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Peugeot 504 Familiar Diesel
La importación de automóviles producidos en Francia por parte de Citroën Peugeot ha permitido disponer en el mercado español un automóvil que, por sus especiales características, justifica el haber tenido con él una amplia toma de contacto.
Se trata de la versión Familiar Diesel del conocido Peugeot 504; pero que, a diferencia de las versiones diesel fabricadas en España, incorpora el motor de 2,3 litros (motor XD2), que en los próximos meses conoceremos por ser instalados en los 505 ya fabricados en Vigo. Precisamente ésta es la única diferencia mecánica importante entre el Break y el Familiar, con el mismo aspecto exterior, pero el Break tiene dos filas de asientos (5 plazas), mientras que el Familiar incorpora tres líneas de banquetas; es decir, es un 7/8 plazas, de enorme capacidad.
ALGO MAS QUE UNA ADAPTACION
Hasta la fecha, todos los modelos de vehículos diesel construidos en España no han dejado de ser, en definitiva, adaptaciones de motores diesel a carrocerías de turismo. Por supuesto, que muy bien logradas cuando han llegado a un grado de elaboración adecuado, y que ha ocurrido así cuando han sido realizadas por los propios constructores, pero que se han quedado muy cortas cuando han sido hechas por talleres especializados.
En cualquier caso, el Peugeot diesel tiene esta batalla ganada, la de haberse fabricado el motor pensando en el automóvil que lo había de llevar, a pesar de las diversas adaptaciones de cilindrada, frente a sus competidores que han montado un motor no pensado inicialmente para el coche que después habría de portarlo.
De todas formas, el motor diesel del Peugeot ha sufrido variaciones y modificaciones sucesivas con el fin de adaptar sus características a las solicitaciones del mercado. Por ejemplo, aumentando sus máximas revoluciones y consiguiendo, entre otras cosas, una mejor capacidad de aceleración que lo asemejara a un motor de gasolina. No puede decirse, por lo tanto, que se trate de una versión que no ha evolucionado. En realidad, en la mecánica, no sólo de sus motores sino general, los “viejos” modelos Peugeot han avanzado sucesivamente, modernizándose como el que más, si bien por el aspecto exterior de algunas de sus carrocerías, perece que no ha pasado el tiempo.
UN MOTOR DIESEL DE TURISMO
Los motores aplicados a turismos, pero derivados de vehículos industriales, que son los más conocidos hasta hace poco tiempo en España, no se han preocupado de presentar una imagen sofisticada a sus compradores, bien es cierto que éstos tampoco la pretendían, pero han rayado quizá en la austreridad. La rumorosidad, las vibraciones, la escasez de aceleración y otras delicadezas por el estilo se han hecho simpre presentes, siendo muy disminuidas en los últimos vehículos.
El motor diesel del Peugeot tiene un motor excepcionalmente suave para ser un diesel (al nivel de lo conocido en España) y no creemos que sea superado por otros que el Wolkswagen, Fiat y último Mercedes, en toda Europa.
Al ralentí se oye su típico chaqueteo desde el exterior, pero la insonorización es excelente, y con las ventanillas cerradas se reduce bastante, pasando a ser mínimo cuando se aumenta la velocidad, hasta el punto de ser difícilmente distinguible por un profano en la materia.
Pero si la suavidad es una característica importante, como la escasez de rumorosidad, también lo es, y no desdeñable, la gran capacidad de aceleración propia del motor. Y decimos propia, porque se trata de una característica que no puede ser manifestada debidamente en marcha a causa del elevado peso de la carrocería que ha de transportar.
El motor acelera casi como uno de gasolina, y puede con la carrocería durante los primeros cientos de metros desde una arrancada, pero después el peso se deja sentir y la progresión en la velocidad se hace más lenta. Para que el lector se pueda hacer una idea, a la salida de un semáforo competiría con ventaja con un 1500, por ejemplo, y aun con otros vehículos más modernos, pero luego les cedería terreno a éstos por causa de la reducida relación potencia/peso.
¿A qué se debe esto? A la consecución de una calidad de fabricación que ha permitido reducir enormemente el peso del volante sin, que se traduzca en vibraciones, sino todo lo contrario, ya que se tiene ala vez una reducción de éstas. Sin peso en el volante el motor sube de vueltas lo que se le pida en vacío, exactamente igual que uno de gasolina, hasta el límite de su corte de inyección, por supuesto. Pero lo hace en menor grado cuando tiene que tirar de la carrocería.
Hay otros detalles que no pasan desapercibidos para el experto, como, por ejemplo, la similitud de respuesta en retención a un motor de gasolina. Con el volante reducido lo normal sería que ésta fuera todavía más brusca que en un diesel normal y esto puede ser, precisamente, lo que haya hecho pensar una solución al fabricante, solución que ha consistido en no cortar totalmente la inyección al levantar el pie del acelerador. El pequeñísimo incremento de consumo que puede suponer esto se ve suficientemente compensado por el comportamiento.
En relación con sus competidores, el Peugeot Diesel tiene una salida más rápida hasta los 400 m , para igualarse en adelante y perder en velocidad punta. En recuperación se encuentra, sin embargo, un poco por debajo de ellos.
En consumo puede decirse que se trata de un motor discreto que se encuentra a caballo entre el Chrysler, que es el que menos gasta del mercado naciona, y el 132, que gasta algo más.
COMPORTAMIENTO
Respecto del comportamiento general en carretera no varía grandemente de las otras versiones Peugeot conocidas, salvo en lo relativo a las prestaciones, y lo que puede hacerse en función de ellas. Por ejemplo, no se puede adelantar como con un motor de gasolina, ni abordar una curva en terreno abrupto, pero el resto es prácticamente similar.
La comodidad de la suspensión hace que se pueda considerar como un tragamillas en el más amplio sentido de la palabra. El gran peso de su carrocería en relación con el no suspendido puede proporcionar una base inmejorable para conseguir la suspensión que se ha llevado a la práctica. Pueden hacerse kilómetros y kilómetros sin sentir, sobre todo si el trazado de la carretera no es muy sinuoso y quebrado y el motor puede desarrollar su capacidad.
Respecto de los frenos, dirección y resto de características, no hay mucho que decir. Todo se comporta igual que en versiones precedentes.
Se trata, en realidad, del diesel más equilibrado de la producción nacional. Como hemos visto, se encuentra a caballo de los otros modelos en muchas de sus características, lo que equivale a decir que tiene ventajas de ambas.
En cualquier caso goza además de una robustez legendaria, que unida a sus prestaciones y consumo, pueden hacer de este modelo un prototipo de lo que es capaz de ofrecer un diesel hoy a nivel de mercado nacional.
PRESTACIONES
Hemos de aclarar que la unidad probada tenía en el momento de recogerla únicamente 600 kilómetros , por lo que se notaba una cierta “pereza”, típica de los automóviles recién salidos de fábrica. Así, hasta que se superaron los 1.500 kilómetros recorridos, la velocidad punta apenas alcanzaba los 110 km/h y sólo al filo de los 2.600 kilómetros , cuando finalizábamos la prueba, pudimos cronometrar 126,4 km/h de velocidad máxima (el fabricante anuncia 130 km/h y conociendo la seriedad de Peugeot debemos aceptarla como correcta).
Con un depósito de gasolina de 60 litros , efectuamos las siguientes comprobaciones de consumo:
Por carretera nacional tipo REDIA, a velocidad crucero de 110 km/h (promedio 98,6 km/h ), un consumo de 8,1 litros/100 km. En las mismas condiciones, a velocidad estabilizada en 90 km/h , un consumo de 7,6 litros/100 km. Consumo máximo en autopista a velocidad tope (promedio 104,2 km/h ), 8,9 litros/100 km. En ciudad (Madrid), condiciones de tráfico muy variables, consumo de 8,2 litros/100 km. La autonomía media oscila entre 700 y 780 kilómetros .
Todos estos consumos son ligeramente más bajos que en el Peugeot 504 Diesel de 2.112 c.c. conocido en España, en un 4/6 por 100. · Texto: AUTOMECANICA nº 120, marzo-1980
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