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BMW 528i Sport
Las versiones de los coches de serie normales son algo corriente en nuestros días y en tiempos pasados ya se realizaban. Las razones para la existencia de ellas son muchas: deseo de personalizar el automóvil propio, mejor comportamiento, más prestaciones, etc. Y estas razones dependen de la filosofía de los usuarios de cada país. En Estados Unidos, y más concretamente en la fértil California, las personalizaciones de los vehículos son moneda corriente, pero allí, ya se sabe cómo son de "niños" los americanos, se centran en el exterior del coche, buscando formas barrocas, con cromados, aditamentos en forma de animales o cosas, etc. A este fenómeno se denomina "coche pichicateado", y no mejora en absoluto, sino todo lo contrario, las prestaciones del coche tratado. En Europa, sin embargo, mucho más serios, las modificaciones tocan a lo esencial en los automóviles, la mecánica, sin olvidar el acabado y la presentación. Y es Alemania precisamente donde se llevan a cabo más versiones personificadas, en la lucha siempre constante por mejorar las prestaciones y el temperamento deportivo, con el fin de disfrutar de las libertades que se permiten en sus autopistas. El BMW 528i Sport responde a este sentir y, de paso, se hace más idóneo para las necesidades que nuestras vías y carreteras requieren.
El problema de esta versión Sport del BMW 528i es que llega a nuestro país en una edición muy limitada, tan limitada que se centra en 35 vehículos que sólo podrán ser admirados y disfrutados por los 35 primeros clientes que lleguen a BMW. De todas maneras, el hecho de que no se pueda comparar este modelo con aquel del que procede hará, a buen seguro, que BMW Ibérica, S. A., traiga más unidades, porque la diferencia entre ambos es abismal, y si el normal era bueno éste es magnífico.
APENDICES AERODINAMICOS
El buen gusto preside la presentación externa del Sport. Si esencialmente es un 528, es decir, una berlina del segmento medio alto, los apéndices aerodinámicos que se le han colocado le dan un aire fuertemente agresivo con connotaciones tremendamente deportivas. Son esos elementos lo que le distinguen del modelo normal. Así, en el frontal toma su sitio un enorme faldón, demasiado grande, puesto que a la hora de aparcar en batería hay que pensárselo mucho para que no roce con el bordillo (eso sí, es de material plástico). En él se sitúan unas aberturas de refrigeración laterales que le dan un aire distinto. En el paragolpes, de gran anchura, se encuentran los intermitentes y los faros auxiliares antiniebla. Lateralmente ninguna diferencia le separa del modelo normal a nivel de carrocería, si bien su aspecto se ve enriquecido por unas preciosas llantas de aleación ligera firmadas por BMW y que montan unos estupendos neumáticos Michelin TRX. Por último, en la parte trasera del coche sólo se aprecia una diferencia en forma de alerón (discreto) situado en el remate externo de la tapa del maletero. Como detalle curioso, en este coche ningún anagrama sirve para reconocerle frente a otros modelos de su serie, solamente está presidido el conjunto por el escudo BMW situado en la parte delantera del mismo. En definitiva, como veremos más adelante, es un "lobo con piel de oveja".
A TOPE DE EQUIPO
El interior del 528 Sport está caracterizado por una muy sobria presentación, como es costumbre en la firma muniquesa, y un completísimo equipo; todo ello con un acabado fuera de serie como conviene a la tradición BMW. Es un interior bastante oscuro por los colores empleados, por lo que la presentación se nos antoja algo floja. Pero, como en coches de la categoría del BMW la presentación austera y sobria no va a decidir ni a favor ni en contra, vamos a analizar los elementos que sí pueden jugar un importante papel en la elección. El conjunto del salpicadero es sumamente atractivo, presenta una ergonomía perfecta, con todo perfectamente en armonía para una mejor utilización del conductor. El cuadro de instrumentos, de forma curva, envuelve al conductor ofreciéndole una completa instrumentación, que al mismo tiempo es de fácil lectura y muy racional. Solamente, dado el talante deportivo del modelo, se echa en falta la existencia de un manómetro de presión de aceite. Otro acierto en el Sport es la adopción de un volante de diseño muy cercano al de los serie 6. Es de un tamaño adecuado y de un tacto muy agradable. La zona del conductor se completa por unos bien dispuestos pedales y un reposapiés izquierdos muy cómodo. Los asientos, del tipo Recaro, aunque fabricados en BMW, son auténticamente cómodos. Son duros, sujetan bien el cuerpo en las curvas y envuelven perfectamente a éste. Además, con la cantidad de reglajes que comportan permiten una adecuación con los elementos del cuadro mucho más conseguida que en las otras versiones de la serie 5. El asiento trasero, que incorpora un gran apoyabrazos central, es igualmente cómodo y apto para dos personas adultas que cuentan con sitio suficiente para las piernas y una distancia al techo más que importante. Sin embargo, a pesar de las grandes dimensiones del coche, al ser estrecho y largo no permite que un tercer pasajero se acomode en este asiento, por lo que hay que decir que la habitabilidad es algo justa. Por su parte, la accesibilidad es, tanto delante como detrás, perfecta gracias a sus enormes puertas, cuyos paneles interiores adolecen (como el resto del habitáculo) de una presentación fría y oscura. Pero, en conjunto, hay que convenir que el interior del Sport es muy completo y cómodo, pues ni siquiera el tarado más duro de la suspensión en este modelo perjudica el confort general para los pasajeros.
Lo que más llama la atención en este modelo, y al mismo tiempo lo que le da su verdadero valor, es el completísimo equipo del que se le ha dotado. Se trata de un paquete de opciones que se ofrecen por un precio de un millón pesetas y que forman lo que es en realidad esta versión deportiva. Lo interesante de este paquete es que si se quisiera añadir a un "528" normal estas opciones una a una saldría por el triple del precio ofrecido aquí, y además no se conseguiría exactamente la versión propuesta. Este equipo consta de todo lo que se pueda pedir y que detallamos en cuadro adjunto. En definitiva, algo concluyente a su favor.
El motor que equipa el 528 Sport el seis cilindros en línea de 2.788 c. c. y 184 CV. a 5.800 r. p. m. que ya equipaba a la versión normal. Como en aquel modelo es un motor que goza de un nivel de sonoridad ínfimo (sólo a muy altas revoluciones se puede llegar a decir que suena) y que además no posee en absoluto vibraciones. El rendimiento del motor es magnífico y goza de una elasticidad excelente. Pero si en el modelo normal el motor era brillante, aquí lo es más aún por estar unido a una caja de cambios realmente extraordinaria. Esta caja es de las llamadas por BMW Sport, de ahí la denominación del modelo, y se caracteriza por ser de relación cerrada y con una quinta directa en lugar de la superdirecta de la caja normal. Con ella se aprovecha la potencia del motor de una manera fantástica, llegando fácilmente al régimen máximo de éste, en el que se corta la inyección, que es del tipo indirecto Bosch L-Jetronic. Su par máximo es de 24,5 mkg. a 4.200 r. p. m., pero aun así la elasticidad es brillante por poder disponer de 20 kgm. a partir de 2.000 r. p. m.
Esta caja de cambios de relaciones cortas se caracteriza por la poca caída del régimen de giro del motor al pasar de una velocidad a otra, con lo que la brillantez de respuesta del motor no se pierde en ningún momento, cosa que sí ocurría con la caja normal de relaciones largas. Por lo demás, es una caja de cambios de una precisión excelente a la que sólo se le puede reprochar el hecho de que haya que habituarse a su manejo por tener la marcha atrás donde normalmente está la primera, ésta donde se encuentra habitualmente la segunda y así con todas las demás marchas. Pero esto, si al principio es incómodo, luego se demuestra como todo lo contrario, beneficiando además la rapidez en el engranaje de las distintas velocidades.
El equipo de frenado del 528 Sport está encomendado a un sistema hidráulico doble en diagonal, con frenos de disco en las cuatro ruedas, siendo ventilados los delanteros. Su eficacia es muy alta y, además, se ve incrementada por la incorporación en serie en este modelo del sistema antibloqueo ABS, que además de un elemento de seguridad muy importante, ayuda en buena medida a la alta eficacia de todo el sistema frenante.
El sistema de suspensión es el mismo que en el modelo normal, es decir, ruedas independientes en ambos trenes, Mc Pherson delante y de ruedas tiradas detrás. De todas maneras la modificación existe en él, se trata de un tarado general más duro de muelles y amortiguadores para adecuarlo mejor a las características del modelo sin perder por ello las condiciones de confort que siempre han caracterizado a los BMW 528.
El embrague es monodisco en seco, de diafragma, de una progresividad muy alta y un tacto del pedal correcto.
Por último, la dirección de recirculación de bolas servoasistida es suave y precisa, más aún que el modelo normal por la instalación del volante deportivo ya mencionado anteriormente.
CONDUCIRLO ES UN PLACER
Desde el primer instante en que uno toma contacto con el BMW 528 Sport se da cuenta de que su conducción debe causar un gran placer. Este fenómeno es clarísimo cuando uno se sienta ante el volante. Todo cae perfectamente a la mano, los mandos se accionan perfectamente (salvo el de las luces, bastante incómodo al seguir fielmente la tradición alemana), el asiento se acomoda perfectamente a todos los controles, el volante tiene el tamaño justo y es de excelente tacto, los pedales están bien colocados, permitiendo incluso realizar la maniobra del punta-tacón con facilidad, la palanca de cambio también se muestra a la altura del conjunto no precisando maniobras extrañas con el cuerpo para acceder a ella. Todo, absolutamente todo, está pensado para la mayor comodidad y disfrute de las características del coche.
La dirección se maneja con una facilidad excelente, incluso en maniobras de parado, con una precisión en carretera fuera de toda duda.
La visibilidad en el 528 es también muy buena, no ofreciendo ángulos muertos importantes en su carrocería y estando complementada por dos importantes retrovisores exteriores con mando eléctrico de regulación.
En cuanto a la climatización, el sistema de calefacción-ventilación es muy eficaz, gracias además al sistema de aire acondicionado de que se dispone en este modelo.
A su volante cualquier conductor se puede sentir perfectamente a gusto, incluso los de talla pequeña, pues he de admitir que al sentarme en el coche pensé que iba a tener problemas para adecuarme perfectamente, dado que al ser alemán suele pasar que esté pensado para personas de talla superior al metro setenta. Esta perfecta acomodación dentro del 528 se complementa perfectamente con el comportamiento del mismo que rápidamente vamos a referir.
COMPORTAMIENTO DEPORTIVO Y CONFORTABLE
El comportamiento en el 528 Sport es uno de los puntos más destacables. Aquí es donde viene a cuento lo del lobo con piel de cordero, porque, a pesar de los apéndices aerodinámicos que personalizan su carrocería, se puede pensar que se trata de una berlina del segmento medio alto y su comportamiento puede ser condicionado por este hecho. Pero nada de eso es verdad, su talante deportivo se aprecia perfectamente por su comportamiento, muy lejano al de una berlina normal, aunque el confort de este tipo de automóviles no se haya perdido por el endurecimiento general de la suspensión ni por el hecho de la incorporación de diferencial autoblocante.
Una de las características principales en el comportamiento del BMW 528i Sport es que gira perfectamente plano en las curvas, no acusando prácticamente ningún balanceo de la carrocería, lo que es otro de los factores que influyen en el mantenimiento del confort de los pasajeros. Este confort se logra ante todo gracias a los cómodos asientos, al aire acondicionado y al mínimo nivel sonoro y a la falta de vibraciones del motor.
La endurecida amortiguación realiza perfectamente su función, incluso en las onduladas y mal asfaltadas carreteras de segundo orden que forman una parte importante de nuestra red viaria. El coche parece ir en condiciones de conducción normal como sobre raíles, comportamiento que se mantiene en curvas amplias si se conduce a gran velocidad. En estas situaciones el coche mantiene fielmente la trayectoria marcada por su conductor, sin dar ningún susto. En curvas de radio medio se comporta de una manera prácticamente neutra, aunque en este tipo de curvas ya se deja vislumbrar que el morro tenderá a irse en curvas más cerradas, lo que efectivamente pasa. En zonas muy sinuosas esta sensación se produce de tal manera que es necesario incluso tocar algo el freno para volver las cosas a su sitio, ya que sólo con el volante no parece poder solucionarse esta situación. Lo que sí es importante en este tipo de situaciones es la excelente capacidad motriz de que dispone, gracias al diferencial autoblocante como a su suspensión deportiva, lo que es estupendo para conseguir salir de estas curvas sin perder en absoluto tiempo. De todas maneras, la velocidad de paso en curvas es muy amplia.
Además es un coche que apenas acusa el viento lateral cuando se circula a grandes velocidades, lo cual es muy importante cuando se viaja por autopista.
El funcionamiento de los frenos es modélico, no desfallecen en ningún momento sea cual sea la solicitación a la que se les haga funcionar. Esto, unido al sistema ABS hace que la sensación de seguridad sea más que importante.
La facilidad de accionamiento de la caja de cambios, lo rápido de la misma y la precisión de que hace gala, dan la impresión de que se está conduciendo un coche de competición, a pesar de su forma y de su tamaño. Otro efecto muy a tener en cuenta en este coche es el de que al no tener nada de sonoridad se va más de prisa de lo que a uno le puede parecer. Pero esto no entraña ningún peligro, porque todo está perfectamente adecuado para que esa alta velocidad se pueda mantener sin ningún problema.
La adherencia de los neumáticos Michelin que equipa es muy alta, con lo que la seguridad se manifiesta también en este apartado y, además, cuando esa adherencia disminuye, el autoblocante tarado al 25 por 100 se encarga de poner las cosas en su sitio.
UN TRUENO VESTIDO DE CALLE
Si su puesto de conducción es modélico, si su comportamiento es deportivo y eficaz, si frenos y dirección cumplen a la perfección su cometido, ya no sabemos qué adjetivo poner a su nivel de prestaciones. Parece mentira que un coche de apariencia de berlina tradicional pueda llegar a donde llega. Su nivel de velocidad máxima es increíble, superando los 212 km/h. en quinta como si tal cosa, gracias a lo adecuado del desarrollo de esa velocidad. En cuarta se queda en cerca de los 177 km/h., lo cual no está nada mal, teniendo en cuenta que para más velocidad la quinta es perfectamente utilizable.
Si la velocidad que alcanza es más de lo que cabría pensar, donde se manifiesta más brillante aún es en el terreno de las aceleraciones y recuperaciones. Gracias a lo ajustado de las relaciones de su cambio de marchas no es nada del otro mundo, aunque sea asombroso el hecho de que consiga sólo un poquito más de nueve segundos en ponerse a 100 km/h. y que no llegue a treinta segundos en hacer e kilómetro desde parado. Estos tiempo; son inferiores a los de sus más directos rivales.
En la recuperación desde bajas velocidades se da uno cuenta, aún más, de lo acertado de su cambio de marcha sport. Su capacidad para recuperar es fantástica, logrando ponerse de 40 a 100 km/h. en cuarta en menos de doce segundos y en quinta en menos de diecisiete. Estos valores indican igualmente el buen par motor de que se dispone ya desde las 2.000 r. p. m.
Es un coche en el que es realmente fácil ir de prisa, manteniendo unas velocidades de crucero ciertamente grandes, pero lo que más destaca es su facilidad de recuperación y sus increíbles valores de aceleración. Ha que tener en cuenta además, al habla de todo esto, que no es un coche precisamente muy ligero, sino más bien todo lo contrario, como lo demuestra sus 1.320 kilos.
UN CONSUMO MUY A TONO
A pesar de su cambio sport, los consumos de este coche no son en absoluto exagerados; al contrario, están muy a tono con las prestaciones que posee Es difícil pasar de los 11 litros en conducción normal, con un valor 90 km/h. de tan sólo 7,2 litros, que suben hasta los 10,6 a 120 km/h. En conducción eminentemente deportiva y muy alta velocidad es lógico que lo casi 17 litros consumidos sean elevados, pero, comparándolos con los valores de coches de parecidas prestaciones, no están nada mal. En ciudad el consumo es alto, pero gracias a su desarrollos de cambio, se puede circular en velocidades largas con el ahorro que esto supone; el no llegar a 15 litros nos ha parecido muy correcto. En cuanto a autonomía media, gracias los 70 litros de su depósito, se puede alcanzar los 530 km. con un consumo de 13,5 litros, lo cual tampoco es despreciable.
UN LUJO AL ALCANCE DE POCOS
Esperamos que BMW se dé cuenta de que 35 unidades son pocas para el exigente usuario español. El modelo normal del 528 no resiste la comparación con éste en ningún terreno. Presentación externa, equipo, posición de conducción, comportamiento, prestaciones y... consumo son bazas muy a tener en cuenta por aquel que quiera tener al mismo tiempo una berlina de representación y poder disfrutar de una conducción deportiva sin tacha. Sólo un lunar para el posible comprador, el precio, muy alto como en todos le BMW, a pesar de que el paquete de opciones salga más barato de lo que es normal.
· Texto: M. Domenech (VELOCIDAD nº 1188, 30 de Junio de 1984)
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