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Porsche 911 Carrera 2 (993)
El Porsche 911 sigue siendo el clásico entre los coches deportivos del mundo. Como ya informamos en el anterior número de Nueveonce, Porsche AG presentó la última versión del 911 en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt de este año. Su nuevo diseño ha causado impacto en todos los seguidores de la marca alemana, que han visto con muy buenos ojos la nueva carrocería y los importantes adelantos técnicos tan esperados en este modelo, que lo convierten en un clásico de vanguardia.
El primer contacto que hemos tenido con el 911 Carrera nos ha parecido interesante hacerlo en compañía de uno de los pilotos españoles que mayor relación tiene actualmente con la marca de Stuttgart, Jesús Pareja, un profesional con gran experiencia en carreras de resistencia con Porsche.
Desde su punto de vista, «Porsche ha encontrado una línea que es siempre actual y la ha sabido mantener viva durante 30 años. El 911 siempre ha sido bonito y no se ha pasado de moda. Además, lo admirable del 911 es que no es un deportivo para tenerlo en un garaje, lo que les sucede a casi todos; es un coche que lo puedes usar para ir a trabajar sin que resulte excesivamente llamativo, éste es el gran secreto de Porsche».
Pareja considera cualquier modelo de 911 como un deportivo de pura raza, pero reconoce que al compararlo con el nuevo Carrera, este último ha logrado una evolución técnica increíble que abre el abanico de posibles compradores.
«Durante tres décadas -explica Pareja- el 911 ha ido evolucionando uno sobre otro y de verdad creo que faltaba un verdadero cambio. Echábamos de menos los porschistas que no hicieran un coche con una tecnología a la altura de otros automóviles más modernos. El 911 se ha mantenido en una línea que buscaba más lo tradicional que la innovación. Han sido muy cautos a la hora de las novedades para no perder ese glamour tradicional de un Porsche 911. Ahora, con este nuevo deportivo, puede parecer una exageración, pero hay más salto del Carrera 2 al Carrera, que en los 30 años anteriores».
Las medidas de diseño para el interior, en el nuevo Carrera, están particularmente concentradas en áreas y elementos que necesitaban una mejora en la función. Los interruptores secundarios, tales como el accionamiento del techo o la luneta térmica se han reunido ingeniosamente en una banda al frente de la palanca de cambios.
En cuanto al comportamiento en carretera del 911 Carrera, Jesús estaba encantado: «Han cambiado cosas importantes como la suspensión, pues de ser un coche difícil y delicado de conducir, ha pasado a tener un comportamiento como el mejor de los deportivos. Se han conseguido suspensiones fantásticas que absorben casi como un Mercedes, sin perder sus características deportivas».
«El nuevo Carrera se sujeta perfectamente, frena con una suavidad y una efectividad que nunca había detectado en un Porsche. El Carrera 2 es duro si quieres ir seguro, con lo cual se pierde confort. Por otro lado es un deportivo delicado en curvas, es excesivamente ligero de delante, por eso subvira al meterlo en el propio apoyo de las curvas cerradas y sobrevira, una vez que ha apoyado».
«En los cambios de derecha a izquierda con el Carrera 2, aparece un momento neutro en el que es bastante delicado de conducir porque no se siente la parte delantera del coche, que flota. Estas reacciones son totalmente deportivas y muy divertidas, de lo que se deduce que para conducir un Carrera 2 hacen falta una buenas manos. El nuevo Carrera es mucho más civilizado y no por ello deja de tener un comportamiento deportivo si le buscas las vueltas».
«El motor de los 911 era y es fantástico -comenta Pareja-, pero el antiguo tenía un pequeño fallo para ser un coche deportivo. El régimen ideal de utilización era muy bajo, con lo cual la sensación de un motor deportivo muy revolucionado no la tenía al girar a regímenes bajos. Ahora, en el nuevo Carrera todo esto se ha mejorado de forma radical».
«Los frenos son buenos y la verdad es que no se puede pedir más, podrían ser un problema sin el ABS, por el exceso de frenada que se produce con la presión del pie. El ABS-5 corrige la falta de sensibilidad de un conductor con tendencia a pisar fuerte el pedal central, pues con pinzas de cuatro pistones y discos tan grandes serla fácil bloquear las ruedas».
«El cambio del Carrera 2 de cinco velocidades, en comparación con el del nuevo modelo, es lento y demasiado espaciado entre marchas. Con el de seis velocidades, se ha conseguido cerrar bastante la relación; así, la caída de 1.000 vueltas ha desaparecido y ya no se nota ese escalonamiento tan largo que existía en el mío. En el nuevo Carrera no se ha perdido la velocidad punta porque tienes la 6ª marcha, que realmente sólo se usa en autopistas».
«Por el contrario, en carreteras viradas, la 5ª se utiliza mucho más en el Carrera; por medio de este cambio, se ha podido pasar a un motor en el que el par esté a más alto régimen, ya que se puede sujetar con él. Es decir, el margen de utilización del motor lo han podido reducir, como consecuencia de tener el cambio más cerrado y ello ha llevado a que el régimen es más alto, con lo cual el ruido que hace el coche es más deportivo porque vas siempre girando a 500 o 600 vueltas más que antes».
«La aerodinámica del nuevo Carreja se ha mejorado y la estética de la parte trasera es fantástica. La zona delantera no deja de tener su aspecto 911, aunque ya se parece más a un 959. El 911, como todos los coches, ha tenido y tendrá defectos, pero muchas veces esos defectos son las cualidades que los diferencian del resto y que los hacen especiales».
Para terminar, Pareja nos ha transmitido la sensación de que se inicia una nueva era para el 911, en la que además de conservar su clasicismo, moderniza sus cualidades con otra filosofía de funcionamiento que lo hace, si cabe, aún más atractivo y deseado.
· Fuente: Nueveonce nº 3 (Noviembre-Diciembre 1993)
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