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Peugeot 403

 

         

Hemos dejado al «Peugeot 403» aparcado frente al domicilio de la representación en Madrid de la marca francesa. Al bajarnos del nuevo producto de Sochaux no hemos tenido más remedio que felicitar a los componentes de su delegación en España por el placer que nos han proporcionado al invitarnos a probar el coche, hermano mayor del «203». Dimos unas vueltas por las afueras y por dentro de la capital, y aquél respondió ampliamente a los elogiosos comentarios que nos habían llegado a través de la Prensa extranjera, en la que ha sido calificado de modelo ejemplar, de modelo de referencia.

 

 

Decía un famoso crítico automovilista francés que no es difícil sacar un modelo de otros ya existentes. Esto es lo normal y lo lógico. Unos se apoyan en los otros, y se va formando una cadena sin fin que forma la historia de la producción de las fábricas. Lo verdaderamente extraordinario es lograr un nuevo modelo de extraordinaria personalidad a base de elementos ya conocidos. Y esto es lo que ha conseguido la prestigiosa marca francesa con su- «403». Ha utilizado el «203» como base, pero lo ha perfeccionado y tratado de tal manera, en su carrocería y en su motor, que aun siendo dos hijos de la misma madre, son completamente diferentes. Pocas veces se alcanzara un objetivo con tanta plenitud como en esta ocasión lo ha hecho la Peugeot , que ha conseguido reunir un número desconocido de opiniones altamente favorables de los expertos, a la que unimos modestamente la nuestra. La sensación de seguridad, de comodidad y de robustez que nos ha dado el «403» al dejarse guiar dócilmente es de las más completas que hemos experimentado.

 

Nos ha llamado poderosamente la atención, en primer lugar, la impresión de ingravidez, de aislamiento que se siente al conducir. Parece como si el coche no fuera por la carretera, sino por el aire, como si las ruedas no tocaran el suelo. Su suspensión guarda un perfecto equilibrio entre la excesivamente sedosa y ondulada suspensión americana, y la más tosca de los coches europeos de este tipo. A ello contribuye la posición del centro de gravedad, más bajo que en el «203», y el sabio reparto que se ha hecho del peso del coche. El motor y el cofre de equipajes con la rueda de repuesto han sido colocados lo más lejos posible, yendo situados los pasajeros delante del eje trasero. El sistema de suspensión lleva ruedas delanteras independientes, con ballesta transversal y muelles helicoidales detrás, barra estabilizadora y amortiguadores hidráulicos de doble efecto en las cuatro ruedas, con lo que, unido a lo expuesto anteriormente, se logra un máximo de comodidad y un mínimo de riesgo.

 

 

Su conducción se realiza agradablemente. Tiene una dirección fina, suave, directa, de poco recorrido de volante y amplio de rueda, ideal para toda clase de caminos, especialmente para los sinuosos y de trazado difícil. El coche se lleva sin esfuerzo y su pilotaje constituye un verdadero placer. Así al menos lo hemos experimentado nosotros, y así lo declaramos.

 

Jacques Ickx, el famoso crítico francés, desafiaba a cualquier observador honesto a que no encontraba estrecha relación entre el motor del «403» y el del «203»; tal es la maestría con que éste ha sido perfeccionado, y a pesar de su misma concepción. Los perfeccionamientos consisten en la modificación de la culata, aun conservando el dispositivo de mando de válvulas por balancines, que permite obtener cámaras de combustión hemisféricas. Las válvulas son considerablemente más grandes que las del «203», habiendo aumentado su diámetro de 32.5 a 37 mm . Y el carburador ha sido llevado al lado izquierdo del motor, estando el tubo de admisión fundido con la misma culata. Los pistones del nuevo mode1o llevan solamente tres segmentos; el superior, cromado, para alargar la vida de los cilindros. Y todo ello dispuesto de tal manera bajo el capó, que se alcanza fácilmente en caso de avería.

 

La carrocería del «Peugeot 403», de forma pontón es inédita, y se caracteriza por la amplitud de su interior y la sobriedad de sus líneas. Seis personas pueden viajar confortablemente en él, sin estorbo para el que conduce. Este aspecto de la comodidad ha sido tenido también muy en cuenta al diseño del nuevo modelo. El conductor va situado inmejorablemente, gozando de una perfecta visibilidad, extensible a los que le acompañan. Además, el tablero de instrumentos va dispuesto de tal manera que sin ningún esfuerzo puede accionarlos, y lo que es importantísimo, sin peligro para su persona, en caso de choque, pues lleva un burlete de caucho y está recubierto de materia plástica par aminorar el golpe.

 

 

Arrastra, también, el «Peugeot 403» un montón de detalles de comodidad y de confort pocas veces reunidos en un coche de sus características. Por citar algunos, nombraremos la abertura de las puertas, por simple presión sobre un pulsador, lo que evita que se cierren solas; los asientos delanteros, transformables en camas de la misma manera que los llevan los últimos «203»; climatización, aire caliente o frío; lavaparabrisas, tapón de gasolina disimulado bajo una de las luces traseras, etc.

 

Y en cuanto a potencia, basta pisar el acelerador para cerciorarse de lo mucho y bien que anda. Lleva un motor de 1.468 c. c. que desarrolla una potencia de 58 CV. Su caja de cambio tiene cuatro velocidades sincronizadas; la cuarta es la «superdirecta», que proporciona en llano altas «performances» de hasta 135 kilómetros a la hora, y con muy poco consumo de gasolina.

 

Interiormente lleva un elegante tapizado gris, que rima con cualquiera de los tres colores: azul, gris claro y negro, con que va pintada la carrocería.

 

Sin escrúpulos puede asegurarse que el «403» es uno de los más notables productos automovilísticos de los últimos tiempos.


· Texto: MOTOR MUNDIAL n º 130, junio1955

 

 
 
   
   

 

 

 

 

Comentarios de los lectores: 18
 

 

1. tulio gonzales correa  

si trae qemacocos

 

 

2. Darío 

La versión cabriolet fué famosa por la serie televisiva del teniente Columbo. De los mejores cabriolets de Peugeot, una obra maestra de Pininfarina, que comenzaba así su época glosiosa diseñando vehículos en la marca del león.

 

 

3. Pablini Renolini 

¡verdad josé luis!... y yo, que hice mis primeros pinitos con un 1500 motor barreiros, ni te cuento la suavidad de la dirección, como decía la publicidad de antaño (díme de que presumes.... dice el refrán). el dodge era otra liga, la comparativas 1500 vs dodge dart daba risa :) aún así me gusta el 1500 más que el 403 en lo que a su rudo interior se refiere, si bien el 403 era más suave y cultivado. el 1500 es un mihura de la automoción :) hace gracia que se diga que, hoy en día, todos los coches son iguales... si miras el 403, el mercedes pontón, un renault frègate (éste algo más contrahecho) resultan muy parecidos y todos tienen rasgos inequívovos de los primeros cincuenta, al igual que reconocemos un modelo de los postreros cincuenta por otros rasgos específicos... aún así los coches "viejos" molan más y huelen mejor

 

 

4. José Luis 

No es cierto que Barreiros solamente ensamblara las piezas de Detroit. En la primera serie (1965) si fue así pues los construían en régimen CKD con piezas made in USA, pero en los demás no. Si te fijas un poco, muchos elementos pertenecían a otros vehículos Barreiros (Por ejemplo los faros de la tercera serie eran los mismos que los de los camiones). Otras partes mecánicas también eran propias (como las cajas de cambio de cuatro velocidades fabricadas por IMENASA en Pamplona y de bastante peor calidad que las de tres marchas americanas de la primera serie). Por otra parte, el 3700 fue un diseño fabricado exclusivamente en España y basado en el Polara argentino (Nada que ver con Detroit). Por otra parte, el milqui era un coche muy rutero y de andar agradable pero (en mi opinión) de rápido nada. Con su motor de 1481 cc. tenía que mover una carrocería ampulosa y diseñada para ir motorizada con motores de seis cilindros mucho más capaces (Fiat 1800, 2100 y 2300). El buen y honrado Seat 1500 raspaba los 140 con una estabilidad muy precaria a esa velocidad, una dirección criminal de lo dura y una frenada (en los modelos pre 69´ con tambores) lamentable. Desde luego un Dodge, un 124 o incluso un R8TS eran muchísimo más rápidos y más que en la pura velocidad punta, en aceleración, reacciones, amortiguación, dirección y frenada.

 

 

5. SCrS 

¡Qué suerte la tuya!, el poder conducir cualquiera de estos dos modelos es un sueño para mí.
Me alegro que el Dodge deje atrás al 1500, y que la diferencia que existe sobre el papel, también sea una realidad, ya que soy un incondicional admirador de D. Eduardo Barreiros y de todo lo que le rodea a su persona, aunque, en el caso del Dart, sólo se dedicara a ensamblar las piezas que venían de Detroit.
Por cierto… ¿anda tan bien el milqui como dicen?

 

 

6. José Luis 

Yo si he conducido ambos modelos y te aseguro que no tienen nada que ver. Compara solamente las cifras de potencia, par motor y peso de ambos y verás cómo el Dodge era/es muy superior rodando al "milqui" en todos los aspectos. El Dart tenía sus defectos; sobretodo un eje trasero muy rebotón y traidor pero andaba muy muy bien y... si hablamos de frenos... Una de las cosas que el redactor de la prueba critica... personalmente me gusta mucho más como frena un Dart 65´con sus enormes tambores que un milquinientos de la misma época.

 

 

7. SCrS 

Es cierto sí, la mecánica del 1400 fue potenciada hasta los 58 caballos, quedándose bastante escasa para una carrocería que alojaba hasta motor de 6 cilindros de 2300 C.C.

Según la prueba que pude leer aquí, al parecer, la diferencia entre el Dodge y el Seat 1500 no era tan grande como en un principio se podía llegar a pensar. No sé si fue redactada para favorecer al modelo “estatal”, pero lo cierto es que nunca tuve la suerte de conducir ninguno de los modelos, por lo tanto, no lo sé de experiencia propia.

 

 

8. José Luis 

Y por cierto... el Dodge Dart si que era muchísimo más rápido que el Seat 1500

 

 

9. José Luis 

El Seat 1400 C conjuntaba la carrocería del Fiat 1800 (que luego usaría también el Seat 1500) con la mecánica del 1400 potenciada de los 44 CV originales a 58. Este modelo, cuya prueba también está disponible en esta misma página, alcanzaba una punta de unos 125 Km/h

 

 

10. SCrS 

El modelo al que creo que te refieres, es un 1400C, que presentaba una carrocería totalmente diferente al del antiguo 1400B también llamados Mercurio, esa misma carrocería se utilizaría más tarde en los 1500. Conservaba la mecánica del 1400 con 44C.V. y, por lo tanto, también la denominación.
El 1500 era un coche bastante rápido, con 70 C.V en su primera versión y después 75, no le andaba tan lejos la “todopoderoso” Dodge Dart, tal y como se puede ver en la prueba entre ambos modelos colgada en esto mismo sitio.

 

 

 

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