|
Peugeot 204 Diesel
Cuando inventó su motor, bastante particular, Rudolf Diesel se habría quedado muy sorprendido si le hubiesen contado el desarrollo de su invención. En efecto, el Diesel es el dueño y señor de los camiones y autocares, se extiende cada vez más entre los taxis y empieza su ataque a los turismos con éxito creciente. Desde hace poco, se ha descubierto que la combustión del gas-oil es químicamente menos nociva que la de la gasolina y las normas antipolución no tienen en cuenta los malos olores... Más recientemente todavía, la crisis de la energía y después el encarecimiento del petróleo han puesto de moda esta técnica, sobre todo en los países en los que el gas-oil se ha mantenido voluntariamente a un precio relativamente bajo, a fin de que no se encarezcan los transportes. Recordemos que en Alemania el carburante diesel cuesta poco más o menos como la gasolina normal. En España todavía cuesta 12,50 pesetas el litro de gas-oil. A este precio, los kilómetros parecen muy baratos y uno se olvida de muchos inconvenientes.
Peugeot es el único constructor francés que ha comprendido este problema y, junto con Mercedes, son las únicas fábricas que producen enteramente turismos Diesel. En Alemania, siguiendo una línea habitual, se aumenta la escala de potencia con el último tres litros cinco cilindros; en el caso de Peugeot se baja la cilindrada hasta 1.300 centímetros cúbicos. Las dos firmas están equilibradas con cuatro modelos cada una: 200-D, 220-D, 240-D, 240-D 3.0, en el caso de los Mercedes Diesel, y 204, 204 Break, 404 y 504 en el de los Diesel de Peugeot. Ha tenido que celebrarse el último Salón de París, bajo la presión de los acontecimientos, para que apareciese la Berlina 204 Diesel, que habría sido muy fácil de fabricar desde hace mucho tiempo, puesto que todos sus elementos estaban a punto en la fábrica para el modelo Break.
Este motor 204, el Diesel para turismo más pequeño del mundo, ha superado rápidamente algunos de los inconvenientes debidos a su juventud, que afectaban precisamente a su longevidad. Aclaremos que, en general, los grupos que funcionan con gas-oil suelen estar andados más sólidamente, mejor lubricados y están menos revolucionados que sus equivalentes de gasolina, por lo que son mucho más robustos, a pesar de la enorme compresión que soportan sus pistones y el embielaje. Este tipo de motores es infatigable, siempre que se realicen bien los reglajes de rutina.
CARACTERISTICAS GENERALES
El Peugeot 204 Diesel va equipado con un motor transversal que se deriva directamente del de gasolina; el motor es totalmente de aluminio fundido, con árbol de levas en cabeza movido por cadena. Su cilindrada es de 1.357c. c. y su relación de compresión es de 23,3 en lugar de 8,8. Su potencia real es de 45 CV. DIN a 5.000 revoluciones por minuto, en lugar de 55 CV. a 5.800 r. p. m., como ocurre con el modelo normal. La alimentación se consigue por una bomba de inyección Bosch y la potencia del alternador es de 600 vatios en lugar de 350 como en el 204 de gasolina. La batería es de 65 A . en lugar de 40. El cambio, con cuatro relaciones, va colocado bajo el motor, con engrase común a éste, y el embrague, en punta de cigüeñal, lleva mando hidráulico. La desmultiplicación de velocidades no ha cambiado, y la palanca junto al volante, tampoco.
En cuanto a los frenos, continúan siendo de disco los delanteros y de tambor los traseros, asistidos por depresión, para conseguir lo cual se ha colocado una bomba de vacío movida por el motor. La dirección no se ha modificado. La suspensión, independiente para las cuatro ruedas, funcione con resortes helicoidales; los delanteros, tarados, un poco diferente, para compensar los treinta kilos adicionales del motor Diesel, respecto al de gasolina. Los neumáticos son de 145X14, en lugar de 135. La carrocería no ha sufrido ninguna transformación especial, a no ser -como en todos los modelos del 75- por la rejilla delantera negra. No se sabe bien por qué, el techo practicable no se ha ofrecido en opción en la versión Diesel. También podríamos preguntarnos por qué razón Peugeot continúa utilizando la carrocería del 204 ya anticuada y arrinconada entre la del 104 y la del 304, sin aprovechar la ocasión para haber lanzado un 304 Diesel que estaría más de moda.
PRESTACIONES Y CONSUMO
Para el modelo Diesel se anuncia una velocidad punta de 130 kilómetros por hora, es decir, diez kilómetros menos que el 204 normal. En el anillo de Montihéry alcanzamos exactamente los 129,9 kilómetros , lo que quiere decir que el coche cumplió perfectamente con lo prometido. De hecho, el motor nos ha perecido tan adecuado para la ciudad como para las autopistas. Las aceleraciones son francas y la estabilidad satisfactoria, mejores que en el caso de modelos Diesel mucho más prestigiados. La velocidad máxima se consigue con rapidez., y este modelo circula con tanta facilidad como cualquier otro.
La aceleración, con salida parada y dos persones a bordo, se concretó en les siguientes cifras: los 400 metros , en veintidós segundos tres quintos, y los 1.000 metros , en cuarenta y tres segundos un quinto. Las recuperaciones desde los 40 kilómetros por hora en cuarta son todavía más favorables, gracias a un par motor situado muy abajo, cubriendo los 400 metros en solamente un quinto de segundo más que en las pruebas de aceleración y un segundo más en los 1.000 metros .
En el cambio, las velocidades están muy bien escalonadas, y las cuatro velocidades se engranan con facilidad. Subiendo el régimen a 5.000 vueltas se consiguen 58 kilómetros por hora en segunda y 90 en tercera. La palanca está bajo el volante y es siempre muy suave de accionar. Es una lástima que esta disposición ya no esté de moda, porque tiene la ventaja de dejar el suelo, delante, completamente despejado, lo que permite, por ejemplo, al conductor poder salir por la portezuela derecha. La sincronización no tiene defectos la marcha atrás entra con facilidad.
El consumo se ha medido rigurosamente, obteniendo en un recorrido de 200 kilómetros , 5,7 litros a 70 kilómetros por hora de media. En recorrido que incluía 300 kilómetros de autopista, la media dio 8,25 litros a 94 kilómetros por hora de media. En autopista, también, a 124 kilómetros por hora de media, el gasto fue de 9,15 litros , lo que supuso el circular constantemente al máximo de las posibilidades del Diesel. La curva de gasto a velocidades constantes: en Montthéry pasa de 4,25 litios a 50 kilómetros por hora, a 8,1 litros a 90 kilómetros por hora y 11,6 litros a los 130 kilómetros por hora. Como se verá, el coche resulta muy económico, sobre todo teniendo en cuenta el precio del carburante que emplea.
SEGURIDAD
El 204 nunca se ha caracterizado por la estabilidad o la adherencia. Con el peso suplementario lleva en las ruedas delanteras motrices, la versión Diesel parece más equilibrada. En relación con las velocidades que puede alcanzar, la seguridad que proporciona el coche es ampliamente suficiente en todo tipo de circunstancias. El coche es todavía bastante sensible al viento transversal. Con lluvia, los numáticos Kleber V10 han dado un resultado satisfactorio. En curvas, la falta de potencia resulta a veces molesta, sobre todo en montaña.
La frenada ha resultado ser eficaz, gracias a una asistencia más rápida y enérgica. Precediendo a dar un frenazo brusco, el 204 se mantiene en línea recta, y el efecto de calentamiento en los frenos no se nota. Conviene que precisemos que en los Diesel el freno motor es más potente, bastando con que levantemos el pie para que disminuya la velocidad, y al reducir, el efecto es muy eficaz. La dirección no resulta fatigante ni yendo a poca velocidad. A pesar de una desmultiplicación considerable, la precisión es normal.
COMODIDAD
Las reacciones de la suspensión son, más o menos, idénticas a las que se producen en el modelo normal, es decir, que la comodidad es buena en conjunto. Desafortunadamente, el constructor no ha cuidado lo bastante la insonorización, y el coche es más bien ruidoso en cuanto aumenta de régimen. Una resonancia bastante desagradable aparece hacia los 110 kilómetros por hora, pero a menos velocidad no se oye demasiado la mecánica. En frío, el ruido que produce un Diesel es considerable, sobre todo en el exterior. Creemos que Peugeot debería haber aislado mejor el habitáculo, forrando por dentro el capot y aislando más el suelo. En ciudad se siente un poco también el olor del gas-oil.
El habitáculo no ha cambiado en absoluto, ni los asientos, que son los de serie y que están mal diseñados, no sosteniendo el cuerpo lo suficiente en las curvas. En contraposición, la postura del conductor es cómoda y amplio al sitio que queda para las piernas delante.
La presentación y el equipo son idénticos a los del modelo de gasolina, con dos totalizadores y un gran reloj, los indicadores son poco visibles, sobre todo de noche. Es de criticar también el complicado sistema de arranque y pare del motor. La llave de contacto-antirrobo se complete con una tecla que acciona el motor de arranque, situada en el extremo izquierdo del cuadro de instrumentos; en frío, hay que esperar veinte a treinta segundos para que las bujías de precalentamiento se pongan al rojo. Para parar el motor se tiene que accionar una especie de palanca a la izquierda del volante. En los motores Diesel más modernos, como son el Opel y el Mercedes 3 litros , todas estas operaciones se concentran en la llave de contacto. Otro inconveniente propio del Diesel son las vibraciones al ralentí. Se tendría que haber consolidado el cuadro de instrumentos que se mueve a veces de manera inquietante, para conseguir una mayor duración de los instrumentos de control. Los limpiaparabrisas sólo tienen una velocidad, y se ponen en marcha por la acción de un botón en el cuadro de instrumentos, lo que resulta poco práctico. Por el contrario, basta con accionar el dispositivo de encendido de los faros para que las escobillas se muevan un poco y funcione el limpiacristales eléctrico.
En las versiones de 1975 se han añadido dos interruptores, uno para los intermitentes en posición de peligro y otro para la luneta térmica. Curiosamente, la bocina se agrupa con la palanca de los intermitentes.
CONCLUSION
La Berlina 204 Diesel es muy interesante gracias a sus prestaciones y a una elasticidad fuera de lo común. Su consumo es particularmente bajo, según la manera de conducir. Es cierto que habría que circular mucho para, gracias a las economías de carburante, amortizar el suplemento de precio en la compra, pero el usuario a menudo sólo ve la economía inmediata que realiza al llenar el depósito. El coche decepciona un poco por su alto nivel sonoro, que podría haberse reducido con el empleo de materiales aislantes. Pero todo se le perdona por lo relativamente poco que cuesta el litro de gas-oil. · Fuente: AUTOPISTA nº 836, 22-febrero-1975
|
|