|
Authi Mini 1.275 GT
Con la salida del primer Mini en España, los admiradores de este modelo se llevaron una desilusión ya que esperaban que el modelo lanzado en Pamplona iba, a ser el Mini Cóoper-S, el cual llevaba consigo una aureola deportiva muy grande por haber alcanzado en las competiciones deportivas internacionales, y durante varios años consecutivos, los primeros puestos. Así, la aparición del Mini 1.275 c.c. desalentó a muchos de sus fervientes admiradores ya que esperaban un vehículo con unas prestaciones diferentes. Por ello la Empresa de Pamplona y con el fin de agradar a las exigencias de todo este público, ha comercializado este modelo en sus diferentes versiones. El Mini GT último de los salidos de la Factoría de Pampiona, marca un gran paso adelante en relación con el primer Mini aparecido, al que ha superado notablemente.
INSPECCIÓN A COCHE PARADO
Como tenemos por costumbre, antes de entrar en la parte técnica del coche, vamos a hacer una leve inspección ocular en su parte externa, exponiendo con toda objetividad las virtudes y defectos que a simple vista pueden apreciarse. Exteriormente el Mini GT puede decirse que se diferencia de su anterior modelo y de las series populares de 850 y 1.000 c.c. en sus distintas versiones, única y exclusivamente por su aspecto francamente deportivo. Evidentemente B. L. AUTHI, desde su factoría de Pampiona ha querido dar al Mini GT un aspecto altamente deportívo, al igual que a su hermano gemelo inglés del que se diferencia solamente en el capó delantero ya que lleva la calandra más estrecha y apaisada. También existe una diferencia en el volante, ya que el inglés es de pasta y éste lo lleva de madera, lo que le da un aspecto mucho más deportivo, aunque su tamaño continúa siendo poco grande.
Exteriormente el Mini GT va dotado de una banda lateral de celofán con la inscripción "Mini 1.275 GT" . El frontal ha sido pintado en negro mate en la zona de la calandra, lo que le da un aspecto muy atractivo y francamente deportivo. Finalmente una de las innovaciones, y por cierto más efectiva y que hace ganar más al coche, son las llantas de nuevo dibujo y mayor anchura, que ayudan a dar al coche un aspecto mucho más deportivo. En el interior, también se ha tendido hacia los detalles "sport" y por ello vemos un tablero de instrumentos con toda clase de relojes, que hará las delicias del joven conductor. Los asientos forrados en un simil-cuero negro les da un cierto parecido con los famosos "Bacquets" de competición. El volante de madera es el mismo que llevaba el primer Mini 1.275 CC. lo cual nos ha desilusionado, ya que esperábamos otra cosa, pero como decimos anteriormente, le da un aspecto deportivo. Un detalle importante son las ventanillas que se elevan y descienden comandadas por una manivela con lo que se ha suprimido las de tipo corredera ya anticuadas, aunque para ello se ha tenido que sacrificar las bolsas de puerta, que tan necesarias son en estos tipos de coches. En definitiva el único cambio notable ha sido su decoración exterior.
RENDIMIENTO
El motor del Mini GT es el típico cuatro cilindros colocado transversalmente, con 1.275 c.c. y cigüeñal de tres apoyos, alimentado por un carburador tipo SU de un solo cuerpo. El motor va muy poco revolucionado, ya que de potencia máxima da 5.250 r.p.m. y desarrolla 63 CV SAE. La compresión es también relativamente baja 8,8:1, lo que ayuda a la longevidad del motor. Desde luego con la aparición del Mini GT, habrán sido muchos los sorprendidos al no ver montados los dos carburadores. De todas formas con el Mini GT se sigue la línea de otras fabricas en lo que a política de coches pseudo-deportivos.se refiere. Sin embargo, en el caso del Mini GT esperábamos algo más.
VELOCIDADES
En las pruebas efectuadas, en lo que respecta a aceleración: el Mini GT se ha revelado como muy competitivo. Las cifras de 20' 1 en los 400 metros de salida parada y 37' 3/10 en los 1.000 metros, son francamen te buenos. Sin embargo, en velocidad punta es donde el coche falla, ya que para pasar de los 130 kms/h. el coche necesita un buen rato de lanzamiento y en lo que respecta a velocidad máxima ésta se sitúa, sin que nosotros lo hallamos podido alcanzar alrededor de los 138 km/h. cifra muy parca comparada con otros coches de su misma categoría y precio.
Donde el Mini GT aventaja a sus rivales es en el campo de la carrera de montaña, viradas y con fuertes bajadas donde las medias alcanzadas son realmente altas, ya que gracias a su gran estabilidad sus frenos y su tirón en baja, con el Mini GT se alcanzan grandes velocidades con plena seguridad. En general el coche tiene buenas prestaciones, aunque esperábamos más en un coche de aspecto tan deportivamente agresivo, como es el "GT".
TRANSMISIÓN
La caja de cambios, como todas las del Mini, es muy dura en sus comienzos Y hasta que no se han recorrido unos 2.000 km. no se vuelve más asequible. El cambio está situado a poca distancia del volante y las operaciones de cambio son correctas, ayudadas por un ernbraque muy duro que hay que apretar con fuerza. Por lo demás las marchas son muy precisas y tan só lo el hallazgo de la marcha atrás es un tanto incierto, sobre todo en el largo período de rodaje de la caja de cambios. El desarrollo es mucho más adecuado que en precedentes modelos de Minis, y en particular la tercera velocidad es muy eficaz en los adelantamientos. Los sincroni zados y en particular el de la primera son muy eficaces y los recorridos de la palanca muy agradables ya que al ser muy reducidos ayuda a cambiar con rapidez. En suma una caja muy agradable pero que tendría que ser librada al público un poco rodada.
SUSPENSIÓN
Una vez más nos encontramos en un vehículo de B. L. Authi la célebre suspensión hidrolástica que en este modelo en especial da unos resultados excelentes. Por sus cortas dimensiones entre ejes, el Mini GT resulta un arma eficacísima en las carreteras tortuosas en los trazados por relieves difíciles, es en el punto de la estabilidad, donde la suspensión.juega la carta más importante. Una vez más hemos puesto de relieve el magnífico comportamiento de la suspensión en terrenos accidentados; si bien nuestras bombonas de líquido para la suspensión estaban un poco bajas y el reglaje un poco blando, el Mini en todo momento se ha comportado excelentemente, sobre todo en los recorridos de montaña y por malas carreteras, hasta de tierra en las que la absorción de las irregularidades del terreno era casi total.
Sin embargo en esta, como en otros tipos de suspensión, nos volvemos a encontrar con el dilema, de que si endurecemos la suspensión perdemos confort y viceversa. En este caso el Mini GT ha ganado en estabilidad lo que ha perdido en confort, por lo que las calles mal asfaltadas y las zonas con piedras no son muy del gusto del viajero.
DIRECCIÓN
La dirección del Mini GT es del clásico tipo de cremallera y en un coche de tan cortas dimensiones como éste, da unos resultados magníficos. La carrera del volante es muy reducida lo cual resulta sumamente agradable en ciudad y sobre todo a la hora de los aparcamientos. Con el coche parado resulta un poco más pesada la dirección que con éste andando; pero hay que tener en cuenta que todo el peso del motor, que es el de casi todo el coche, reposa sobre el tren delantero. Finalmente diremos que en buenas carreteras y a altas velocidades la dirección no tiende a ir muy recta, sino que hay que corregir frecuentemente sus trayectorias, debido a que como está muy poco desmultiplicada a la más mínima presión sobre el volante, hay que realizar correcciones de éste.
FRENOS
Los frenos en el Mini GT como en su anterior hermano de 1.300 c.c. son de disco delante y de tambor detrás. Si bien , en varias ocasiones hemos criticado en otros modelos este sistema mixto, hay que tener en cuenta que el Mini GT es un coche de bastante menos de 700 kilos y que por lo tanto su sistema de frenos no precisa la fuerza de uno destina do para un coche de 1.000 kilos.
En línea recta los trenos son excelentes y muy progresivos. Sin embargo hay que tener cuidado en su utilización en medio de una curva en donde la tracción delantera al tener el volante girado nos puede traicionar pues al blocar las ruedas directrices el coche puede derrapar. Pero en fin para que esto suceda se tiene que rodar a una velocidad bastante alta.
ESTABILIDAD
Las llantas con que viene equipado el Mini GT, además de bonitas son muy útiles a la estabilidad ya que al ser de mayor diámetro de garganta que las anteriores del Mini 1275 C. e ir calzadas de ruedas radiales Firestone Sport-200, mejoran en mucho la estabilidad ya de por sí buena del antiguo Mini. Por sus cortas dimensiones entre ejes el Mini GT se tiene excelentemente y si bien en las carreteras "redia" se pueden lograr medias altas con este coche, es en las pequeñas y sinuosas donde el Mini GT hace la diferencia con los otros modelos. En lluvia, su tracción delantera le ayuda a poderio conducir de una manera más fina, sin tener que ir acelerando y frenando ya que al ser sus ruedas anteriores las que arrastran al coche, éste se sujeta admirablemente en las curvas, tanto largas como cerradas donde no tiende a derrapar tanto de atrás como los coches convencionales de tracción trasera.
CONSUMO
Suponemos que uno de los procedimientos utilizados por B. L. AUTHI para mejorar las prestaciones de sus vehículos y en particular del Mini GT ha sido la de aumentar los pasos de carburación respecto al anterior modelo; por otra partel el Mini GT con su sonido.un poco elevado y su aspecto deportivo incita a los conductores a una conducción un tanto rápida, que inmediatamente son causas de un aumento en el consumo. Si bien por carretera el gasto de 9,2 litros a los cien kilómetros no es excesivo yendo bastante fuerte, en ciudad los 14 y hasta 15 litros a los cien se alcanzan con facilidad si uno empieza a salir un poco de prisa en los semáforos.
|
|