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Lamborghini Countach 25º aniversario
No resulta sencillo evaluar las prestaciones de un «toro pura sangre» como el Lamborghini Countach 25 Aniversario, que semanas atrás presentábamos en estas mismas páginas. Por ello, no desaprovechamos la oportunidad de disponer como tester de lujo al ex campeón italiano de rallyes Sandro Munari. El célebre «Drago» —que aportará su experiencia en el desarrollo de esta evolución— era la persona indicada para brindar sus impresiones tras haber realizado centenares de kilómetros sobre el coche en cuestión, las cuales tuvimos oportunidad de corroborar rápidamente, ocupando la butaca derecha.
« Hemos tenido que trabajar bastante —nos comentaba Munari— para tratar de conseguir un coche domesticado y apto a la conducción de un tipo de usuario muy particular que no necesariamente posee la capacidad de conducción de un piloto de carreras. Aun así, sigue siendo un coche para llevar con mucho cuidado .» El juicio de Munari se corrobora fácilmente tras algunos kilómetros rodados en el Countach.
Cualquiera no está en condiciones de acelerar los 450 caballos del V12 italiano. La capacidad de respuesta del motor se aprecia rápidamente, apenas el cuentarrevoluciones alcanza la zona de las 3.000 r.p.m. A partir de ese régimen la presión que se siente en la espalda es fantástica y ello perdura hasta llegar a las 7.000 revoluciones.
Habiendo probado la versión con carburador —aquella destinada al mercado europeo—indicaba Munari que la de inyección —realizada para homologar en el mercado americano— tiene una leve disminución en cuanto al valor de aceleración a bajo régimen, pequeña por cierto, y atribuible sólo al sistema de escapa catalítico.
«Algo que hemos logrado en esta versión —explica Munari— es haber corregido la tendencia al sobreviraje en las curvas veloces. A través de pequeñas correcciones en las suspensiones y la inversión de los valores de presión de los neumáticos —2,5 por detrás y 2,8 delante—, ahora el coche es absolutamente neutro, aun en las curvas rápidas .» Parte del mérito también reside en los nuevos Pirelli P Zero, que también utiliza la Ferrari F40. Se trata de neumáticos racing con un estudiado dibujo asimétrico que permite en el sector interno el drenaje de agua —cuando se rueda sobre piso mojado— y aprovecha la parte externa para otorgar el máximo apoyo en el momento de virar. En resumen, podemos afirmar que la estabilidad y la seguridad de marcha del nuevo Countach 25 es admirable, aun cuando se marcha a velocidades «tranquilas» —220/240 km/h. en nuestro caso— por caminos en regular estado. En tales circunstancias es factible soltar el volante y advertir la absoluta ausencia de sensaciones extrañas.
El poder de frenado del coche es otra de las cosas que sorprende. La deceleración, aun cuando se le exige a fondo, es franca y eficiente. « En este sentido —puntualiza Munari—, tienen que ver las nuevas tomas de aire que han mejorado la refrigeración de los discos, fundamentalmente en el tren delantero. También el motor evacúa mejor ahora el aire caliente, con lo cual las prestaciones se benefician y el coche gana en fiabilidad .» El sistema de frenos es hidráulico, con dos circuitos independientes y servo, disponiéndose de un regulador de la potencia de frenaje sobre el tren posterior.
CONFORT
A pesar de las prestaciones de este fuera de serie, el confort de marcha es bueno, no advirtiéndose un nivel de rumorosidad mucho mayor al de una berlina de lujo exigida al máximo de sus posibilidades. Aquí se nota un mayor cuidado en la insonorización del habitáculo y también los pequeños retoques aerodinámicos que han beneficiado a esta versión.
En lo que hace al selector de velocidades, su accionamiento es muy preciso y allí se advierte estar frente a un verdadero coche de competición. La caja que equipa al Countach es de producción Lamborghini y está ubicada longitudinalmente por delante del motor, que adopta una posición central. Se trata de un cambio de cinco velocidades hacia adelante enteramente sincronizadas, completado por un diferencial autoblocante que deja sentir su presencia.
Volviendo al motor de cinco litros, digamos que dispone de un limitador de revoluciones tarado a 7.200 r.p.m. y que el máximo par lo obtiene alrededor de las 5.000 r.p.m. En la versión probada, la alimentación estaba a cargo de seis carburadores verticales doble cuerpo de 44 mm. de garganta. Se recomienda no preguntar por el consumo del Countach, aunque, quien paga veinte millones de pesetas por el coche no estará muy interesado por la factura del surtidor. En cuanto a autonomía, el Countach permite salir confiado a las autopistas, pues posee dos tanques que en total almacenan 120 litros de gasolina.
En cuanto a prestaciones, el Lamborghini ofrece todos los bríos que se puedan pedir de su condición de fuera de serie: aceleración de 0 a 100 kph en 5 segundos, de 0 a 400 metros llega en 12,9 segundos y tarda poco más de 23 segundos para llegar al kilómetro desde parado. En síntesis, un coche para conformar al más exigente.
Después de haber probado estas sensaciones y tras despedirnos del «Drago» Munari, nos quedaron flotando aquellas palabras iniciales del gran «rallista» italiano: « Esta versión del Countach es sensiblemente más doméstica, así que permite ser guiada aun por un automovilista común ». Si bien en cierto sentido lo suyo es correcto, por suerte, el Lamborghini sigue siendo sólo para unos pocos elegidos. De lo contrario, ¿imagina usted lo que podría llegar a verse en las carreteras?
· Texto: N. Palmetti (AUTO HEBDO Nº 188, 29-Octubre-1988)
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