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Lancia Flavia 2000 Coupé
Los Lancia se distinguen por una técnica que les es muy característica, pues todos los modelos se acogen a la fórmula de tracción delantera con el motor colgante por delante de las ruedas. La mecánica sigue siendo de vanguardia, pero, en cuanto a suspensiones y carrocerías; la antigua dirección de la firma (anterior a la compra de la marca por parte de Fiat) continuaba utilizando suspensiones posteriores a base de un puente rígido y ballestas, y carrocerías de forma cuadrada bastante antiestéticas. Este estilo vetusto ha perjudicado mucho a Lancia, sobre todo en sus berlinas. El Flavia Coupé escapa por completo a esta crítica, aunque su carrocería conserva una apariencia extremadamente clásica.
El motor, realizado enteramente en aleación ligera, es un cuatro cilindros a plano refrigerado por agua, disposición muy interesante adoptada únicamente por Lancia. Con una cilindrada de dos litros, 1.991 c. c. exactamente, y una relación de compresión de 9 a 1, se obtienen 131 cv. SAE a 5.400 r.p.m. Este grupo propulsor, de válvulas en cabeza, pero mandadas por varillas y balancines está alimentado por un carburador invertido de doble cuerpo, abriéndose por depresión el segundo cuerpo. También son de destacar el ventilador desconectable y el alternador, así como el radiador de aceite, que aumenta el contenido del circuito lubricante hasta más de ocho litros. El cambio es de cuatro velocidades sincronizadas con palanca de mando central, y el sistema frenante incluye cuatro discos con doble circuito hidráulico, corrector de presión en el tren posterior y servofreno a depresión.
La carrocería Pininfarina se ajusta a la tradición de esta marca, con líneas muy sencillas y un buen estudio de la visibilidad de la habitabilidad y, sobre todo, del compartimiento de equipajes. Se trata de un 2 + 2 con una banqueta posterior practicable para adultos de falla media. Delante, los espacios son suficientes para cualquiera, pero la inútil consola central, pues no consigue simular la “presencia” del cambio alojado, en realidad, bajo el capot, es molesta para los pies. En esto hay una concesión a la moda de la consola muy discutible y, en todo caso, injustificada. No han sido olvidados los cuatro faros de yodo, el capot motor articulado en el buen sentido (contra el viento) y también una ventilación interior muy capaz, gracias a cuatro difusores de aire orientables en el tablero, además de una salida hacia los pies del conductor. La tapicería es en paño, o en cuero auténtico, como suplemento. Una de las características muy interesantes del Flavia Coupé es la capacidad verdaderamente sorprendente del compartimiento de equipajes, muy profundo y con una forma racional. La capacidad es de 404 decímetros cúbicos, o sea, claramente más que la mayoría de las berlinas, y esto a pesar de la presencia de un depósito de 55 litros y de una rueda de repuesto un poco molesta, pero muy accesible, situada verticalmente.
PRESTACIONES
En cuanto a las prestaciones puras, hay que precisar que el Flavia Coupé no tiene pretensiones deportivas a causa de su elevado peso, que se acerca a los 1.200 kilos en vacío. Lancia anuncia una velocidad máxima de 190 km/h., para la versión de inyección, y de 185, para la de alimentación convencional. De hecho, con el coche objeto de esta prueba, se han alcanzado en Montlhéry 180,5 km/h. a la cuarta vuelta al anillo de velocidad, lo que parece suficiente en cualquier caso. En aceleración se ha logrado, gracias a la facultad del motor de sobrepasar las 6.000 vueltas en las marchas intermediarias, un tiempo de 18" 2/5 en los 400 metros, y 34" 2/5 en los 1.000 metros, siempre con salida parada. Las recuperaciones en cuarta son bastante menos satisfactorias a causa de la longitud de esta marcha, que desarrolla 33,4 km/h. por cada 1.000 r.p.m. Partiendo de 40 km/h. se han obtenido 19" 4/5 en, los 400 metros, y 38 justos en los 1.000.
El Flavia Coupé ofrece, por tanto, un nervio apreciable, pero su relación final es apropiada mayormente para las autopistas: a 180 km/h; de reloj, el régimen de rotación apenas pasa de 5.500 r.p.m. Por todo esto, en conducción rápida, hay que utilizar frecuentemente la tercera, pero, en realidad, la marcha más larga puede ser conservada en la mayoría de las ocasiones. En carretera de montaña,. el Flavia se resiente de su peso, pero sigue siendo un vehículo agradable de conducir.
El circuito habitual para probar el consumo ha sido recorrido a 90 km/h. de media, registrándose 12,3 litros a los 100 kilómetros. En carretera, a una media superior a 125 km/h., se han anotado 14,8 litros, lo que puede ser considerado normal en relación con las performances. En la curva de consumos a velocidades constantes, el Flavia es muy económico hasta 120 km/h., pero el gasto aumenta bruscamente por encima de los 160, para alcanzar los 22 litros a 180 km/h. Sin ser excepcional, la capacidad del depósito es suficiente.
En cuanto a estabilidad y agarre, no se puede decir más que elogios, pues el Flavia Coupé tiene un comportamiento ejemplar en estos dominios, sea cual sea el estado de la carretera. Bien asentado sobre sus grandes ruedas, el coche no plantea ningún problema de conducción en línea recta, pasa las curvas amplias sin tener que levantar el pie derecho, incluso en lluvia, y en los virajes cerrados no se ve limitado más que por una cierta falta de potencia para salir de ellos rápidamente. El tren delantero goza de una adherencia muy buena y el trasero sigue siempre el trazado fielmente, sin ninguna deriva. La conducción de este tracción delantera se ve grandemente facilitada por la dirección asistida ZF, que suprime los esfuerzos en el accionamiento del volante, sobre todo en parado, en las maniobras de aparcamiento. El peso elevado del coche hace pensar que esta asistencia debería equipar al coche en serie, y no en opción, como ahora, lo que también es corroborado por el hecho de que el sistema de accionamiento incluye numerosos reenvíos; su único defecto es que hace que el motor se cale en ralentí si las ruedas están viradas al máximo.
SEGURIDAD DE CONDUCCION
La impresión de gran seguridad de conducción se ve completada por la eficacia de la frenada, que, sin brusquedades: responde siempre de manera instantánea a la solicitación del conductor. La asistencia está bien dosificada y es de resaltar la resistencia al “fading” de las pastillas. Si se aplica el pie enérgicamente sobre el pedal, el coche se mantiene en línea, sin que se detecten blocajes de las ruedas o desviaciones. También cumple satisfactoriamente su función el limitador de presión del tren posterior.
La suspensión se acoge a una técnica más bien superada, que proporciona a los pasajeros un confort mediocre. No tiene la excesiva dureza de algunos grandes deportivos, pero en mala carretera se resiente en todo caso de una falta de flexibilidad y también de una amortiguación bastante brusca. Sin embargo, sobre pavimentos de reciente factura, el Flavia rueda con suavidad, y su nivel sonoro en el interior no es desagradable, ni siquiera a las velocidades máximas.
El motor, bien insonorizado, emite un ruido característico de los motores de cilindros opuestos, mientras que la carrocería es relativamente discreta en cuanto a su penetración en el aire, sin producir los ruidos que tan frecuentes son en algunas realizaciones. En este terreno son también puntos positivos la situación del motor en el extremo delantero y la de la caja de cambios fuera del habitáculo.
El tablero de instrumentación no tiene nada en particular que señalar, como no sea una presentación gris, sin concesiones al lujo aparente. La instrumentación es completa, con grandes relojes fáciles de leer. Es de apreciar la situación bajo el volante de las tres palancas que ponen al alcance de la mano los mandos más usuales, comprendidos los del limpiaparabrisas y lavacristales. El accionamiento del claxon en el centro del volante es poco práctico, mientras que el contacto arrtirrobo tiene un manejo más bien complicado, y los dos pequeños ceniceros están mal situados. El mando del “starter” está disimulado bajo el tablero, y una ancha tapa con cerradura esconde la guantera y los fusibles. La visibilidad del coche es satisfactoria a pesar de la longitud del capot, pero en un coche de esta categoría, no estarían de más un accionamiento eléctrico de los cristales descendentes y apoyacabezas en los asientos delanteros.
En resumen, el Lancia. Flavia Coupé es un coche que, por su discreción, pasa un poco inadvertido, pero, en realidad, es un vehículo de gran turismo muy seguro, capaz para transportar dos personas y una gran cantidad de equipaje con facilidad. Enmarcado en unos límites muy precisos, pero con un conjunto de cualidades muy homogéneo, no tendría rival dentro de su categoría a no ser por su precio más bien elevado, que lo mantiene, para muchos posibles compradores, en el dominio de lo inaccesible.
FICHA TECNICA
MOTOR Situado por delante de las ruedas delanteras. Cilindrada: 1.991 c. c. Cuatro cilindros horizontales opuestos dos a dos. Carrera por diámetro: 89 X 80 milímetros. Bloque motor y culata en aleación de aluminio. Válvulas en cabeza empujadas por varillas y balancines. Dos árboles de levas mandados por cadena en el bloque motor. Refrigeración por agua, con bomba y termostato. Ventilación para marcha en carretera automática en función, de la temperatura (dispositivo eléctrico). Circuito bajo presión con cámara de expansión. Contenido: 7,5 litros. Lubricación por bomba de presión. Filtro y radiador de aceite: capacidad, 8,8 .litros. Alimentación por un carburador invertido de doble cuerpo. Filtro de aire en seco. Capacidad del depósito de combustible: 55 litros. Encendido por distribuidor y bobina. Batería, 12 voltios. Potencia máxima: 131 CV. SAE a 5.400 revoluciones por minuto. Par motor máximo: 18,3 mkg. SAE a 4.200 revoluciones por minuto. Relación de compresión: 9: 1.
TRANSMISION Ruedas delanteras motrices. Embrague monodisco en seco con mando mecánico. Caja de cambios de cuatro velocidades sincronizadas. Mando de la palanca al suelo. Relación de marchas: l.ª 3,315: 1, 2.ª 1,960: 1. 3.ª 1,359: 1, 4.ª 1: 1. Marcha atrás, 3,851 : 1.
CHASIS. SUSPENSION Conjunto autoportante con chasis para el tren delantero. Suspensión delantera de ruedas independientes y brazos oscilantes. Barra estabilizadora. Suspensión trasera de puente rígido con muelles longitudinales semielípticos. Barra estabilizadora y barra de reacción. Amortiguadores hidráulicos telescópicos adelante y atrás.
FRENOS De disco en las cuatro ruedas con dispositivo de asistencia y doble circuito independiente a las ruedas atrás y adelante. Limitador de frenada trasero. Freno de mano mecánico a las ruedas traseras.
DIRECCION De tornillo. Radio de giro: 5,50 metros.
NEUMATICOS 165 HR X 380.
CARROCERIA Peso en orden de marcha: 1.190 kilos · Fuente: AUTOPISTA nº 599, 1-08-70
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