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BMW M3 Cabrio
Pagar casi diez millones de pesetas por un coche descapotable es un lujo que muy pocos se pueden permitir; entre otras cosas porque poseer un convertible implica tener otro coche para uso diario y utilizar el descapotable para pasear cuando llega el buen tiempo.
El M3 Cabrio es un coche muy especial, su mecánica derivada de la segunda evolución del M3 y decorada por Motorsport, filial de BMW encargada de preparar coches de competición, le convierten en un deportivo de paseo. Este BMW es un vehículo realizado artesanalmente, que ofrece la posibilidad de cambiar o añadir varios elementos de su producción a gusto del cliente.
El motor de 2,3 litros de cilindrada que monta el Cabrio, desarrolla ahora una potencia de 215 caballos, manteniendo la mecánica de cuatro cilindros y dieciséis válvulas. Es un motor que hace gala de unas magníficas aceleraciones aunque a la hora de recuperarse se muestra un poco perezoso. Para sacarle todo su jugo al Cabrio hay que mantenerlo alto de vueltas, de todos modos es un motor más que sobrado para un convertible. La caja de cambios es de tipo deportivo y se muestra muy eficaz, rápida y precisa. El único inconveniente es que hay que adaptarse a ella antes, porque los recorridos de la palanca son distintos, la primera velocidad está en la posición de la segunda, y la segunda en la de la tercera y así sucesivamente.
En un descapotable hay que analizar sobre todo la rigidez del chasis y la comodidad y facilidad de apertura de la capota. En estos dos apartados el BMW es sobresaliente. Al analizar el primero de estos apartados, observamos que los técnicos de BMW para evitar las torsiones del chasis, que obviamente al no tener estructura superior pierde rigidez, han reforzado los bajos, los laterales del coche y el arco de seguridad del parabrisas. El resultado de estos refuerzos ha sido óptimo, podemos tomar las curvas muy rápidas con el M3 Cabrio, sin que el chasis apenas se retuerza. Se puede ir muy rápido con él, sobre todo en curvas amplias, sin el temor de llevarnos un susto. La unidad probada estaba equipada con unos neumáticos más anchos y unas llantas de mayor tamaño que los que equipa de serie, pero que el fabricante ofrece en opción.
En cuanto al mecanismo que convierte en Cabrio al M3 es una auténtica maravilla. El sistema permite descapotar y capotar el BMW en pocos segundos sin tener que bajarnos del coche, con sólo apretar un botón. Es un dispositivo electro-hidráulico que funciona, por seguridad, sólo a coche parado y con el freno de mano echado. Para abatir la capota se sueltan dos cierres que están en el marco del parabrisas y se pulsa un botón, hasta que la capota se pliegue, se abra en la parte trasera un compartimento y ésta se recoja dentro.
En contra del M3 Cabrio, aparte de su precio y en función de éste, hay que decir que aporta un equipamiento muy escaso teniendo en cuenta el precio del coche. Otro defecto bastante incómodo son las vibraciones de la luneta trasera cuando se va deprisa y los frecuentes ruidos y crujidos al pasar por zonas de baches. También hay que mencionar que debido a los refuerzos del chasis, apenas hay sitio para meter la mano y accionar los reglajes de los asientos delanteros, a los que por cierto les falta apoyo lumbar, mientras que los traseros, sólo para dos personas, son bastante estrechos.
Otro detalle a tener en cuenta, es que cuando enrollemos los cinturones de seguridad, lo hagamos con suma delicadeza para que no se doblen (cosa que ocurre fácilmente por la posición de su anclaje), porque s no los inutilizaremos. La capacidad del maletero también se ha reducido bastante respecto al M3 normal, para dejar sitito a la capota y al mecanismo que la acciona.
En definitiva el M3 Cabrio es un descapotable con prestaciones de deportivo, con una carrocería bastante rígida gracias a los refuerzos a los que se ha sometido el chasis, con un mecanismo de apertura de capota eficaz y práctico, pero a un precio también a la altura de la circunstancias.
FRENTE A SUS RIVALES
Descapotables rivales del M3 por afinidad de precio y potencia, podemos considerar al Maserati Spider E (250 caballos y 8.556.488 pesetas) que tiene un mejor equipamiento con el encanto de los constructores artesanales, pero también con las típicas pegas de acabado, al Mazda RX7 Cabrio (200 caballos y 7.008.773 pesetas) es el representante de la tecnología japonesa, cuya peculiaridad es su motor rotativo; el Mercedes 300 SL 24V (231 caballos y 10.540.854 pesetas) con un excelente nivel de acabado es el descapotable de moda y uno de los coches más codiciados del momento. Por último hablaremos del Porsche 944 S2 Cabriolet (211 caballos y 9.439.214 pesetas) que tiene un excelente acabado y una línea excepcional, pero sus diferencias respecto a la versión con techo son excesivas. De todos estos, el BMW es, sin duda, el más deportivo y el que mejor permite dar gusto al acelerador.
PRESTACIONES
CONSUMO
· Texto: S. GARIH (MOTOR 16 nº 360, 15 de septiembre de 1990)
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