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Peugeot 405 GTX
El 405 GTX realizado sobre la base del SRi, dispone de un equipamiento muy completo. Además, siguiendo la tradición de las siglas GTX dispone de una imagen deportiva. Su motor, el ya conocido de dos litros y 125 caballos de potencia le confiere unas prestaciones excelentes.
Peugeot utilizó por primera vez las siglas GTX en el 205, con ellas se identificaba una versión con una imagen claramente deportiva y que podía perfectamente satisfacer al usuario amante de esta estética, pero que no podía acceder al GTi. Más tarde sucedió lo mismo con el 309, que sobre la base del GT adquirió una imagen deportiva. Ahora le ha tocado el turno al 405. La marca del león para realizar la transformación ha utilizado la base del SRi, al que se ha mejorado con la incorporación de un alerón trasero, unos spoilers y espejos retrovisores pintados del mismo color que la carrocería y unas llantas de aleación muy atractivas, que le dan un aspecto muy similar a la versión más alta de gama, el 405 Mi16.
Por lo que respecta a su interior, también hay algunos cambios, con el fin de mantener la misma filosofía del exterior. Los más importantes son la adopción de unos asientos con una magnífica sujeción lateral y una tapicería más acorde con la nueva imagen de este 405. Sin embargo siguen teniendo el defecto que aquejaba a los del SRi, la banqueta es un poco corta. También dispone de un volante deportivo, con un diseño similar al del Mi16. A pesar de los retoques que ha experimentado, hay que seguir criticando su acabado, en el que siguen apareciendo algunas lagunas y que Peugeot no termina de resolver.
Esta nueva versión del 405, con la misma base mecánica que la del SRi, está dirigida a un tipo de clientela muy específica, a todo aquel que necesita un coche de uso familiar con una buena habitabilidad, pero a la vez amante de los coches con aspecto deportivo. Lógicamente por el equipamiento que ofrece el GTX hay que pagar un poco más que por el SRi, casi trescientas mil pesetas, una diferencia de precio hasta cierto punto razonable, ya que el nivel de equipamiento entre los dos es muy apreciable. Tan sólo equipar a un SRi con llantas de aleación y elevalunas eléctricos cuesta cerca de 110000 pesetas, si a esto añadimos el alerón trasero, los spoilers y espejos retrovisores pintados del mismo color que la carrocería, además de los retoques efectuados en el interior, la diferencia de precio para disponer de un coche con un aspecto mucho más deportivo está dentro de unos márgenes muy aceptables. Por lo demás, al igual que el SRi, sigue contando con sistema de aire acondicionado, dejando el fabricante como opción el sistema antibloqueo de frenos ABR a un precio de 226900 pesetas y el techo corredizo por 106100 pesetas.
Por lo demás, el Peugeot 405 GTX sigue manteniendo el elevado confort de marcha y magnífico comportamiento que siempre ha caracterizado a todas las versiones de la gama. Es un coche con una estabilidad a toda prueba, sin duda alguna líder entre los de su segmento en este sentido, que apoyado además por un motor de 125 caballos de potencia, capaz de ofrecer unas prestaciones muy dignas y una caja de cambios con unos desarrollos muy acertados le confieren un comportamiento muy ágil en cualquier tipo de trazado, siendo capaz de circular a buen ritmo por carreteras de montaña y de mantener una elevada velocidad de crucero en autopista.
Esta nueva versión del Peugeot 405 no tiene unos rivales específicos, podríamos enfrentarle a los del SRi, que tienen un aspecto menos deportivo. Pero sin duda su rival más directo es el Opel Vectra GT, que también dispone de alerón trasero y apéndices aerodinámicos. Cuesta menos que el modelo de Peugeot pero tiene un equipamiento más pobre, y poniéndolo al mismo nivel que el 405 viene a costar más o menos lo mismo.
· Texto: M. Madrid (MOTOR 16 nº 365, 20 de octubre de 1990) · Gracias a José Fidel por enviar el reportaje.
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