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Siata Formichetta 600-D
Continuando con nuestra serie de artículos sobre vehículos industriales, modalidad que abordamos dentro de la categoría de automóviles, comenzando a partir de las menores cilindradas, presentamos hoy una versión de transporte desarrollada sobre el popularísimo 600-D, cuyo chasis, cabina de conducción y detalles accesorios han sido conservados, con aisladas y pequeñas modificaciones, para adecuarlo a la función específica del transporte de mercancías.
Antes de comenzar la descripción de los resaltados obtenidos a través de las pruebas consideramos hacer notar que el 600-D, en sus versiones italiana o española, es uno de los coches mejor logrados tanto en lo que se refiere a diseño como a construcción dentro de su categoría. No vamos a negar, pues, que somos entusiastas de este «automóvil de bolsillo», motivo por el que hemos de ser extremadamente cautelosos en la crítica, evitando cualquier prejuicio y ser arrastrados por ese camino a una sobreestimación de sus méritos.
Es evidente, sin embargo, que nos encontramos ante un vehículo de categoría universal, y cuyo diseño ha hecho famoso en la más alta escala, dentro del campo automovilista, al ingeniero italiano Dante Giancosa, creador del mismo, y que ahora puede tener la satisfacción de verlo rodar por todos los caminos del mundo; a tal punto, que este coche utilitario es construido actualmente, y merced a la concesión de patentes italianas a Rusia, por la marca Zaporozhets de ese país, a falta de un diseño propio capaz de igualarle. Se excluye decir que nos estamos refiriendo al turismo, base del transporte ligero que nos ocupa.
Hecho este preámbujo nos disponemos a presentar la “Hormiguita” (significado literal de su nombre), denominación acertada, pues se trata de un transpone liviano, pensado para desplazar cargas muy fragmentadas en repartos ágiles, principalmente urbanos y de paquetería.
La furgoneta Siata Formichetta 600-D se construye en dos versiones diferenciadas: el modelo COMBINADO y el STANDARD ambos con idéntica mecánica y estructura pero dotado el primero de ellos con cristales fijos en las puertas de carga y un juego de asientos escamoteables, anclados articuladamente bajo la plataforma de carga; hasta accionar unos pestillos para levantar ésta y que aparezcan los dos asientos de emergencia sin más preparación. Estos asientos, de relativa comodidad y separados entre sí, tienen la típica factura de transportines, y aquí pensamos si no habría sido preferible montar uno solo, eludiendo la falta de espacio en posición de plegado, al adoptar un sistema exento de grosor, tapizado, semejante a los que vemos en otros vehículos utilitarios. Así, el asiento unitario (corrido) permitiría acoger a tres personas con toda comodidad.
Esta furgoneta tiene una capacidad de carga útil de 300 kilogramos , condiciones de marcha muy semejantes al turismo y puede ser conducida con carnet de tipo E (antes de segunda). Su aplicación más idónea la encontramos en el reparto de ciudad, si bien su motor la permite cubrir distancias interurbanas respetables, en atención a sus características mecánicas, velocidad de crucero conveniente y protección y confort de sus servidores.
DESCRIPCION DE LA CAJA DE CARGA
En principio hemos de decir que un automóvil de motor trasero no es la concepción ideal para ser convertido en furgoneta. No obstante lo cual, el ingenio con que han sido resueltos los inconvenientes da por resultado una caja útil en su carga y descarga. Otra cosa es ya el aprovechamiento de su volumen y la distribución de la carga.
La caja presenta, como puede apreciarse en el reportaje fotográfico dos portezuelas laterales amplias, con una altura de 95 centímetros y dimensión transversal de 74,5 centímetros en el vano que dejan practicable; es decir, su aclaramiento útil para recibir carga. Por ambas se alcanza la plataforma situada en pleno aprovechamiento de carga, a 44 centímetros del pavimento. Esta plataforma, que no ocupa toda la superficie de la caja, sino su mitad anterior, aproximadamente, en la parte posterior se continúa por dos repisas inevitables y que corresponden a los espacios ocupados por el puente trasero del coche, caja de cambios y cofre motor. Ese doble quebrantamiento reduce el volumen de carga, que aun así presenta una capacidad de 1,85 metros cúbicos .
En el plano posterior de la caja de carga encontramos un portón dotado de amplia ventanilla y que se abre acharnelado en el borde superior. Las medidas de este acceso son 88 x 43 centímetros y supone una facilidad para alzar los paquetes situados en la parte de atrás, toda vez que desde las portezuelas laterales sería incomodísimo.
Una vez levantada la plataforma de carga y situados los dos asientos en su posición útil, el espacio posterior se ve muy restringido, es irregular y de carga o descarga incómodas para paquetería de algún tamaño y peso.
La superficie portante está limitada por delante mediante un zócalo transversal, útil para fijar y contener la carga, evitando en buena proporción el abalanzamiento del porte sobre los ocupantes, toda vez que para facilitar más la carga y descarga de menudencias se han adoptado asientos abatibles de la misma factura que en el turismo; es decir, sin capacidad de contención por sí mismos en caso de frenazo brusco y colisión, detalle que se echa de menos en otros vehículos de su estilo.
Sin duda, la principal y gran ventaja que presenta esta furgoneta está en la facilidad que presta para su carga y descarga lateral, considerando la situación actual del tráfico urbano y, aún mas, la densidad que alcanzará en un futuro inmediato. Permite aparcar normalmente y realizar el transvase de mercancías cuando la proximidad de otro vehículo lo impide en una furgoneta de tipo corriente. Esto y lo bajo de su plataforma de carga la hacen extraordinariamente adecuada.
Las medidas internas de la caja de carga son: longitud, 157 centímetros ; anchura, 126 centímetros.
PRUEBAS DE CONSUMO
Las pruebas más laboriosas y que han de ser realizadas con mayor escrupulosidad son estas de consumo, fruto de repetidas experiencias, que requieren el montaje de instrumental complicado y de alta precisión, repitiendo los circuitos a diferentes velocidades y con riguroso control para eliminar toda posibilidad de error.
Con este fin, y una vez determinados los consumos, no conformes con ello, se realizan otras pruebas “testigo”, pasadas las cuales ya se dan como buenas las anteriores.
Para dar una idea de su ejecución diremos que el circuito escogido corresponde a una carretera de tráfico normal, con un perfil de pendientes adecuado para obtener un fiel reflejo del consumo particular del vehículo probado en condiciones de utilización normal. Este circuito, que es el mismo para todos los vehículos, tendrá, por tanto, además del valor comparativo, un significado real, capaz de servir de base al estudio económico de cada vehículo, en lugar de escoger los consumos de catálogo, cuyas verificaciones normalmente, y por haber sido realizadas en condiciones ideales, difieren bastante de la realidad de los hechos.
Estos tests se realizan sobre una base amplia de 5 kilómetros por verificación, lo cual reduce considerablemente la tolerancia y permite, ante todo, la realización de numerosos recorridos para obtener las medias exactas en colaboracion a la fidelidad de los aparatos empleados.
Como dato elocuente diremos que un racor o llave de paso que produzca un goteo superior a 2 gotas por 5 minutos es automáticamente descartado, y debe considerarse aquí que un centímetro cúbico contiene 16 gotas de esencia, y un litro, 16.000 aproximadamente.
Los coches ruedan con sus neumáticos inflados a presión de catálogo, y se considera el efecto de los vientos como coadyuvante a un falseamiento del resultado final, así como la exactitud de la carga prefijada.
La Formichetta 600-D, después de ser sometida a tan formidable censura, arrojó los consumos que pueden observarse en el eje cartesiano adjunto. Es un gasto correcto y naturalmente, superior al turismo, tanto por el mayor peso transportado como por el perfil aerodinámico del vehículo, que presenta una superficie posterior de succión considerable.
FRENOS
El sistema de frenos, de tipo hidráulico, monta tambores de expansión clásicas a las cuatro ruedas del tipo de zapatas colgadas; la bomba de accionamiento es de doble émbolo, y para más detalles técnicos remitimos al lector a la serie de artículos publicados sobre el Seat 600 y 600-D, en cuyo desglose mecánico encontrará detalladamente estudiados todos y cada uno de los elementos que componen este famoso coche.
El freno de mano es de mando mecánico y actúa sobre las ruedas posteriores con plena eficacia y a través de los mismos tambores, a diferencia del modelo antiguo, en que bloqueaba la transmisión.
Realizadas las experiencias necesarias, se llegó a los resultados expuestos en el gráfico de la prueba, significándose que fueron practicadas sobre pavimento seco y plena carga, empleándose la señalización y sistemas de seguridad habituales en estos tests, ya bien conocidos de nuestros lectores.
La carga, afianzada en una distribución racional, no representó problema alguno, confiriendo por su naturaleza un gravicentro bajo al vehículo. No se observó tendencia especial a derrapajes anormales ni debilitación en la efectividad del sistema hidráulico en forma apreciable.
La presión aplicada sobre el pedal de freno para lograr la detención total de la furgoneta fue de 21 kilogramos , media de tres comprobaciones y resultado favorable, por supuesto. Globalmente, la superficie total de frenos es de 432 centímetros cuadrados.
EMBRAGUE
Es monodisco de tipo seco y gran simplicidad mecánica, pero dotado de todos los elementos de homogénea adherencia y progresividad elástica que caracterizan al conocido 600-D.
El pedal, que presenta una carrera aproximada de 200 mm., requería en el modelo probado una presión de manejo del orden de los 5 kilógramos para desligar la planta de fuerza de la transmisión.
A través de las pruebas no se presentaron anomalías funcionales de ninguna especie, manifestándose de suave manejo y progresividad comprobada; en definitiva, correcto.
CAJA DE CAMBIOS
Se encuentra equipada con cuatro velocidades de disposición clásica en H y tipo “cloche” por lo que se refiere a su mando, lográndose la marcha atrás mediante una ligera presión hacia abajo y atrás, sistema éste idéntico al turismo, de discreta docilidad de manejo y segura.
Los desarrollos son perfectamente adecuados, y esto, unido a la proverbial elasticidad de su motor, hacen la conducción sumamente agradable y exenta de complicaciones relacionadas con el régimen de giro del motor, punto muy interesante y que debe ser tenido en cuenta, pues defiende la vida del motor y desentiende mucho al conductor de una vigilancia molesta, particularmente en los tráficos densos.
La primera velocidad es eficaz hasta el límite de adherencia de sus ruedas y confiere a esta pequeña furgoneta una cumplida capacidad “trepadora”; el segundo desarrollo, dadas las características de par del motor y su relación, la hacen una velocidad casi de transición y para ser utilizada a baja velocidad, puesto que el vehículo demostró que con su tercera puede remontar desahogadamente todas las rampas más corrientes en carretera, incluso cargada con 300 kilogramos , rehaciéndose siempre el motor favorablemente y con buen margen. Se encuentran sincronizadas la 2.ª, 3.ª y 4.ª velocidades.
La cuarta velocidad no es sólo una velocidad económica en situaciones favorables, sino un elemento de empuje efectivo que, dadas además las condiciones de buena estabilidad del vehículo, le permite mantener velocidades medias de viaje muy interesantes, y que estimamos para carreteras de primer orden y con perfil medianamente regular, de unos 60 km/h ., y más razonablemente, pensando en la conservación del motor en su límite de carga, de unos 55 km/h.; esto en atención al consumo y el mejor rendimiento de su planta de fuerza. De las consideraciones anteriores se desprende que la furgoneta está perfectamente capacitada para realizar viajes habituales, con una autonomía del orden de los 600 kilómetros, que pone a su alcance, en utilización ordinaria y plena carga, cualquier punto de España.
MOTOR
Es el sensacional 600-D, con cuatro cilindros en línea y cilindrada total de 767 c. c., refrigerado por agua en circuito precintado y con depósito auxiliar que aparece montado a la izquierda de la mampara que limita el cofre motor.
El circuito de engrase presenta un depurador centrífugo de aceite, y es activado por una bomba de engranajes de tipo clásico.
La distribución se realiza por el sistema OHV montando válvulas en cabeza. Es, definitivamente, un motor de tipo ortodoxo, fruto de las experiencias y solera constructiva de las factorías de Torino en su diseño. Un motor completo, en el que no se ha regateado un mecanismo ni un tornillo para conseguir el plan propuesto, y del que solamente lamentamos que carezca de camisas removibles.
Su potencia real es de 32 CV SAE, a 4.800 revoluciones por minuto, con un par motor de 5,5 kilómetros , a 2.800 r.p.m. (SAE).
Lo encontramos ubicado en un cofre de generosas dimensiones, y al que se llega a través de un amplio portón que presta magnífica accesibilidad a todos sus órganos, aumentada por el levantamiento de la repisa posterior de carga. Es, pues, un coche cómodo para el mecánico.
La temperatura del cofre-motor tras un largo recorrido no pasó por encima de los 25 grados centígrados, con una temperatura ambiente de 4 grados.
LA DIRECCION
Se trata de un elemento aquí que tiene el mayor interés para el usuario; una dirección inadecuada ya hace un desmerecimiento ostensible del vehículo de que se trate, y, en nuestra opinión, pone en «cuarentena» la decisión de adquirirlo. Si bien es cierto que en los vehículos popularizados prácticamente no existe una dirección taxativamente mala, sí hay mediocridades, y es este el motivo por el que hacemos recaer la atención sobre este apartado en todos los artículos.
La dirección de la Formichetta es buena, francamente buena, dentro de su categoría; no presenta en absoluto reacciones producidas por el pavimento y no llegan a las manos del conductor en ningún caso, aun circulando por terrenos removidos.
Es una dirección estable y segura, sin tendencia a desviaciones producidas por el bombeo de la carretera.
Su construcción es de tornillo sinfín y sector dentado, todo ello incluso en una caja cerrada e inabordable por los agentes exteriores.
Los radios de giro, que gráficamente pueden ser observados en el esquema publicado, demuestran bien a las claras su capacidad de maniobra, asunto importantísimo para desenvolverse en las condiciones difíciles que plantea el tráfico todos los tilas. Entre las dos posiciones extremas de las ruedas media un giro de volante de tres vueltas y 135 grados, con una relación de 2/26.
PUESTO DE CONDUCCION
Es en todos sus detalles idéntico al turismo, pero más sobrio; en él se ha prescindido del revestimiento de caucho sobre las cajas de las ruedas, alguna moldura y el distintivo de la marca sobre el tablier.
En el cuadro de instrumentos encontramos todos los elementos habituales, situados compactamente dentro de un zócalo plastificado: velocímetro con cuenta-kilómetros, el cual arrojó un error por exceso del 4 por 100 (muy exacto); termómetro de agua, dividido en tres zonas, la verde o de uso normal, que abarca de 70 a 110 grados centígrados (el circuito es sellado); indicador de nivel de gasolina, carga de la dinamo, presión de aceite, etc., todo ello muy simplificado.
La calefacción es exactamente igual que en el turismo; en la furgoneta resulta lenta y, si se quiere, algo insuficiente debido a que la disipación de calor dentro de toda la caja de carga es grande; no obstante, y como quedó demostrado en su comprobación, con una temperatura externa realmente baja (4 grados centígrados), con el coche totalmente cerrado, dos personas a bordo y durante un tiempo medido de quince minutos, elevó la temperatura interior a 21 grados, creando un ambiente confortable dentro de la cabina.
El termómetro utilizado, de alta precisión y muy rápido, se situó alejado de las salidas de aire caliente, ubicadas bajo el tablier entre ambos ocupantes, y sobre éste, en forma de ranuras desempañantes y antihielo.
A la izquierda vemos las tres luces “testigo”, indicadoras de señal de dirección, posición y stater, que viene montando Seat hace ya algún tiempo.
Los asientos son francamente cómodos dentro de su estilo y medidas. La dimensión transversal de la cabina es de 110 cm .
SUSPENSION
Es de tipo independiente a las cuatro ruedas, habiendo sido aumentado el “hilo” de los resortes para recibir su máxima carga de 300 kilogramos. Indudablemente, el diseñador ha calculado un amplio margen de seguridad, contando ya con la posibilidad de que indebidamente, la furgoneta sea cargada por encima de la cifra de catálogo, y ha hecho bien, ¡por supuesto!; pero, sin embargo, eso apareja la pérdida, en parte, de las características de “paso cómodo” del 600-D.
La amortiguación es buena; pero los resortes resultan, a nuestro modo de ver, algo duros, de tal forma, que se queda en discreta; en ese término medio en que no se sabe qué decir.
Al entrar en pavimentos adoquinados, la absorción es perfecta y exenta de vibraciones; en los baches de mediana amplitud no se aprecia resultan, a nuestro modo de ver, algo duros, de y tiene, en general, una estética atractiva.
LA CARROCERIA
Nos gustó mucho; es fuerte y está bien concebida, presentando una terminación muy satisfactoria en su estilo y en los detalles
La caja de carga, de excelente terminación, posee la rigidez necesaria para estos vehículos y tiene, en general, una estética atractiva.
La estanqueidad está asegurada y todas las superficies de carga son fuertes y se encuentran guarnecidas correctamente, detalle que no debería ser olvidado en ninguna furgoneta, pues las superficies metálicas arañadas propenden a oxidarse y son resbaladizas para la carga, precisando mejor afianzamiento.
Unicamente sería deseable una mejor calidad de los cromados, que con harta frecuencia observamos con superficies de corrosión (en matrículas altas). ¿No podría la casa cuidar la sección correspondiente? Ese detalle y la ovalización excesiva de muchos volantes de conducción deberían ser corregidos en seguida.
Y para resumir la opinión que nos merece este vehículo, procedemos a la clasificación general que a nuestro juicio merece:
Acceso a la caja de carga: 10. Acceso a los órganos del motor: 9. Habitabilidad: 8. Cambio de velocidades: 7. Frenos: 7. Maniobrabilidad: 9. Suspensión: 6. Solidez estructural del chasis: 9. Solidez estructural de la carrocería: 9. Dirección: 10. Estabilidad en carretera: 7. Calidad del motor: 10. Capacidad de subida en rampas extremas: 9.
Y por último diremos que se trata de un vehículo de características sobresalientes, y en el que se recibe, sin, duda, todo la que hoy se puede dar por el precio que tiene. Es una furgoneta, repetimos, en la que no se ha prescindido de nada necesario ni se ha pretendido obtener de mecanismos exiguos más de lo que pueden dar de sí. Es un producto evidentemente bueno y completo, que con el tiempo se va haciendo acreedor a una fama bien merecida.
El precio del modelo combinado es de 86.876 pesetas, y el standard cuesta 84.000; ambos franco fábrica. · Fuente: VELOCIDAD nº 235 (12-marzo-1966)
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