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Mercedes 190 E 2.5 16 Evolución
El Mercedes 190 E 2.5 16 Evolución es fruto de la necesidad de construir un mínimo de 500 unidades para poder homologar en Grupo A determinadas modificaciones en esta versión de la marca alemana. Aunque los rasgos externos sufren cambios notables, las principales diferencias radican en la mecánica, más deportiva.
En 1983, Mercedes-Benz presentaba en el Salón del Automóvil de Frankfurt el 190 E 2.3 16V, como respuesta a la presencia en el mercado del BMW 325i. Se trataba de una versión de «look» deportivo, debido a la incorporación de diversos aditamentos aerodinámicos, y potencia suficiente para proporcionar fuertes sensaciones a su conductor. El motor de 2.299 cc era una evolución del dos litros que equipaba la serie 190, e incorporaba una culata de cuatro válvulas por cilindro desarrollada por la firma Cosworth para la marca de la estrella. Aunque sus 185 caballos a 6.200 rpm permitían unas prestaciones elevadas, la relativa pereza de la mecánica a regímenes bajos y, sobre todo, la aparición del BMW M3, empujó a Mercedes a lanzar una versión más potente.
A finales de 1988, el 190 E 2.5 16V sustituía al 2.3 16. El incremento hasta 2.498 cc se traducía en una mejora general del rendimiento. Por un lado, la potencia máxima pasa a ser de 204 CV a 6.750 rpm, con lo que ello suponía de cara a las prestaciones. Por otro lado, el menor número de caballos por litro y el aumento de la carrera de los cilindros redundaban en un funcionamiento más elástico, con más potencia en la parte baja del cuentarrevoluciones, y respuestas más rápidas a las solicitaciones del acelerador.
El coche, como ya había sucedido con el 190 2.3 16, fue inscrito en el Grupo A del Campeonato Alemán de Turismos, donde debía verse las caras con los Sierra Cosworth y M3. Las modificaciones introducidas por éstos —recordemos la Evolución del BMW M3, que en su versión de calle pasó de 200 a 220 CV- hizo que el Mercedes volviese a quedar ligeramente por debajo de sus rivales.
Para remediarlo, los técnicos de Stuttgart crearon el 190 E 2.5 16 Evolución, con cambios que afectan tanto a la carrocería como a la mecánica.
Comenzando por la primera, el «Evolución» destaca por su nuevo alerón posterior, ahora mucho mayor. Asimismo, el spoiler delantero es regulable, mientras que el anterior era fijo. Otra modificación es el empleo de llantas de 16 pulgadas y neumáticos 225/50, en lugar de las llantas de 15 pulgadas y neumáticos 205/55 montados en la versión normal. La rebaja de las suspensiones en cerca de dos centímetros termina de configurar un conjunto de apariencia realmente impresionante; casi tanto como en su versión de circuito, con llantas de 18 pulgadas y carrocería aún más rebajada.
En el interior también se descubren cambios de importancia. El volante no cuenta con sistema «air bag», ni con asientos de regulación eléctrica. La tapicería no es totalmente de cuero, sino que combina este material con el paño. Incluso se prescinde del aire acondicionado. Detalles como los limpia- lavafaros se echan también en falta frente al 2.5 16 normal. Lo único que no ha cambiado es la calidad de acabado, que continúa siendo excelente, así como la instrumentación, realmente completa.
La reducción en el equipo —algo exagerada en lo que respecta al sistema de climatización, y más teniendo en cuenta que el Evolución sólo se ha fabricado en un calurosísimo color negro- tiene como contrapartida el montaje de serie de la suspensión con tres posibilidades de reglaje en altura, así como de un corrector de altura del eje posterior.
El motor de este Mercedes sigue proporcionando 204 caballos, pero esto no quiere decir que sea el mismo. Su capacidad baja hasta 2.463 cc debido a las nuevas dimensiones de los cuatro cilindros, con 1,8 mm más de diámetro y 4,4 menos de carrera. De esta forma, son posibles regímenes de giro mayores. La potencia máxima se obtiene a 6.800 rpm y el corte de inyección se produce en las 7.250 rpm.
Por contra, el funcionamiento a bajo régimen se ha visto algo perjudicado, lo que no se ha solventado del todo con el acortamiento de los desarrollos. El Mercedes 190 E 2.5-16 pierde algo de elasticidad y exige una conducción agresiva, no pudiendo negar que su objetivo es luchar en los circuitos. Aún así, nos parece más progresivo que el antiguo 2.3 16.
La velocidad máxima es un poco peor -224 km/h frente a 235 km/h de la versión de gran serie-, pero en aceleraciones y recuperaciones se mantiene a igual nivel, es decir, en un plano excelente.
El equipo de frenos conserva el esquema ya conocido de discos ventilados delante y discos macizos detrás, pero las dimensiones son mayores, lo que repercute en un mayor eficacia. Si antes las frenadas ya eran perfectas ahora lo son más... si es que es posible. Asimismo, el ABS Bosch funciona a las mil maravillas.
A un motor extraordinario y unos frenos de competición acompaña una estabilidad a toda prueba. El Mercedes se muestra neutro en cualquier circunstancia. Hay que hacer auténticas «maldades» con el volante y el acelerador para que el tren trasero tienda a derivar; y cuando ello sucede lo hace de un modo suave y controlable. El autoblocante ASD y su avanzada geometría de suspensiones ayudan a que el comportamiento sea de calificación «10». Además, todo esto se consigue conservando un elevado confort para los pasajeros, que sólo en firmes muy bacheados sentirán las irregularidades. La dirección es muy precisa y cómoda de manejar, aunque el diámetro del volante es excesivo para tratarse de un modelo de ambiciones deportivas.
Por todo ello, resulta lamentable que sólo sean 500 las unidades fabricadas. El coche es mucho más eficaz que la versión de gran serie y mantiene un cierto aire de discreción, cosa que no hace la segunda Evolución, presentada en Ginebra, cuyo gran alerón posterior parece desmesurado.
EL "EVOLUCION" EVOLUCIONA
Uno de los mayores focos de atención en el pasado Salón de Ginebra fue le Mercedes 190 2.5 16 Evolución II, que será fabricado en una corta serie de 500 unidades para su homologación en el Grupo A. Exteriormente, llama la atención su enorme alerón posterior, al estilo «F-40», que rompe todos los esquemas de lo que hasta ahora se ha conocido en la marca alemana. Los spoilers también se modifican, siendo ahora más prominentes, además de regulables, como ya sucedía en el primer Evolución. También son nuevas las llantas de cinco radios y 17 pulgadas de diámetro.
Al contrario de lo que sucedía en el Evolución I, el Evolución II ve incrementada la potencia de su motor de dos litros y medio hasta 235 CV, logrados a un régimen de 7.200 rpm. La excelente relación peso-potencia, y la cuidada aerodinámica -Cx de 0,30- hacen que las prestaciones sean mejores. La velocidad máxima se establece en 250 Km/h y la aceleración de 0 a 100 Km/h se realiza en 7,1 segundos.
· Fuente: P. Martín ( AUTO 1 Nº 96 - 1-abr-90 )
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