Al ver el gran garrafón sobre la baca se me han venido a la memoria unos hechos acontecidos allá a principio de la década de los 70 en este punto de la antigua N-120 a su paso por el Puente de Domingo Flórez, el puente que cruza el río Cabrera justo antes de encontrarse con el Sil.
Como se puede observar la entrada al puente se hace con una curva muy pronunciada que en la época de los hechos era aún más estrecha y sin la protección de las biondas actuales.
Pues bien, un frío día de enero Manolín (gran relojero ya fallecido) volvía del pueblo junto con su hermano y un cuñado con media docena de garrafones como el de la foto llenos con el aguardiente que habían destilado (como es costumbre) durante las Navidades.
Circulaban en una Siata como esta de la foto
Y tuviero la desgracia de patinar sobre la calzada helada, deslizándose por el terraplen hasta el cauce. Uno de los garrafones se volcó derramando el licor. Poco después de ser auxiliados llegó una patrulla de la Guardia Civil desde el cercano puesto del Barco de Valdeorras y tal era la pesta a alcohol que echaban que acabaron los tres en el cuartelillo acusados de conducir embriagados.
Finalmente, después de esclarecerse los hechos tras las declaraciones, fueron multados por una infracción contra la salud pública por transportar bebidas alcohólicas de procedencia desconocida.
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