|
Motocarro Vespacar
El pasado día 28 de noviembre fuimos convocados en las factorías de Moto Vespa, S. A., para presenciar la bendición y salida de las cadenas de montaje del «Vespacar» números 199, 200 y 201, cada uno en versión distinta.
Ministros, Consejo de Administración de Moto Vespa, S. A., múltiples autoridades madrileñas, personalidades de la Banca y el Comercio y la Industria , proveedores y Prensa, Radio y Televisión, fueron invitados de Moto Vespa para el acto que tuvo lugar con motivo de este nuevo producto, que, a los siete años de comenzarse a fabricar en España las motocicletas «Vespa», sale al mercado para reforzar, una vez más, el prestigio de la marca y la importancia que Vespa. S. A., ha alcanzado en la motorización del país.
Fue en enero de 1947 cuando se puso en producción el «Vespacar» en Italia. Derivado de la popular motocicleta, tenía un sentido económico y práctico en su empleo.
La necesidad de un producto de estas características en España ha hecho que el «Vespacar» tome carta de residencia en nuestro país y se convierta en una realidad de gran aceptación en la vanguardia del mercado, parangonada con la inminente realidad que para la vanguardia del progreso ha significado siempre la marca Vespa, cuya garantía tiene a su favor una organización de venta y asistencia de inigualables medios para el pequeño transporte.
Los técnicos de Moto Vespa, al frente de limitados grupos, recorrieron la fábrica, explicando a los asistentes al acto los distintos procesos de fabricación por los que pasan las unidades de motocicletas y «Vespacar» en su proceso de fabricación. Comenzando en la iniciación de sus cadenas, cuando las piezas entran en la mecanización para tomar su forma definitiva, quedando constituidas en una de las múltiples partes que forman el motor. De esta manera pudimos contemplar las distintas máquinas, tornos, talladoras, etc., que a un ritmo constante y diestramente servidas por personal competente, unas, y automáticamente, otras, van engrosando la unidad «Vespa» hasta constituirla en perfectas motocicletas y «Vespa-carros».
La bondad del vehículo presentado es auténtica en todos sus aspectos. Técnicamente es una realidad conseguida. Comercialmente será un producto de impacto sobresaliente, y en el pequeño transporte, especialmente en el de productos alimenticios, flores, tejidos, paquetería, etc., su utilidad es manifiesta desde el mismo momento en que se contempla el «Vespacar» por primera vez.
Podemos afirmar que el «Vespacar» se multiplicará con el ritmo creciente de la demanda. Dadas sus especiales características técnicas, que juzgamos dentro de las mayores posibilidades de desarrollo, se difundirán por nuestras calles y ciudades a tenor de nuevas instalaciones comerciales y como consecuencia de su gran utilidad. Puede cargar 400 kilos y su manejabilidad y adherencia al terreno, así como el resto de sus ventajas en costo, consmno, etc., hacen que se reúna en este nuevo motocarro toda la experiencia que Vespa ha podido acumular a través de sus millones de unidades circulando por todo el mundo.
Esta exigencia, que en el fondo es la que el comprador del «Vespacar» pone de manifiesto en el planteamiento de su adquisición, puesto que es él, precisamente, el pequeño industrial, el que compone la importante faceta de la economía nacional que acelera rápidamente el desarrollo del progreso por controlar el costo de la vida, la encontrará en el empleo del «Vespacar» por reunir las características más idóneas para la circulación dentro de un bajo costo en su relación peso-kilómetro.
Como final de esta nueva visita a la fábrica Vespa y de los siempre inolvidables contactos que nos proporcionan el nacimiento de sus productos, los asistentes al acto de bendición y presentación del «Vespacar» fueron espléndidamente agasajados con el hoy llamado «vino español», y que es un magnífico ágape en el que no falta de nada, y en el que el marqués de Pellegrini, con su proverbial simpatía y grata amabilidad, conversó con todos y se multiplicó para poder corresponder a los múltiples saludos y muestras de adhesión que todos los allí presentes espontáneamente le manifestaban.
Este tiempo atrás se venía hablando del nuevo producto que Moto Vespa, S. A., lanzaría al mercado bajo la denominación de «Vespacar». Hoy es una confirmación plena, producido en las factorías de la Ciudad Lineal de Madrid. Esta fábrica ha sufrido una considerable ampliación con ocho nuevas naves, y actualmente totaliza 18.632 metros cuadrados de superficie construida. La llegada de importante maquinaría procedente de Alemania, Francia y Estados Unidos ha contribuido con su utillaje especial a moldear la materia que precisa la construcción del «Vespacar».
El nuevo producto es de diseño agradable a la vista, ofreciendo su cabina una comodidad destacable para el conductor, al que puede acompañar un ayudante sin que ello merme la maniobrabilidad de aquél.
Lo primero que salta a la vista es la sencillez del conjunto mecánico, así como la robustez de todos sus órganos. El grupo motopropulsor es el mismo del nuevo modelo 150 c. c. de cuatro velocidades, y únicamente se ha añadido el inversor de marcha, que se acciona por medio de una palanquita; el reenvío para el diferencial con dos palieres, desde los que por cadenas independientes (una por rueda y bajo cárter con baño de aceite y tensor incorporado) se hace la transmisión del esfuerzo al tren de rodadura trasero, y el sistema de puesta en marcha por larga palanca a la mano izquierda.
La suspensión delantera es la misma del «scooter», y en cuanto a la trasera, del tipo oscilante, en la que se utilizan como elementos basculantes los propios cárters de cadena, dándose preferencia a las barras de torsión, que en número de dos, una por cada rueda, y colocadas en sentido transversal, coincidiendo el punto de amarre de cada una con el giro de la otra, se complementan en su acción por sendos amortiguadores de fricción del tipo de tijera.
El bastidor, todo él de perfiles de chapa soldados por puntos, está construido, principalmente, por un miembro en Y, del que las dos ramas se prolongan hacia atrás en dos tramos rectos paralelos para soportar la caja de carga, en la que existen dos miembros de chapa haciendo oficio de falso chasis para dar mayor rigidez al conjunto, prolongándose éstos hacia atrás hasta el fin de la caja, ya que aquéllos terminan encima del eje.
Las reudas son de mayor sección, de cuatro pulgadas en vez de las tres y media del «scooter», conservando de éste el diámetro de llanta—ocho pulgadas—, si bien se han reforzado éstas, que son también desarmables para el más fácil montado y desmontado de cubiertas y cámaras en caso de pinchazo, llevando dos tuercas más con espárragos más fuertes, así como los de sujeción de la rueda al tambor o buje.
La situación y manejo de los mandos es, sustancialmente, el mismo que del «scooter». Se hallan situados: el cambio y embrague, en el puño derecho; freno delantero y acelerador, en el izquierdo, y freno trasero al pie derecho, llevando una llave de contacto en el punto izquierdo, una palanca larga para la puesta en marcha en el suelo, para manejarla con la mano izquierda, y otra pequeña palanca bajo el asiento para la marcha atrás.
El depósito para la gasolina se halla situado en la parte delantera de la cabina en el frente de acceso por tapón desde afuera, y de forma que su altura de la suficiente presión para la llegada de la gasolina al carburador. Se dispone también de batería, con lo que se elimina el problema de alumbrado, siendo éste total; habiéndose previsto hasta intermitentes para el cambio de dirección, de acuerdo con el Código de Circulación.
El «Vespacar» puede llevar con desahogo 400 kilogramos de mercancía, además de las dos personas, y dada la maniobrabilidad del vehículo, le permite su conducción por cualquier parte.
En resumen, es un vehículo ideal para el transporte y reparto, dadas sus excelentes condiciones y garantías, amén del escaso consumo, dato también importante cuando hoy se trata de aquilatar los costos sin perjuicio de una rapidez en el servicio.
CARACTERISTICAS TECNICAS
Cilindrada: 150 c. c. Diámetro del cilindro: 57 mm . Carrera: 57 mm . Transmisión: Mediante diferencial epicicloidal. Frenos: Delantero de expansión con mando sobre el manillar. Traseros hidráulicos, de expansión, con mando a pedal en el estribo. Freno de estacionamiento: Actuando sobre el diferencial, mando directo por palanca de mano. Cambio: De 4 velocidades hacia adelante, con mando sobre el manillar. Marcha atrás. Consumo: 3,4 litros por 100 Km . de recorrido. Capacidad del depósito: 11 litros . Carga máxima útil: 400 Kg . Velocidad máxima: 60 Km/h . Peso con cabina: 195 Kg . Dimensiones de la caja abierta: 125 por 125 x 27 cm. Dimensiones del furgón: 125 x 113 x 80 centímetros. · Texto: MOTOR MUNDIAL n º 196, diciembre1960
|
|