDAS Nº 087 (MARZO 1971)
|
|
|
|
|
RENAULT 8 TS/SIMCA 1000 GT |
AUTOPISTA Nº 0615 (21-11-70)
|
|
|
|
|
RENAULT 8/SIMCA 1000 |
AUTOPISTA Nº 0578 (7-03-70)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 |
VELOCIDAD Nº 0405 (14-06-69)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 |
AUTOPISTA Nº 0561 (8-11-69)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 |
VOLANTE Nº 09 Enciclopedia del Automóvil
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 |
VELOCIDAD Nº 0229 (29-01-66)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 |
CUATRORUEDAS Nº 006 (JUNIO 1964)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 (faro cuadrado) |
VELOCIDAD Nº 0787 (9-10-76)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 AUTOMATICO |
AUTOPISTA Nº 0472 (24-02-68)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 CONTI |
VELOCIDAD Nº 0243 (7-05-66)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 del Desafío Simca |
CUATRORUEDAS Nº 117 (SEPTIEMBRE 1973)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 ESPECIAL |
AUTOPISTA Nº 0513 (6-12-68)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 ESPECIAL |
VELOCIDAD Nº 0556 (6-05-72)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GLS |
VELOCIDAD Nº 0656 (6-04-74)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GLS AUTOMATICO |
CUATRORUEDAS Nº 030 (JUNIO 1966)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GLS/RENAULT 8/SEAT 850 E 4P/CITROËN 8/MINI 1000/SEAT 127/CITROËN DYANE 6/RENAULT 6 |
AUTOMECANICA Nº 039 (NOVIEMBRE 1972)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT |
CUATRORUEDAS Nº 085 (ENERO 1971)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT |
MOTOR MUNDIAL Nº 321 (MAYO 1971)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT |
VOLANTE Nº 23 Enciclopedia del Automóvil
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT |
VELOCIDAD Nº 0472 (26-09-70)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT |
EL AUTOMOVIL Nº 06 (13-03-71)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT de AUTO SPORT |
AUTOPISTA Nº 0682 (4-03-72)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT RALLYE |
VOLANTE Nº 38 Enciclopedia del Automóvil
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT RALLYE |
AUTOPISTA Nº 0650 (24-07-71)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT/SIMCA 1200 GLE (I) |
CUATRORUEDAS Nº 088 (ABRIL 1971)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 GT/SIMCA 1200 GLE (II) |
CUATRORUEDAS Nº 089 (MAYO 1971)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 RALLY KIT 110CV |
AUTOPISTA Nº 0937 (6-02-77)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 RALLYE |
AUTOMECANICA Nº 092 (JULIO 1977)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 RALLYE 1 |
AUTOPISTA Nº 0684 (18-03-72)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 RALLYE con suspensión rebajada |
VELOCIDAD Nº 0517 (7-08-71)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 S |
FORMULA Nº 072 (OCTUBRE 1972)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 S JUNCOSA |
FORMULA Nº 120 (1-7-1975)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 S OFICIAL |
AUTOPISTA Nº 0880 (27-12-75)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 SPECIAL |
CUATRORUEDAS Nº 104 (AGOSTO 1972)
|
|
|
|
|
SIMCA 1000 SPECIAL |
AUTOPISTA Nº 0689 (22-04-72)
|
|
|
|
Comentarios de los lectores: 8 |
|
1. Froilán
Me ocurre como a R1943, pues estos tracción trasera eran los coches de mi niñez, y cuando empecé a leer revistas hacia mediados de los 80 ya eran cosa del pasado y me parecían muy superados, con esos salpicaderos espartanos y unos interiores donde se veía más chapa que otra cosa. En cuanto al Simca en particular, para mí siempre será el coche de un señor de mi barrio que se llamaba Godofredo XD...
2. R1943
@Florentino: Entiéndeme cuando yo era niño salía el 205 y el Ibiza es más una cuestión estética qué técnica o práctica.
Eran otros tiempos con otros gustos y otra tecnología pues ya se iba imponiendo la dirección asistida aunque las versiones más baratas no se si la llevaban.
3. Florentino
@R1943, se me olvido comentar que Renault resucito el concepto de todo atras con el Twingo, aunque no se si sigue en produccion. Eso probaria que es una configuracion valida aun hoy en dia.
4. Oscar de Lleida
30-XI-2024: El siguiente modelo, el SIMCA 1.000 Rally de 1976, lo mejoran: con las llantas por fin de 5” de garganta y el motor subido a 1.294 c.c. (76.7x70mm). Todo esto para caparlo después abandonando el Weber-Bressel de dos cuerpos y regresando al Solex 34 BICSA, del GT a secas, los 1.000 y el 900 (no el Special que era Solex 2 cuerpos). Así se reduce la potencia de estos 74 CV SAE a 6000rpm (unos 68 CV DIN a 5.800rpm), a 63 CV DIN a 5.600rpm, pese al incremento de cilindrada. Por cierto me encantaba ver el 1.000 Rally por la calle con su color lima y el alerón blandito de goma.
5. S63
En aquellos tiempos era habitual que quienes le ponían cerradura al motor trasero lo abrieran cada vez que iban a conducir. Alguna vez pregunté el porqué y me dijeron que estaba prohibido circular con el motor cerrado con llave, por si se incendiaba.
¿Sabéis si esto es correcto?, parece lógico, pero no sé si legalmente era cierto.
6. Florentino
Lo del "filete del pobre" viene de la publicidad, que lo anunciaba como el cinco plazas con nervio. En aquel entonces los pobres, que eramos la mayoría, no podían comprar carne de primera, así que los filetes baratos tenían el nervio del animal, inmasticable.
El nombre se le daba a todos los Simca 1000 y no solo a este. Por otro lado, R1943, es normal que te suene a antediluviano un coche con motor atrás, pero tenían muchas ventajas sobre los motor delantero y traccion trasera, para empezar eran más habitales al no haber arbol de transmisión, y colocar el modelo detrás del eje trasero, no ten`´ian la complicación de instalar la traccion en las ruedas motrices como los poquitos todo delante, y siendo muy ligera la dirección en un tiempo en que la direccion asistida era un lujo y, para terminar, eran mas aerodinámicos ya que el frontal no tenía entradas de aire al capó delantero. El problema ven`´ia cuando al viajar por aquellas carreteras de entonces había que tener una concetración mayor que con los motor delantero e hilar muy fino en las curvas amplias y rectas (sobre todo con viento), pero hay está Porsche para defender esta configuración. En aquellos años había problemas para coches con traccion delantera de más 120 caballos para transmitir la potencia. En el Skoda Rapid que tuve se instalo el radiador en la parte delantera y se eliminó el problema del calentamiento inherente a estos coches de tracción trasera (el último Simca 1000 tambiénllevaba radiador delantero. Para mi generación los viejunos de verdad eran los coches de los 50 hacia atrás (con excepción del Tiburón).Un detalle que no sé si puede alguíen confirmarmelo, este Simca fue el primero con apoyacabazas de la producción española. En aquel tiempo eso le daba caché.
7. cuca
Creo que este le llamaban "el filete de pobre".En Rally tuvieron sus buenos momentos.
un saludo a todos,
cuca
8. R1943
Perdón por el comentario si le ofende a alguien pero yo soy " hijo del todo alante" y estos coches me parecen un poco viejunos.
Con esto me refiero a que cuando yo nací ya estaban de moda los 127 y compañía qué eran como ya he dicho antes " todo alante y en mí opinión algo más prácticos.
Aún así siempre me gustó más " su hermano " el R8 al que por alguna razón que desconozco veo como más coches que este.
|
|
|
Comentarios desde pieldetoro
|
|
|
|