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Lada Samara 1.3 S

 

 

VIRTUDES

· PRECIO

· TREN DELANTERO

 

DEFECTOS

· POSICION DE LA PALANCA DE CAMBIOS

· INCLINACION EXCESIVA DE LA CARROCERIA

· SUSPENSIONES BLANDAS

· ACABADO

 

 

Lada siempre ha sido la marca automovilística de la Europa del Este que más se ha aproximado a los modelos occidentales. Con el Samara, Lada pretende afianzarse en el mercado capitalista de los utilitarios con los mismos argumentos que sus colegas de Occidente, pero con un precio muy competitivo.

 

¿Qué carro es éste? «Un Lada Samara. ¿Cómo? Un Lada Samara. Un Lada ¿qué? Lada Samara, es un coche ruso. !Ah, ruso!»

 

Diálogos como el anterior fueron habituales a lo largo de la prueba, debido a la escasa presencia del modelo soviético en España, quizá por el desprestigio que acumulan en nuestro país los automóviles de las naciones del Este tras experiencias pasadas. Pero, con el Samara, Lada ha elegido el camino de la modernidad: cualquier parecido con sus ancestros es mera casualidad. Con este vehículo, Lada no sólo renuncia a las mecánicas obsoletas y tragonas, sino también a la rigidez estética y a los diseños anticuados, desprovistos de imaginación y atractivo, para dejar paso a los nuevos vientos de libertad que barren el Oriente europeo.

 

 

El motor, un cuatro cilindros en línea alimentado por un carburador de doble cuerpo, es producto de las mejores técnicas europeas: concretamente de la colaboración con Porsche. El resultado es un propulsor elástico y eficaz que rinde 65 CV a 5.600 r.p.m. con un par de 9,6 mkg. a 3.600 r.p.m. en su versión de l.300c.c. y que permite al Samara alcanzar, oficialmente, una velocidad máxima de 150 km/h. El rendimiento es brillante, aunque se ha buscado una buena respuesta a bajo régimen a costa de sacrificar algunos caballos. En resumen, un motor cuyo encanto reside en su discreción: sin grandes virtudes, pero sin apenas defectos.



HABITÁCULO ESPACIOSO

 

La postura de conducción es buena, aunque peculiar. El volante posee la inclinación y la altura justas para su correcto manejo, a pesar de un aro algo fino y de un diámetro excesivo para nuestro gusto. Está muy separado del salpicadero, permitiendo que el asiento pueda colocarse retrasado sin que estorbe en la flexión de piernas y brazos. En este caso, el problema radica en la palanca de cambios. Su ubicación baja e inclinada hacia la derecha no está en consonancia con el resto de mandos, lo que obliga a mantener el brazo en tensión al cambiar de marcha o a acercar demasiado al volante.

 

 

El manejo de los distintos órganos del coche no es del todo idóneo. La leva del cambio se acciona con excesiva dureza y lentitud; mientras que la dirección resulta un poco pesada en maniobras a baja velocidad. A ésta, sin ser una maravilla en cuanto a precisión o rapidez, tampoco se la pueden achacar importantes defectos, tan sólo un retorno brusco y fulminante que conlleva algún que otro disgusto si no se sujeta bien.

 

La posición del pedalier tampoco es la más correcta, sobre todo a causa del pedal del acelerador, que se encuentra poco más o menos a la altura de los Urales: alto y desplazado a la derecha. Esto, junto al tacto del freno, no permite realizar con facilidad la maniobra del punta-tacón, aunque poco le importará al usuario normal del Samara, que ni siquiera sabrá lo que es.

 

Los asientos tienen buena pinta, pero nada más. Son estrechos en la parte superior del respaldo y largos de banqueta. Respecto a la sujeción, sólo se puede decir una cosa: no existe, limitándose a un relativo confort con un mullido algo blando que no es recomendable para efectuar un viaje Madrid-Moscú.


 

FRENOS EUROPEOS, ACABADO SOVIETICO

 

El apartado de frenos se resuelve de forma convencional: discos delante y tambores detrás, que cumplen bien su función de detener los 906 kg. que pesa el conjunto, aunque el tacto del pedal no nos ha entusiasmado. Para frenar de modo enérgico se debe hundir bastante el pie, pero con la precaución de dosificar correctamente la frenada. De lo contrario, el servofreno actúa de manera violenta y bloca con facilidad las ruedas delanteras con un acusado cabeceo del morro.

 

En las bajadas de los puertos largos hay que cuidar de no fatigar los frenos, pues podemos encontrarnos con un desenlace desagradable en las últimas pendientes. Cuando se está detenido en una rampa se tiene que prestar atención a la presión que se aplica sobre el pedal, porque, como mencionamos con anterioridad, la carrera del mismo es demasiado esponjosa, y en un descuido el Samara se desliza hacia atrás.

 

 

Donde más da la nota el Lada Samara es en el interior. El acabado denota su origen ruso con defectos de terminación y ruidos por todas partes. Los materiales son de escasa calidad, y están rematados de forma ya poco habitual en Occidente, con colores poco afortunados que le transfieren una personalidad sombría.

 

En general, el aspecto es pobre y triste, con defectos de bulto como la ausencia de cenicero en las plazas traseras.

 

En cuanto a la información, ésta es escasa y errática. El cuadro carece de cuentarrevoluciones, pero incorpora un «económetro» y un voltímetro que acompañan a los clásicos indicadores de la temperatura de agua y del nivel de combustible. La aguja de este último baila de modo frenético, y tan pronto señala que hay que repostar como que el depósito está medio lleno.

 

 

El equipamiento no puede catalogarse como deficiente, si tenemos en cuenta el precio del Samara. Además, presenta algunos detalles de los que adolecen otros modelos de igual o superior categoría, como el limpiaparabrisas trasero, el retrovisor exterior derecho o el reglaje interior de los faros. Por otro lado, la habitabilidad es buena en las plazas delanteras, pero se ve penalizada en las traseras por unos asientos muy anchos que restan espacio a las piernas.

 

 

Una vez que dejamos el denso tráfico urbano y nos adentramos en las deterioradas carreteras de nuestra geografía, el Samara empieza a mostrar su verdadero carácter. Al apurar las marchas, el Lada sube de vueltas con un ruido característico de avioneta que si bien no resulta molesto tampoco es agradable. Evidentemente, la semejanza con la avioneta no va más allá del ruido: los 65 CV no dan para más.

 

 

El escalonamiento del cambio hasta la tercera velocidad es correcto, y le saca buen partido a la mecánica, pero el problema reside en las dos últimas relaciones. Tanto la cuarta como la quinta son excesivamente largas, y su uso se limita a rectas largas con tráfico despejado, logrando superar los 150 km/h. de velocidad máxima oficial en sendas relaciones, siempre y cuando las condiciones sean muy favorables.

 

 

El comportamiento del Lada Samara es noble, mientras no se le exija demasiado. Al límite de la velocidad, aproximadamente 165 km/h. reales, se muestra estable, y tan sólo parece flotar en zonas abiertas con viento lateral. En zonas viradas, el Lada se mueve con agilidad y sólo a la hora de ajustar las trazadas presenta un leve subviraje que se corrige a base de acelerador y volante. La dificultad estriba en mantener la carrocería horizontal: las inclinaciones son espectaculares, y entrando a muerte la oscilación es tal que viene acompañada del levantamiento de la rueda interior trasera. El paso por curvas rápidas se puede hacer a buen ritmo gracias a un tren delantero que pisa estupendamente.

 

Las suspensiones trabajan bien en terrenos bacheados (ideales para el asfalto de nuestras carreteras), pero su excesiva blandura posibilita unos apoyos muy suaves que hunden literal y lateralmente al coche. En definitiva, un comportamiento bueno si no le buscamos las cosquillas.

 

A modo de resumen podemos afirmar que el Lada Samara es un vehículo elaborado en la Unión Soviética a imagen y semejanza de los modelos occidentales; un automóvil equilibrado, destinado a aquellos usuarios que requieren un utilitario versátil y económico, sin más. Sin duda es el coche de la era de Gorbachov, la quintaesencia de la «perestroika», el precursor de un futuro que se adivina lleno de potencialidades.

 

 

LADA SAMARA 1.3 S

 

 MOTOR

 

 Disposición:

Delantero transversal

 N.º de cilindros:

Cuatro en línea

 Diámetro x carrera:

76x71 mm.

 Cilindrada:

1.288 c.c.

 Relación de compresión:

9,9:1

 Alimentación:

Un carburador de doble cuerpo

 Distribución:

Un árbol de levas en cabeza, correa dentada

 Potencia máxima:

65 CV a 5.600 r.p.m.

 Par máximo:

9,7 mkg. a 3.500 r.p.m.

 TRANSMISION

 

 Disposición motriz:

Delantera

 Embrague:

Monodisco en seco

 Caja de cambios:

Manual de 5 velocidades

 Relaciones del cambio:

1ª. 3,636
2ª.  1,950
3ª. 1,357
4ª. 0,941
5ª. 0,784

 Relación del puente:

4,130:1

 CHASIS

 

 Tipo:

Monodisco autoportante

 Carrocería:

Berlina de 5 puertas y 2 volúmenes

 SUSPENSION

 

 Delantera:

Independiente tipo McPherson

 Trasera:

Eje semirrígido

 DIRECCION

 

 Tipo:

Cremallera

 FRENOS

 

 Delanteros:

Disco

 Traseros:

Tambor

 RUEDAS

 

 Llantas:

Acero estampado

 Neumáticos:

165/70 R13

 DIMENSIONES

 

 Longitud:

400,5 cm.

 Anchura:

162,0 cm.

 Altura:

140,2 cm.

 Distancia entre ejes:

246 cm.

 Vía delantera:

139 cm.

 Vía trasera:

140 cm.

 PESO

 

 Peso en orden de marcha:

900 kg.

 Relación peso-potencia:

13,9 kg/CV

 CAPACIDADES

 

 Depósito de gasolina:

43 litros

 Maletero:

432 litros

 CONSUMOS

 

 A 90 km/h.:

5,4 litros

 A120 km/h.:

8,0 litros

 Urbano:

7,9 litros

 PRESTACIONES

 

 Velocidad máxima:

152 km/h.

 De 0 a 100 km/h.:

14,5 segundos

   

 

 


· Fuente: F. J. Sánchez y J. M. Martínez (AUTO HEBDO nº 266, 19 de mayo de 1990)

 

 
 
   
   

 

 

 

Censo de pruebas del LADA SAMARA en la prensa del motor española (14)

 

 

 

 FIAT PANDA/LADA SAMARA 1300/RENAULT 4 GTL CLAN/SEAT MARBELLA XL

 AUTO 1 Nº 107 (MAYO 1991)

 
 

 

 LADA SAMARA

 MOTOR 16 Nº 263 (5-11-88)

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 LADA SAMARA

 AUTOPISTA Nº 1528 (27-10-88)

 
 

 

 LADA SAMARA

 AUTO 1 Nº 070 (8-12-88)

 
 

 

 LADA SAMARA

 COCHE ACTUAL Nº 040 (8-12-88)

 
 

 

 LADA SAMARA 1.3 S

 AUTO HEBDO Nº 0266 (19-05-90)

 
 

 

 LADA SAMARA 1.3/SKODA FAVORIT 136L

 AUTOPISTA Nº 1656 (11-04-91)

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 LADA SAMARA 1.5 4P

 MOTOR 16 Nº 478 (15-12-92)

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 LADA SAMARA 1300

 SOLO AUTO ACTUAL Nº 56 (5-05-89)

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 LADA SAMARA T3

 AUTOMECANICA Nº 257 (AGOSTO 1991)

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 LADA SAMARA-PORSCHE T3

 AUTOPISTA Nº 1665 (13-06-91)

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 LADA SAMARA/SEAT IBIZA 1.2

 AUTOPISTA Nº 1537 (29-12-88)

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 LADA SAMARA/SEAT IBIZA SPECIAL

 MOTOR 16 Nº 273 (14-01-89)

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 LADA SAMARA/SKODA FAVORIT

 MOTOR 16 Nº 319 (2-12-89)

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Comentarios de los lectores: 26
 

 

11. Ru! 

Pensándolo bien, es de los pocos coches del este que se han visto en un número apreciable en mi ciudad. Solo se me ocurren tres: el Lada Samara, los Lada Niva y algún Skoda (pre-Volkswagen, quiero decir).

Quitando eso, recuerdo haber visto uno o dos "Lada 124". Del resto (Trabant, Wartburg y demás) no he visto ninguno en la vida.

 

 

12. Froilán 

Tengo recuerdos muy vagos de toda esa morralla del otro lado del Telón de Acero, a cual menos apetecible. Aparte de Lada, se vendía Trabant, Wartburg (con motor de dos tiempos), ARO... Y en motos Jawa y MZ. A Skoda también la metía en ese lote, pero por lo que decís parece que estaba a un nivel un poco más alto. En mi zona no se veían demasiado, de hecho algunos sólo me suenan por los listados de precios de las revistas que compraba allá por los 80-90.

 

 

13. Florentino  

@jbf, recuerdo que Nicolas Sartorius tenía un Lada de los de carrocería 124, con faro cuadrado, que creo que con el tiempo (mucho tiempo) mejoraron en fiabilidad y acabado

 

 

14. Florentino  

@Oscar de Lleida, si, efectivamente era a Amedee Gordini al que quería referirme, me equivoque porque el R-5 Alpine llevaba el motor Gordini. En cuanto a los Skoda también tienes razón era Ricardo Engeniering a quien acudieron para afinar el motor. Por otro lado, el motor del Favorit era todo aluminio, al contrario que la serie 120/130 que, efectivamente si que llevaban el bloque de aluminio (a excepción del cupé 136 G que fue el primero en montar el todo-aluminio). Eso muestra que los Checos eran los más avanzados ya que tenían su propia tecnología y con licencia de otra marca. Ese motor, en versión 1.4 lo monto Volkswagen en el Felicia si no recuerdo mal. Lo curioso es que el Niva si tenía buena fama, de hecho fue como un precursor del Suzuki todo terreno.

 

 

15. Jbf 

Modelo que ya en su tiempo se veía tosquísimo.

Carrocería de lineas sinplisimias y que aún así parecia desajustada. Salpicadero "hueco", como de cartón. Intwrruptores con hilguras. Asientos que parecían dos cojines blanditos articulados. Comportamiento errático.

Lo único que adoro salvaba era el motor.

No tengo nada claro que mejorase en algo a los derivados del 124 o los Niva.

Y no mejoraron nada a lo largo dd su vida comercial, como sí hizo su contemporáneo el Favorit. Y es que los Skoda, también los Rapid, estaban un par de peldaños por encima de estos Samara.

Pero para coche raro, el Tatra, una casi limusina con su motor V8 trasero...

El Samara sólo ll compraban los que iban a precio o militantes muy concienciados del PC, que en 1990 eran ya muy pocos...

 

 

16. Oscar de Lleida 

@Florentino: El motor del Favorit era curioso porque el bloque era de aluminio, pero la culata era de hierro, al revés que todos los fabricantes, cuando no son todos de hierro. Este motor, como dices, es cojonudo. ¿Si lo desarrollo un estudio técnico inglés?, debía ser el de Harry Ricardo (diseño varios Diesel y entre otros en gasolina el de Saab y Triunph).
Respecto a la mejora de los motores Renault no era Alpine, si no Gordini el fabricante de F-1 (coetáneo de Cooper). Que empezó mejorando el motor Ventoux de 3 apoyos del Dauphine, que dotado de este motor se denominaba Gordini. Y preparo la culata hemisférica de su nombre para los motores Sierra que se montaba en el R-8 Gordini, el R-12 Gordini; el R-12 Alpine argentino, el R-5 Alpine (Copa en España), El R-5 Turbo “culo Gordo” (I, II y Maxi), Etc. Alpine era un concesionario Renault de Diepe que fabricaba carrocerías de PRFV, para el R4/4 (A-106), para el Gordini (A-108) y R-8 (A-110). Una vez en la esfera de Renault era apellido comercial de algunos modelos.

 

 

17. R1943 

@Florentino: Perdón quería decir Favorit donde pone Favorito.

 

 

18. R1943 

@Florentino Ahora qué lo nombras el Favorito me gusta más qué este dentro de que los dos son bonitos, sobretodo la versión descapotable MTX que yo he conocido por internet y que no creo qué llegará mucho a España.

 

 

19. Florentino 

Olvidé decir que el motor (todo aluminio del Skoda Favorit) también fue repasado por un estudio de ingeniería, creo que inglés si no recuerdo mal, y se siguio usando despues de la absorción por Volkswagen ya que era un buen motor.

 

 

20. Florentino 

Si no recuerdo mal Seat abrió el camino de recurrir a Porsche para que afinara un motor ya existente sin invertir en la creación de uno desde cero, lo cual es infinitamente más caro. No era nada nuevo esta fórmula, ahí están los Ford Cortina Lotus, los modelos de Renault afinados por Alpine, o los Mini Cooper. Yo tuve un Lada 1600 de segunda mano (carrocería de Fiat 124 o 125) y era penoso ver como se caía a cachos poco a a poco, luego tuve dos Skoda Rapid y me salieron muy buenos, nada que ver en cuanto a ajuste y acabado. De hecho hay una prueba de Máximo Sant en que compara este coche con el recien salido Skoda Favorit pre-Volkswagen y dice que Skoda era la más prestigiosa de los países del Este. Por cierto, esa especie de quilla que sobresalia de la rejilla del radiador era algo horrible, no se si tenía alguna función pero era pura estética Soviética.

 

 

 

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