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Citroën GSA-1130
La radical
renovación de la gama Citroën GS, sustituida por la GSA, ha supuesto
una tal cantidad de modelos diferenciados, que ésta es la cuarta vez que
tenemos que dedicarle atención a estos coches, después de las dos
informaciones relativas a la presentación, de la prueba a fondo del GSA-Palas,
y todavía a falta del «Banco de Pruebas» del X-3, en cuya elaboración
estamos trabajando actualmente. Por todo ello, en
este resumen de las pruebas realizadas con el modelo más humilde de la gama, el
GSA básico, o GSA-1.130, daremos por ya conocidas las características básicas
y comunes a todos estos coches, tanto de bastidor como de carrocería, para
centrarnos en la influencia que tanto en el consumo, como en las prestaciones y
el estilo de conducción, tiene la utilización del pequeño motor de 1.129 c.c. Para centrar el
enfoque respecto a este coche, conviene señalar, de entrado, que es trate del
modelo de la categoría 1.100 más grande y pesado que se fabrica. Con
cilindrada muy similar tenemos el Fiesta 1.1, pero su carrocería es
notablemente más pequeña, y también el Simca LS, que es lo más parecido en
cuanto a tamaño, aunque también es más pequeño y ligero. Ya por encima, el
siguiente es el 124, un 1.200 casi exacto, también más pequeño, pero
perfectamente comparable. Todo esto, aunque
sea adelantar acontecimientos, es para resaltar debidamente el excelente
rendimiento de un pequeño motor que, en esta cilindrada, es indudablemente el
de mejor rendimiento en cuanto a potencia, y a juzgar por los resultados. también
muy notable en cuanto a consumo. La prestación que consigue, propulsando a un
coche ya francamente grande (4,20 metros de largo), es uno de los aspectos que
vamos a analizar con la máxima atención en este «Banco de Pruebas».
EQUIPAMIENTO
MAS QUE ACEPTABLE
Como ya señalamos
con motivo de la presentación, el nivel de equipamiento y la presentación del GSA básico están francamente muy bien, en especial si se pide con la opción de
asientos en paño, la cual tiene un precio muy asequible. La mayor crítica, y
con diferencia, es que las alfombrillas del suelo, por otra parte de un género
muy poco vistoso (pero esto es lo de menos), están sueltas, y no hay forma de
que paren quietas ni un momento. Esto resulta particularmente molesto en el caso
del conductor, puesto que si se trata de una persona un poco nerviosa, acabará
amontonándola debajo de los pedales, incluso con el correspondiente, riesgo. Aparte de esto, y
para el nivel de equipamiento de un coche de categoría media, apenas sí se
echa en falta algún detalle como el encendedor eléctrico o cerradura en el tapón
de gasolina (que muchos coches más caros tampoco llevan). Los reposacabezas,
que en nuestra unidad de pruebas (la misma de la presentación) no figuraban,
son una opción, y bastante recomendable, en especial por seguridad. Y aquí se
acaban las críticas el equipamiento, porque el hecho de que los faros no sean
halógenos de lámpara H-4 no es para rasgarse las vestiduras, tratándose de la
versión básica de un modelo. Por otra parte, para ser de lámpara
convencional, su rendimiento luminoso y su reparto de luz es magnífico, y
cuentan con la ventaja de que, una vez bien regulados, su orientación no vería,
gracias a la suspensión hidroneumática de nivel constante. No sería correcto este breve resumen dedicado a la carrocería del GSA sin recordar, aunque sea por cuarta vez, la gran mejora que ha supuesto la incorporación del portón trasero, a la vez que el ingenioso sistema de sucesivas posibilidades de colocación de la bandeja, que culmina con su práctico ocultamiento junto a la pared posterior del maletero, dejando totalmente despejado toda la zona de carga, y eso tanto con el asiento abatido como fijo en su lugar habitual.
¿QUE MAS SE
LE PUEDE PEDIR A UN 1.130?
Como ya hemos dicho al principio, para ser justos conviene distinguir entre el rendimiento del motor en sí, y la prestación que es capaz de producir en un coche que, con el conductor a bordo, se pone ya por encima de la tonelada. Cierto que a base
de una compresión ya francamente alta para un motor refrigerado por aire, pero
el rendimiento es muy bueno; hasta el punto de que, comparando con los
resultados del Palas 1.300. pensamos que los 56 CV de este motor son de una
ganadería con más «pedigree» que los 65 del motor 1.300. Desde luego, en un
coche algo más pequeño (pensamos en el peso y el tamaño de un Renault Siete,
para centrar la cuestión), este motor 1.130 lo convertiría en un 1.100 de los
más brillantes de la categoría. Otro aspecto que nos ha gustado de este motor, aparte de su rendimiento y del consumo, es que en más de 3.500 km. de recorrido (y muy duro buena parte de él), no ha sido preciso reponerle aceite. Se nos entregó el coche con el nivel justo al mínimo. A este respecto, el motor del Palas también se portó notablemente bien, lo cual indica que la relativa fama de consumidores de aceite que, en principio tenían los GS (en parte heredada, aunque inmerecidamente, de sus hermanos pequeños bicilíndricos), está ahora menos justificada que nunca. Unido esto al alternador con regulación electrónica incorporada, y a la toma de diagnosis para el encendido y circuito de carga, tenemos una imagen de mecánica bastante menos problemática que antes, y que apenas sí se diferencia de la del resto de los motores más clásicos.
UN DESARROLLO
PARA AUTOPISTA Este motor de
poco más de 1.100 c.c. no sólo debe arrastrar al coche más pesado y
voluminoso de la categoría, sino que, para hacer las cosas más difíciles
todavía, lo hace a través de una transmisión con un desarrollo notablemente más
largo que el de cualquiera de los otros 1.100 nacionales antes citados. De no
ser por el excelente rendimiento del motor, el planteamiento parecería estar
abocado al fracaso más rotundo, e incluso al ridículo. Pero no es así.
Cierto que el GSA 1.130, especialmente en 4.ª, no es lo que se llama una
bomba, pero se defiende razonablemente bien. Por supuesto que el cambio debe
manejarse con bastante más frecuencia que en el 1.300 dotado de la misma
transmisión, pero afortunadamente, el incremento de consumo que sería lógico
pensar se produciría, no tiene lugar. Pero aquí nos
vamos a ocupar, de momento, de las prestaciones, lo del consumo vendrá a
continuación. En cuanto a la velocidad punta, no sólo no hay nada que objetar,
sino que incluso resulta asombroso que un motor de poco más de 1.100 c.c.,
tirando de una caja de semejante tamaño, consiga superar holgadamente los 150
reales. Volvemos a repetir nuestra extrañeza respecto a la modestia oficial,
empeñada en adjudicarle a este modelo una punta de 149 km/h. No se nos ocurren
más que dos explicaciones: o bien que no quiere herir la susceptibilidad de los
poseedores del antiguo GS, cuyo primer tipo (de 55,5 CV DIN, oficialmente)
estaba dado para 151 km/h, que es lo que hacía exactamente, o bien la de los
compradores del actual 1.300, el menos con la caja de cuatro marchas, cuyos 158
km/h. anunciados, y también fielmente cumplidos, no están tan lejos de la
velocidad máxima real del 1.130. Naturalmente,
cuando llega el momento de acelerar, y no digamos de recuperarse en 4.ª, las
cosas cambian, y se aprecia la diferencia de cilindrada y, sobre todo, la
inadecuación entre éste y el desarrollo. No deja de ser curioso que, en punta,
el GSA-1.130 alcance exactamente su régimen teórico de potencia máxima,
a pesar del largo desarrollo. Esto habla muy en favor de la excelente aerodinámica
del coche, por lo visto incluso mejorada respecto a la versión antigua gracias
a los dos «bigotes» añadidos al morro, pero la verdad es que los coches con sólo
cuatro marchas, cuando andan bien en la más larga es si son capaces de superar
con cierta holgura, en llano, su régimen de potencia máxima. Aún así y todo,
la aceleración no está mal. Conseguir cubrir el kilómetro en 38" justos
está muy bien; claro que a base de aprovechar a tope las 6.500 r.p.m. que se
autorizan como máximo, guiándose por los puntos rojos situados en el velocímetro
(que corresponden exactamente a dicho régimen), y añadiendo el correspondiente
porcentaje de error del velocímetro, que eso los puntos rojos no lo compensan,
claro. Donde no hay solución que valga, es en la recuperación en cuarta, desde baja velocidad. Al margen de lo que digan las cifras, que son altas en tiempo (como no podía menos de ser), casi cuenta más la sensación que se produce al conducir; porque la referencia real no es tanto el valor absoluto como la diferencia que se consigue respecto al flujo normal del tráfico cuando se quiere adelantar; y a este respecto, no se puede dejar a la 4.ª caer por debajo de 80 si se quiere realmente mover el coche, hay que apurar poco menos que al máximo las marchas intermedias.
PRESTACIONES
CONSUMO: MUY
BAJO EN CARRETERA
Lo interesante de
este coche es que, a pesar de dicho tratamiento, se mantiene en unas cifras de
consumo francamente bajas. Desde luego, y a pesar de ello, acusa bastante la
intensidad del tráfico, y cuando se toma una carretera despejada, se obtienen
consumos notables, porque es cuando mejor juega la combinación de una línea
aerodinámica, un desarrollo largo y un motor pequeño, trabajando con apertura
de mariposa relativamente grande, y con buen rendimiento térmico, por tanto. En cualquier caso, se ha confirmado lo que ya sospechábamos, y es que, a pesar de que oficialmente la principal virtud del GSA-1.130 está basada en su economía en tráfico urbano y de cercanías en la práctica es precisamente al contrario. Totalmente lógico, porque la economía de este coche forzosamente tiene que provenir de la combinación de línea, desarrollo y cilindrada anteriormente comentada. Y el resultado es que, comparando con el Palas, en ciudad el 1.130 consume casi medio litro más, mientras que en carretera, es más de dicho medio litro lo que salda el balance favorablemente para el motor pequeño.
CONSUMO
CONCLUSIÓN Por supuesto que,
como coche relativamente barato, el GSA básico tiene el hándicap de
utilizar la gasolina «super»; pero es que si con su cilindrada se le rebajase
la compresión, la verdad es que el rendimiento del motor se vendría abajo.
Aceptándolo tal como es, este GSA-1.130 tiene un terreno de utilización
preferencial carreteras de segundo orden, o de primero pero con poco tráfico,
que no sean de zona montañosa, donde se pueda utilizar la 4.ª durante la práctica
totalidad del recorrido. En tales
condiciones, se consiguen unas consumos francamente interesantes, y todo ello
disponiendo de un cinco plazas de gran confort (recordemos una vez más la gran
mejora de climatización que han aportado los GSA), carrocería muy práctica,
y unas cualidades ruteras, en cuanto a estabilidad y frenada, de primerísima línea.
Nada de particular tiene este enfoque, puesto que no se trata más que
reproducir la uflizaci6n típicamente francesa que no corresponda ni a París,
ni a las zonas montañosas del sur y del este; en todo el resto del país galo,
el tipo de tráfico es el antes reseñado, y para esto, y para la fiscalidad
francesa, es para lo que se ha creado el motor 1.130. En cualquier otro caso, como la diferencia de consumo tampoco es determinante, la superior prestación que aporta la versión Club, no mucho más cara, y con motor 1.300, debe inclinar la balanza a favor de este último modelo.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
MOTOR Posición:
delantero longitudinal, a plano. Número de cilindros: cuadro, opuestos dos a
dos. Diámetro/Carrera: 74,0/65,5 mm. Cilindrada: 1.129 c.c. Potencia fiscal: 9
HP. Material del bloque: aluminio. Material de la culata: aluminio. Cigüeñal
sobre 3 apoyos. Carburación Un
carburador vertical de dos cuerpos Weber 30 DGS 14/250, con apertura mecánica
del segundo cuerpo. Bomba de gasolina: mecánica. Filtro de aire: en seco, con
toma termostática. Lubricación Bomba:
rotativa concéntrica. Tipo de circuito: presión directa a la bancada. Número
y tipo de filtros: cartucho en serie. Refrigeración: radiador de aceite.
Capacidad total: 4,2 litros. Cambio de aceite: 3,5 litros. Refrigeración
por aire Arrastre
ventilador: en punta del cigüeñal. Distribución Situación
válvulas: en culata, formando V en cámara hemisférica. Situación árbol de
levas: uno en cada culata. Mando árbol de levas: por correa dentada.
Accionamiento válvulas: por balancines. Encendido Delco:
Ducellier. Bobina: Femsa. Bujías: de asiento cónico. Rendimiento Compresión:
9:1. Potencia: 56 CV. DIN a 5.750 r.p.m. Par motor máximo: 8,1 m.kg. DIN a
3.500 r.p.m.
TRANSMISION Embrague Tipo:
monodisco en seco, de diafragma. Diámetro del disco: 181,5 mm. Mando: por
cable. Cambio
de marchas Número
de marchas de avance: cuatro. Sincronizadas: todas. Relaciones internas: 1.ª,
3,818:1; 2.ª, 2,294:1; 3.ª, 1,500:1; 4.ª, 1,031:1. Grupo y
diferencial Disposición
motriz: tracción delantera; motor por delante del eje. Tipo del grupo: cónico
helicoidal. Reducción: 4,125:1 (8/33). Desarrollo final de la transmisión:
26,65 km/h. a 1.000 r.p.m. en 4.ª
BASTIDOR
Estructura
portante Carrocería
monocasco autoportante, con dos bastidores independientes, delante y detrás. Suspensiones Delantera:
ruedas independientes, con brazos transversales formando paralelogramo
deformable. Tipo de resorte: bloque hidroneumático, de altura constante.
Amortiguador: incorporado al sistema hidráulico. Estabilizador: barra de torsión
anti-balanceo. Trasera: ruedas independientes, tiradas por brazo longitudinal.
Tipo de resorte: bloque hidroneumático, de altura constante. Amortiguador:
incorporado al sistema hidráulico. Estabilizador: barra de torsión anti-balanceo.
Trasera: ruedas independientes, tiradas por brazo longitudinal. Tipo de resorte:
bloque hidroneumático, de altura constante. Amortiguador: incorporado al
sistema hidráulico. Estabilizador: barra de torsión anti-balanceo. Frenos Tipo de
circuito: independiente para cada tren. Asistencia: central de presión hidráulica.
Dispositivo anti-blocaje: presión trasera proporcional a la de suspensión.
Tipo delanteros: discos. Diámetro: 270 mm.; Area barrida: 1.339 cm2.
Tipo traseros: discos. Diámetro: 178 mm.; Area barrida: 601 cm2.
Area barrida por los forros de los. cuatro frenos, en total: 1.940 cm2. Dirección Tipo: de
cremallera. Desmultiplicación: 19:1. Diámetro de giro: 9,60 metros. Vueltas
volante, de tope a tope: 3,85. Arbol de dirección: articulado, con dos juntas.
Diámetro externo del volante: 38 cm. Ruedas Diámetro
llanta: 15 pulgadas. Anchura garganta llanta: 4,5 pulgadas. Neumáticos:
radiales, sin cámara. Medida: 14 SR-15 . Marca: Michelín XZX. Equipo
eléctrico de 12 voltios Generador:
alternador Bosch, de 490 vatios y 35 amperios. Regulador: electrónico,
incorporado, Batería: de 40 A.h. Depósito
de combustible Situación:
posterior central, entre las ruedas. Capacidad: 43 litros.
CARROCERIA Tipo:
semi-break. Número de puertas: 4+1. Asientos: delante, dos butacas; detrás,
abatible, con descansabrazos central. Dimensiones Batalla:
2,55 metros. Vías: 1,38/1,33 metros (delante/detrás). Longitud: 4,20 metros.
Anchura: 1,63 metros. Altura: 1,35 metros. Peso En vacío, y orden de marcha. · Autor: Arturo Andrés (AUTOPISTA, diciembre 1979) · Gracias a Jaume P. por enviar el reportaje
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