|
Peugeot 205 Rallye
Con una concepción más o menos similar a la que ya tuvo el Samba Rallye y su primo hermano el Citroën AX Sport, se nos presenta esta versión del 205, enfocada a un público juvenil y con espíritu deportivo, que lo que de verdad busca es el placer de conducción y el tener un coche «distinto».
Si los interiores del Samba Rallye y del AX destacaban por algo, era por ser tremendamente austeros, lo cual limitaba enormemente sus ventas. O se vendían para correr, o para un público muy limitado de super «tiffosi» que pasaban de cualquier concesión al confort.
Este nuevo 205 Rallye, sin llegar a ser un automóvil lujoso, sí, por lo menos, tiene un interior muy cuidado, contando con unos asientos derivados del GTI (que por cierto son cómodos y sujetan muy bien), un cuadro completo y de fácil lectura, aunque esté desprovisto de elementos tan imprescindibles para un automóvil deportivo como relojes de presión de aceite y voltímetro, conformándose con simples testigos luminosos. Además, todo el interior está realizado en colores rojo y negro, combinados con mucho acierto, dándole un aire muy juvenil y sobrio a la vez.
El volante goza de un buen diseño y tamaño, aunque nosotros hubiéramos preferido algo más deportivo y sobre todo forrado en cuero.
El pedalier es el mismo que equipa a toda la gama 205 y si bien no es malo, sí es mejorable.
La postura de conducción ofrece muy buena visibilidad y todos los mandos quedan muy a la mano, aunque para poder llevar las piernas estiradas, el volante se nos quede un tanto alejado. Exteriormente está todo pintado en blanco y decorado con los colores de Peugeot Talbot Sport que, junto a las ruedas de mayor sección, le dan un aire muy agresivo.
Equipado con el mismo motor que ya montaba el AX Sport, el Peugeot se alimenta en cambio con los conocidos carburadores de doble cuerpo Weber 40, mientras el AX montaba unos Solex 40 AD. Esta diferencia en la alimentación es, por tanto, la causante del incremento de potencia de los 95 CV a los 103 CV. Este viejo sistema de montar dos carburadores dobles para incrementar la potencia del motor, si bien ya ha sido superado por los modernos sistemas de inyección, sigue siendo una solución que ofrece todo tipo de satisfacciones, aunque claro está, a costa de un consumo y de un mantenimiento mayores. El encendido ha sido objeto de profundos estudios y es del tipo transistorizado.
Si ya nos sorprendió el motor del AX Sport, éste, con 8 CV más, lo ha vuelto a conseguir. Es verdaderamente impresionante el funcionamiento de esta pequeña bomba. En alta, zona donde el motor parece encontrarse más cómodo, sube sin problemas hasta casi las 7.000 r.p.m. (a 6.800 r.p.m. se encuentra el régimen de potencia máxima) de una forma muy progresiva y sin saltos; en baja, y en contra de lo que pudiera parecer, goza de unas recuperaciones increíbles para un motor que entrega tanta potencia en alta. Por otra parte, gracias a sus afinados reglajes y buen equilibrado, a la mínima solicitud, sube de vueltas como una auténtica exhalación, ofreciendo siempre potencia a cualquier régimen. Muy amplio margen de utilización, aunque si de verdad lo que queremos es circular deprisa, tendremos que procurar que el motor no caiga por debajo de las 4.500 r.p.m.
La caja de cambios ha sido diseñada para intentar aprovechar al máximo la potencia del motor. Sus relaciones están bastante cerradas y el desarrollo final es muy corto, consiguiéndose la velocidad máxima de 190 km/h. al régimen de 6.700 r.p.m. en quinta. Es decir, casi al régimen de potencia máxima. Estos desarrollos resultan ideales a la hora de circular por carreteras de montaña o incluso por nacionales. Sin embargo, a la hora de rodar por autopistas, se nos quedan cortísimos y a 160 km/h. ya estamos circulando a 5.500 r.p.m., dándonos la sensación de ir quemando el motor si mantenemos velocidades más altas. Y lo curioso es que casi sin darnos cuenta el coche se embala y tenemos que ir levantándole el pie constantemente si no queremos mantener regímenes muy elevados. Lo cierto es que el motor parece admitir sin problemas que la aguja del cuentavueltas supere las 6.000 r.p.m. durante largos períodos, pues no en vano la refrigeración cuenta con un intercambiador agua-aceite. De todas formas, nosotros echamos en falta una sexta marcha. En cuanto al manejo, nos ha parecido muy rápido y preciso, aunque los recorridos de palanca sean, quizá, un poco largos para llegar a la perfección.
En ciudad, gracias a la alegría del motor, a lo corto de sus desarrollos y a su elasticidad, es sumamente agradable de conducir, además de super ágil y manejable. En carretera. si bien 103 CV ya no son como para asustar a nadie, gracias a lo bien que se aprovechan, lo hacen sumamente efectivo.
COMPORTAMIENTO DE CARRERAS
Hacía mucho tiempo que no teníamos ocasión de probar un coche tan divertido como este 205 Rallye. Heredando los puentes del 205 GTI de 115 CV, unos amortiguadores que si bien no son tabla, sí son bastante enérgicos y unos excelentes neumáticos Michelín MXV, en medidas 165/70/13, el coche se comporta como un juguete con el cual tomar curvas es un auténtico placer. Inspira confianza rápidamente y gracias a la nobleza y progresividad de sus reacciones invita a circular rápido.
Al límite, este 205 Rallye tiene un comportamiento muy similar tanto en curvas rápidas como en lentas, éste viene caracterizado por una gran facilidad para colocar la parte de atrás, a base de acelerador y volante. Si entramos un poco pasados en una curva, lo normal es que el coche tienda a irse de morro, pero si levantamos ligeramente el pie del acelerador, la parte trasera tiende a deslizar ligeramente, pero de una forma muy progresiva, con lo cual el coche se coloca y rápidamente podemos volver a acelerar. Este comportamiento resulta muy efectivo en zonas viradas a la vez que superdivertido.
Es un auténtico placer en zonas de curvas enlazadas ir colocando el coche al salir de una curva para entrar en la siguiente a base de jugar con las inercias y con el gas.
Esta facilidad para provocar que la parte trasera del coche se coloque, se ve además incrementada por el hecho de llevar mucha frenada en las ruedas posteriores. Tanto es así que, a la hora de clavar, lo suelen hacer antes las ruedas traseras que las anteriores. Esta característica es de agradecer, pues ayuda todavía más a hacer deslizar el coche de atrás en situaciones críticas, a la vez que permite muy bien una conducción utilizando el pie izquierdo para frenar, al más puro estilo Kakkunen. El único problema que le vemos a llevar tanta frenada atrás es en curvas rápidas con piso mojado, circunstancias en las cuales el comportamiento puede volverse demasiado nervioso.
En el capítulo de frenos, Peugeot no ha escatimado, adoptando los mismos discos ventilados que equipa la versión GTI 1.9 para la parte delantera, conformándose con los tradicionales tambores para la trasera. Su efectividad es realmente muy elevada, no dando síntomas de fatiga ni tan siquiera después de bajar Canencia a ritmo de carreras. Y eso que el desafortunado diseño de las llantas no permite prácticamente la ventilación de los mismos. Su tacto es perfecto, al igual que su facilidad para dosificar las frenadas.
La dirección, con la adopción de los nuevos puentes, es muy precisa y rápida.
La suspensión absorbe muy bien las irregularidades del terreno y, aunque se comporta bastante bien, para competir habría que endurecerla aún un poco más.
CONCLUSION
Con un precio supercompetitivo, este pequeño juguete ofrece al público joven una serie de cualidades como la de una línea, interiores, mecánica y un comportamiento con una clara vocación deportiva que no defraudará.
Con el 205 Rallye podremos ir al trabajo o a la universidad, salir de copas, ir de vacaciones y los fines de semana ponerle las oportunas medidas de seguridad, un número y a correr cuantos rallyes queramos.
EN PLAN CARRERAS
Este Peugeot 205 Rallye, incluido en la clase 1 dentro del Campeonato de España de Rallyes (grupo N hasta 1.300 c.c.) entra en competencia directa con los AX Sport y Suzuki Swift que son los que actualmente lideran la clase. Pensamos que el 205 puede ser un claro aspirante a la victoria en esta categoría, lo cual, aparte de poder situar a un piloto con un coche como éste entre los primeros puestos del Campeonato de España de Rallyes (véase el caso del año pasado del Suzuki de Javier Bruge), ayudaría también enormemente a la marca en la consecución del campeonato de España de marcas. Con este modelo, Peugeot tiene la base para crear una futura fórmula de promoción barata, divertida y, casi con total seguridad, con muchos coches en los parques de salida de los rallyes.
· Texto: AUTO HEBDO Nº 187 - 22-oct-88
|
|