Creo que quedar en el Sgdo. Corazón y ver cómo está la cosa será lo más cabal. De todas formas, tampoco pasaría nada si lo dejamos para el próximo sábado. Haremos una cosa: a las 9, desde el Caranzón, llamaré al restaurante y les pregunto a ver sómo está la cosa allí arriba y con lo que nos diga, decidimos. Yo tampoco soy un suicida y más miedo que a la nieve se lo tengo al hielo, que ese sí que nos puede estar esperando en las alturas burgalesas.
Yo, personalmente, tengo la sensación de que la cosa no es para tanto y que el pronóstico busca cubrirse las espaldas (o cubrírselas al gobierno, después de lo que pasó hace un par de años en un puente de la Inmaculada) y dan alerta por cualquier borrasca. A ver, este otoño, ¿cuántas alertas ha habido en Euskadi? Por lo menos seis, y hemos tenido un otoño que yo no recuerdo.
A ti, Jesús, te llamaré sobre las 8 para decirte cómo está la cosa por aquí y así decides tú mismo.
Un saludo y ya veremos.