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Peugeot 205 GL vs Peugeot 205 GR
Si un coche podía ser la tabla de salvación de Talbot, este era el Peugeot 205, como lo viene demostrando desde su lanzamiento, hace medio año aproximadamente. Quizá por esto la firma madrileña va a ir poniendo en el mercado una versión tras otra, algunas de ellas sin apenas características diferenciadoras. Este es el caso de las versiones GL y GR comparadas en esta prueba.
Esto equivale cuando menos a provocar un buen despiste en el posible comprador, pues las diferencias entre GL de 1.118 cc, GR Confort de 1.204 cc y GR también de 1.204 cc son tan pequeñas, que hay que irse al equipamiento para comprobar si interesa pagar más o menos por uno u otro. Así, por ejemplo, la versión GR de reciente aparición sólo pierde respecto a la GR Confort (MOTOR MUNDIAL, abril-84) las lunas coloreadas, la consola del salpicadero y el asiento posterior dividido.
A muy poca distancia se sitúa el también nuevo SR, que tan sólo supera en 90 cc y 2 CV de potencia a los GR, pero con un equipamiento similar al del GT, modelo éste que ya sí se distancia en cilindrada y potencia de los otros cuatro. Como perfectamente distanciado queda el auténtico 205 deportivo, el GTI, único que no se fabrica en España.
TODOS EN UN PAÑUELO
Es por eso que, pese a la escasa diferencia de cilindrada y de potencia, MOTOR MUNDIAL ha decidido hacer la prueba del Peugeot 205 GL de 5 velocidades comparándole con los GR. Pues si en cuanto a comportamiento y respuesta todos pueden bailar el mismo vals, externamente tampoco se diferencian prácticamente en nada, salvo por siglas en la parte trasera, los embellecedores de llantas y el tamaño de las mismas y de los neumáticos, de 4,5 pulgadas y medida 145/70 para el GL, mientras que en los GR éstas son de 5 y 165/70.
205 GR
Por lo demás, es de sobra conocido el aspecto exterior de este cuatro puertas de línea actual y equilibrada, con una aerodinámica excelente, gran superficie acristalada, paragolpes envolventes de fibra sintética y unos grupos ópticos de buenas dimensiones, pero con el gran inconveniente de que ninguno de ellos incorpora de serie —y tampoco de opción— faros halógenos; esta falta disminuye la seguridad activa durante la conducción nocturna, por lo que debiera establecerse de uso obligatorio en todos los vehículos. También brilla por su ausencia la llave en el depósito de la gasolina, si bien puede obtenerse como opción en todos los modelos.
También es de sobra conocido que ambos motores se derivan del desaparecido Simca 1000. Un motor duro y fiable, aunque no tan avanzado en el aprovechamiento energético si se le compara con los nuevos motores de aleación que montan los Peugeot 205 franceses.
205 GL
Con tan sólo 86 cc más de cilindrada, 8 CV más de potencia y 5 kilómetros más de velocidad punta —para nosotros sólo fueron 2 km/h—, el GR gana en muy poco al GL a la hora de la verdad. Porque si bien es cierto que su peso es de 30 kg superior, a esto habría que añadir la influencia de los neumáticos menos anchos del GL. En definitiva, las diferencias de velocidad y consumo se aprecian poco sobre el papel y menos rodando por la carretera. La mejor aceleración y recuperación del 1.204 cc nos hace decantarnos claramente hacia este motor y preguntarnos si no sería conveniente cancelar el otro, pues a Talbot le cuesta igual tanto uno como el otro y, en cambio, el usuario agradecería mejores prestaciones y recuperación con prácticamente el mismo consumo.
Como toque modernista de la avanzada tecnología de los años 80, estos motores incorporan encendido electrónico, pero como también son fiables y están suficientemente experimentados, cuenta con la potencia necesaria para impulsar alegremente los kilogramos que les corresponde por caballo.
LA CAJA DE CAMBIOS, UN ACIERTO
Esta alegría innegable de todos los 205 se ve reforzada por una caja de cambios de buen diseño que adopta unos desarrollos más cortos que los que hoy se usan habitualmente y muy bien adaptados al tipo de carreteras que predominan en España. Otra característica de igualdad entre estos modelos es que todos llevan la misma caja de 5 marchas con idénticas relaciones.
Tampoco existen grandes diferencias en la estabilidad de las versiones comparadas. El compromiso entre estabilidad y confort está conseguido, pero en altas velocidades, la media pulgada más de llanta y la mayor medida del neumático en los GR, inclina la balanza a su favor, pero sólo ligeramente. Una vez que el conductor se ha adaptado a las características del GL, pocas son las diferencias salvo una mayor tendencia de éste a irse de morro.
A esto hay que añadir, una vez más, la facilidad con que los 205 pierden traccionabilidad —aquí tendrían que aprender mucho del Talbot Samba— al entrar fuerte en curvas cortas. Defecto que queda suficientemente subsanado gracias a la estabilidad a toda prueba de que hacen gala. Y es que no hay que olvidar que la carrocería del pequeño Peugeot está pensada para llevar mecánicas de superiores prestaciones, y esto, lógicamente, siempre se nota.
Quizá las mayores diferencias entre los modelos se notan en la dirección, más dura en los GR y mucho más suave la del GL debido, otra vez, a los diferentes neumáticos que montan cada uno de ellos. Pero hecha esta salvedad, el comportamiento es muy similar. Cabría preguntarse qué ocurriría si se hiciera un intercambio de neumáticos. Es muy probable que no se dieran grandes diferencias puesto que las mecánicas son muy parecidas. En cualquier caso, la dirección es precisa y capaz de mantener el trazado sin muchos compromisos para el conductor, y tan dócil que hasta perdona más de un fallo.
En el apartado de frenos, poca es la influencia de los neumáticos, puesto que como ya se apuntaba anteriormente, el sistema está estudiado para recibir mecánicas con mayores prestaciones y llegar a velocidades superiores. La frenada es efectiva en todos los casos, salvo cuando en grandes descensos le hicimos al GL una conducción deportiva, donde perdió algo de eficacia.
DETRÁS DEL VOLANTE
Es una vez sentados al volante cuando empiezan a aparecer todas esas diferencias que de alguna manera deben justificar las algo más de 72.000 pesetas de diferencia que hay entre el GL y el GR Confort. Porque si todos comparten, puesto que las carrocerías son idénticas, buena visibilidad, asientos cómodos y anatómicos aunque de banqueta algo corta, una buena posición de los pedales y palanca de cambios y una excelente amplitud y habitáculo, el nivel de acabado y equipamiento presenta diferencias sustanciales.
205 GL
En un salpicadero prácticamente igual, mientras el GR Confort carece de lujos pero tiene lo imprescindible, el GL hace gala de una austeridad que daría lecciones a los espartanos. No sólo carece de cuentakilómetros parcial, reloj horario, luz antiniebla posterior, retrovisor exterior con reglaje interior, sino que le faltan algunos detalles que, aunque aparentemente no tienen mucha importancia, dan cierta prestancia a un coche que, por otro lado, cuesta en la calle más de 785.000 pesetas.
205 GR
Por ejemplo, carece de consola central hasta el suelo, un elemento bastante útil para colocar esas mil cosas que se llevan durante los viajes en los huecos, la guantera va sin tapa, el volante es más estrecho y fino que en los GR y los aireadores de los extremos del salpicadero brillan por su ausencia.
VIVIENDO EN EL COCHE
El confort y la ausencia de ruidos, así como esa gran amplitud interior fruto de un excelente diseño, son algunas de las razones que compensan la ausencia de otras cosas en el GL respecto del GR y GR Confort. El menor precio quizá justifique la menor calidad del tapizado de los asientos, pero difícilmente se puede entender que un coche de hoy, por muy básico que sea, no lleve agarradores para los pasajeros, o ceniceros en las plazas traseras.
El maletero, que en circunstancias normales tiene igual capacidad de carga, pierde versatilidad al ser el asiento trasero abatible en su totalidad y no en dos mitades como en el resto de las versiones. Además los laterales no van tapizados, por lo que el chasis de la carrocería queda al descubierto. En definitiva, demasiadas carencias para tan sólo 72.000 pesetas de diferencia que nos hacen inclinarnos claramente a favor de las versiones GR, donde sí vemos justificada la diferencia de precio que hay entre ellas de unas 28.000 pesetas.
205 GR
205 GL
PRESTACION Y CONSUMO
205 GR (izda) y 205 GL (dcha.)
205 GL (izda) y 205 GR (dcha.)
· Fuente: MOTOR MUNDIAL nº 466 (Septiembre 1984)
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