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Mercedes 220 D Automático
En toda Europa, los modelos "pequeños" de Mercedes tienen un gran éxito comercial, no sólo como "taxis", sino también como turismos particulares. Los 200-220 han registrado un aumento de sus ventas a partir del año pasado, al ser dotados de la nueva carrocería. Además, el cliente que busca la economía puede escoger entre diversas opciones: motor 200 ó 220 D, cambio manual o automático, dirección asistida, etcétera.
Hemos podido probar el modelo más caro de la gama diesel, el 220 con cambio automático, cambio en el túnel de transmisión y dirección asistida. Quizá sea un poco sorprendente ver aplicado un cambio automático a un motor de estas características, con poco nervio por definición, pero esta combinación entraña también algunas ventajas. Por supuesto, las prestaciones son más bien modestas, pero todos los conductores no son amantes de lo deportivo, y la "locomotora" de Mercedes se hace apreciar al cabo de usarla unos cuantos cientos de kilómetros.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Los diesel vienen equipados con la misma carrocería que los Mercedes de gasolina, y exteriormente, sólo los distingue la pequeña "D" que acompaña a la cifra que indica su cilindrada. En relación con el 200 de gasolina, no es lo más interesante el aumento de cinco CV, sino el mayor par motor, que, al mismo y moderado régimen de 2.400 r.p.m., pasa de 11,5 a 12,8 m/kg. La bomba de inyección es una Bosch y la alimentación eléctrica se efectúa por medio de un alternador.
El cambio automático, fabricado por Mercedes, comporta cuatro relaciones, como en el manual, y, en los dos casos, las desmultiplicaciones son muy parecidas. Por tanto, como la relación del puente es la misma, se obtienen teóricamente las mismas velocidades. Este cambio hidráulico, con su convertidor, es muy completo, aunque data ya de hace bastante tiempo.
Los frenos, de disco a las cuatro ruedas, incorporan un servo y doble circuito. La asistencia hidráulica en la dirección se ofrece opcionalmente. Todo esto hace que el modelo diesel no desmerezca en comparación con el de gasolina.
PRESTACIONES Y CONSUMO
En velocidad máxima, Mercedes declara 135 kilómetros por hora con el cambio manual y 132 con el automático. Nosotros no hemos conseguido superar los 129,9 con el automático en Montlhéry, lo que es una cifra bastante modesta. Como compensación, la velocidad con cuatro personas a bordo es poco más o menos la misma. La transmisión tiene bastante que ver con esto último; pero, a pesar de todo, se ve que el motor no llega a superar un cierto limite. Por otra parte, la carrocería del 220 es bastante aparatosa en volumen y peso para la cilindrada, lo que no facilita las prestaciones brillantes. En carretera, si bien su velocidad punta es relativamente aceptable, sus "reprises" son francamente flojas y su nervio poco menos que inexistente.
En autopista, el 220 diesel mantiene fácilmente su velocidad punta, sin acusar demasiado las rampas. En todo caso, la dificultad más notable para circular rápido, es su tercera marcha, que no llega siquiera a los 100 kilómetros por hora de contador, lo que es insuficiente.
La mayor satisfacción para el usuario que llena su depósito la proporciona la bomba de inyección. En efecto, además de que el gasoil es bastante más barato que la gasolina, el 220 D apenas sobrepasa los diez litros de consumo, a menos que se haga un recorrido a fondo por autopista. En nuestro "circuito" habitual de 470 kilómetros hemos obtenido la cifra de 10,8 litros a los 100 kilómetros, a una media general de 101,4 km/h. En ciudad, hemos gastado poco más de doce litros, lo que es poco para la actual circulación urbana, comprendiendo en ella numerosos arranques en frío. Normalmente, el modelo con cambio manual debe consumir un poco menos todavía. La curva de consumo establecida a partir de diversas marchas a velocidades mantenidas, comienza en cifras muy reducidas a baja velocidad (entre cinco y seis litros), y a 100 Km/h. se sitúa en los 9,75 litros. Además, el depósito de 65 litros es sobradamente suficiente para cubrir etapas largas sin repostar.
CONFORT
La calidad de la suspensión Mercedes es, como en los demás modelos, innegable, dando muy buenos resultados incluso en carretera desigual. La reducida velocidad punta también redunda en beneficio del confort, como es lógico, pues los asientos están muy bien diseñados. El espacio interior, así como el dedicado a equipaje, es muy satisfactorio. La visibilidad sería perfecta si el capot no fuese tan voluminoso. La insonorización, punto flaco normalmente en un diesel, está muy conseguida. En frío, el motor apenas vibra, e incluso a altos regímenes, el nivel sonoro, sin ser comparable al de los mejores coches de gasolina, no sobrepasa nunca los limites de lo aceptable. La presencia del cambio automático facilita las cosas en este apartado, pues el convertidor de par filtra siempre ruidos y vibraciones. Al ralentí reglable desde el tablero de instrumentos, el motor no produce efectos desagradables, y gira a regímenes muy lentos sin calarse ni golpear. La ventilación y calefacción son muy completos, y parecidas a las de otros Mercedes.
SEGURIDAD
El 220 D probado estaba calzado con neumáticos radiales y a las velocidades obtenidas, no hemos tenido problema alguno en su conducción, ni en curva rápida ni en virajes cerrados. El comportamiento del coche es muy sano en general, incluso en piso mojado, y la dirección asistida permite aumentar aún más la precisión en todos los casos. Esta dirección es muy interesante en ciudad; sobre todo para las maniobras de aparcamiento, pero también es muy agradable en carreteras sinuosas, porque hace olvidar el peso del coche.
La frenada está estudiada, al igual que la estabilidad, para velocidades muy superiores a los 130 kilómetros por hora del diesel, y los frenos son, por tanto, superabundantes. Incluso con plena carga, y gracias a la rápida respuesta del servo, el pedal del freno permanece suave en su manejo y las deceleraciones son espectaculares. No hemos notado blocaje de ruedas ni desviación de trayectoria en ninguna ocasión. El freno de estacionamiento, accionado por pedal es muy potente, gracias a los tambores adosados a los discos posteriores. Además del formidable sistema de frenos, el Mercedes incluye otros dispositivos de seguridad, como son la columna direccional retráctil, el interior antichoque, y el habitáculo más resistente que el morro y la cola.
El acabado es, por tradición, muy bueno, aunque un poco austero, y la instrumentación es muy completa. Las maniobras de arranque son un poco fastidiosas, como corresponde a todo motor diesel, sobre todo en frío, pero las operaciones se hacen automáticamente con un poco de costumbre.
CONCLUSION
El 220 diesel representa un notable avance respecto al modelo precedente de la misma técnica, sobre todo en el terreno de la insonorización y el par motor. Las recuperaciones siguen siendo, sin embargo, bastante flojas y también la velocidad punta, en comparación con otras características ruteras de este coche. Mercedes triunfaría de lleno, en el campo de los coches de carretera económicos de mantener, con un motor de 2.500 c.c. y 6 cilindros que se monta en los Unimog, con el que se podrían alcanzar los 145 kilómetros/hora, con un consumo de unos 12 litros. Quizá un coche así remacharía una superioridad que los coches diesel están mostrando frente a los de gasolina, pues este combustible se ve cada día más gravado por los impuestos. · Fuente: AUTOPISTA nº 546, 26-7-1969
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