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Peugeot 205 Rallye
A lo largo de la trayectoria de la marca, el fabricante francés siempre ha tenido entre su oferta alguna versión de alguno de sus modelos más populares que ha ostentado el apellido «Rallye». No podemos olvidar el Simca Rallye, que marcó una época y fue la delicia de los aficionados del automovilismo y más recientemente el Samba Rallye. En definitiva variante de los modelos de serie con algunas soluciones deportivas que los han situado en el punto de mira de todo aquel al que le gusta la conducción «racing» en el más puro sentido de la palabra. Para completar la familia y honroso sucesor de estos modelos ha nacido el Peugeot 205 Rallye, que además de su innegable atractivo está avalado por un precio muy competitivo: 1.360.000 ptas.
El motor que ha elegido el constructor francés para este vehículo, es muy similar al que usa un pariente no muy lejano suyo, el Citroen AX Sport. Al igual que sucedió con el modelo de la marca del «Chevron» el bloque de 1294 cc. gracias a un diagrama de distribución con un elevado cruce del árbol de levas, válvulas agrandadas, una alimentación generosa por medio de dos carburadores dobles, desde los que llega la mezcla de combustible directamente a los cilindros a través de unos colectores de admisión especiales y un buen sistema de escape, con unos colectores pensados para poder permitir una buena salida de los gases; además de otras soluciones, permiten obtener la nada despreciable cifra de 103 CV a un régimen de 6.800 rpm con una cota máxima de par motor de 12,2 mkg a 5.000 rpm. Hay que destacar en este tetracilíndrico su gran facilidad para subir de revoluciones, llegando hasta la zona roja del «cuentavueltas» sin el más mínimo problema, sin que se pueda apreciar ningún bache de potencia en toda la gama de revoluciones, aunque hay que señalar que cuando realmente comienza a tirar con decisión es a partir de las 3.000 rpm, momento en el que la cifra de par motor ya es importante.
Pero no todo iba a ser perfecto en este ágil propulsor, las brillantes prestaciones que puede ofrecer se ven penalizadas lógicamente por unos consumos más elevados de los normal, aunque circulando en condiciones normales se mantienen ajustados y por un mantenimiento más delicado de lo normal, para un buen funcionamiento hay que mantener los carburadores siempre en su punto que en este caso es muy sensible.
La caja de cambios también es similar a la que equipan los Citroën AX Sport, y está en perfecta consonancia con el rendimiento de la planta motriz; con una relación de cambio lo bastante cerrada y unos desarrollos adecuados, permite mover el vehículo con una gran agilidad aprovechando al máximo la potencia del motor. Por este motivo es en las carreteras de montaña donde mejor se desenvuelve este pequeño coche de carreras, pero donde también hace gala de su gran agilidad es en ciudad, permitiendo circular en los desarrollos más largos. El selector por su parte, con unos recorridos cortos y unos enclavamientos muy bien definidos, contribuye en buena medida al comportamiento de la caja de cambios. A la hora de sacarle defectos, podríamos decir que en comparación con otras versiones de su gama es de un manejo más áspero y que a la segunda velocidad con el aceite caliente le cuesta más ir a su sitio. Otro precio que tendremos que pagar al disponer de un cambio con desarrollos cortos, es el de tener que soportar un motor ruidoso cuando circulemos a una velocidad elevada al obligar al propulsor a girar a un número de revoluciones elevado.
Pero para conseguir un coche de estas características no basta con poner un motor muy potente y una caja de cambios con desarrollos deportivos, hay que hacerlo seguro y con una buena estabilidad, en este apartado, muy bien conseguido en el 205 Rallye, Peugeot tal como corresponde a un vehículo de sus características ha tenido más en cuenta el factor seguridad que el confort. Para lograr salir airosos de este trance el constructor francés no ha recurrido a inventos raros, le ha bastado simplemente con echar mano de lo que ya tiene, de este modo todo el esquema de suspensiones es similar a las del 205 GTI de 115 CV. Esto ya es toda una garantía, en todo momento el vehículo se mantiene plano, incluso en los virajes más cerrados la carrocería no se inclina lo más mínimo, mostrando siempre un comportamiento muy noble.
Hay que decir que los neumáticos que monta la serie: Michelín MXV en medida 165/70 13 sobre llanta. Su comportamiento es excelente no dando muestras de desfallecimiento en ningún momento. Por otra parte la dirección es muy precisa, con muy poca desmultiplicación, por este motivo los primeros kilómetros deben servir para familiarizarse con ella, pues al mínimo toque el volante gira muy rápido.
Dejando a un lado la parte mecánica de este excelente ejemplar, analicemos su equipamiento y aspecto exterior. Nada más ver el 205 Rallye, a simple vista, comprendemos que se trata de algo más que un simple utilitario. Este vehículo solo estará disponible en color blanco, de este mismo color son los paragolpes, spoilers, aletines de los pasos de rueda y las llantas. Destacan sobre el parachoques delantero, trasero y las aletas los colores de Peugeot Sport, además para hacerlo si cabe más «racing» las letras del anagrama que lo identifican, son del mismo tipo y color que las usadas por Peugeot en los 205 Turbo 16 de Gr. B.
El interior es muy atractivo destacando de forma especial los asientos delanteros que son de tipo «baquet» y que ofrecen una excelente sujeción lateral, muy práctica cuando se circula por trazados muy virados a buena velocidad; a la hora de criticar algo en este sentido, solo decir que la banqueta es un poco blanda, pero como se suele decir: «sobre gustos...». El volante también es de un bonito diseño, con un tacto muy agradable. Por lo demás el equipamiento es totalmente espartano, de esta forma, los elevalunas son manuales, carece de cierre centralizado y por no llevar no lleva ni reloj horario, algo que equipan los modelos más básicos de cualquier marca. Aquí lógicamente el constructor ha pensado principalmente en la forma de reducir al máximo los costos de producción. Por lo que se refiere a la instrumentación, sigue la misma tónica que el equipamiento y es inconcebible que un vehículo de las características de este no tenga un manómetro de presión de aceite.
En definitiva, el Peugeot 205 Rallye es un coche para todo aquel que ame la conducción deportiva al cien por cien. Gracias al competitivo precio con el que irrumpe en el mercado es el vehículo ideal para todo el que se quiera iniciar en el mundo de la competición.
· M. Madrid (AUTO 1 Nº 68 - 11 de noviembre de 1988)
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