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Seat 124-D 1600 (FL 40/45)
Con la desaparición de la gama 1430 desaparecieron también de los concesionarios los popularísimos FU, tanto 1600 como 1800. Dada la gran aceptación que en su día tuvieron estos vehículos, Seat decidió continuar la tradición alojando las mecánicas 1800 en la carrocería de los ahora sustituidos 124; así nació el FL-80.
El paso dado por la firma tuvo resonancia en el usuario, pero...faltaba algo, faltaba precisamente el 1600. Un 1600 que, sin llegar a ser una bomba, sí era pedido por un amplio sector del público.
Hace unos meses que se especulaba con la posibilidad de que efectivamente, el vehículo se lanzara al mercado. Ahora la especulación se ha hecho palpable realidad en el FL 40/45 (tal es la denominación de origen), un Seat 124D 1600. El vehículo se produce en las factorías que la marca tiene en Pamplona.
Con la aparición del FL 40/45 asistimos a un cierto renacimiento de los FU. Un renacimiento que, sin duda, es de gran interés; máxime si tenemos en cuenta que ambos (1600 y 1800) van equipados con cajas de 5 marchas. Por otro lado, dentro de breve tiempo estará también en la calle una tercera versión denominada FL-82, que aparte de otras mejoras, dispondrá de dirección de cremallera, lo que le convertirá en un vehículo definitivamente apetecible.
Una carrocería
totalmente clásica con tres cuerpos perfectamente diferenciados para
alojamiento del propulsor, habitáculo de ocupantes y una parte trasera para el
maletero. Desde luego, el vehículo no «choca» precisamente a la vista por su
aspecto exterior, salvo por su agresivo color rojo y, fijándose más, por el
anagrama trasero que especifica la cilindrada. De todas formas, bien sea por las
llantas o quizá también por una personal predisposición, el coche tiene «algo»
que le diferencia de sus «hermanos» de marca. Aun sin aportar nada nuevo,
respecto a los 1430, su línea de carrocería es mucho más recogida, sin
aristas, le da un aspecto (si cabe) un poco modernizado, también acrecentado
por las dimensiones de los grupos ópticos, tanto delanteros como traseros. De
todas formas, esto es común a todos los modelos de la gama 124.
Personalmente pensamos que también es ciertamente atractiva la total ausencia
de embellecedores, sobre todo laterales, lo que contribuye a dar al modelo un
cierto aspecto deportivo. El interior
tampoco aporta nada nuevo, un cuadro completo en lo que a instrumentos de
control se refiere con un bonito acabado en negro, aunque el diseño no sea
precisamente de lo más moderno, tiene a su favor que los dos relojes centrales
(velocímetro y cuentavueltas) son de grandes dimensiones y buena lectura. Un
volante de excesivas dimensiones, pero ello tiene, como veremos, su explicación. Sin duda se echan
en falta ciertos detalles que se podrían haber incorporado, que acaba de ser
puesto en la calle, aunque sus reminiscencias sean ancestrales, Así por
ejemplo, no estaría de más un sistema de lavaparabrisas eléctrico, que ya
montan modelos de muy inferior categoría del que nos ocupa, y también sería
interesante el «warning» de encendido simultáneo de todos los intermitentes.
Un detalle que puede parecer supérfluo (desde luego, todavía no es obligatorio
en España), pero que se torna extremadamente útil en situaciones de
emergencia. Hubieran sido pequeñas mejoras de modernización que el usuario
agradece. Naturalmente que él mismo las puede adoptar personalmente, pero ello
incrementará su desembolso, lo que a nadie gusta demasiado. Por lo que se
refiere a la mecánica, se ha adoptado el ya suficientemente conocido propulsor
de doble árbol de levas en culata, con una cilindrada de 1.592 c.c., cuya
potencia asciende a 90 CV (DIN) a 5.800 r.p,m. La relación de compresión es de
8,5 : 1. Hasta aquí todo
igual, nada realmente novedoso. Entonces... ¿cuál es la novedad? ¿Qué tiene
de interés? Pues, sin duda, la caja de cinco marchas que siempre fue añorada
en los FU y nunca adoptada en ellos. Un paso adelante que -todo hay que decirlo-
ha tardado en llegar, pero, de todas formas, bien venido sea. La caja que se
adopta es la clásica y conocida de los Seat. No vamos a
extendernos
innecesariamente en sus desarrollos, puesto que pueden ustedes consultarlos en
la ficha técnica. Si ésta es la
auténtica novedad, no podemos olvidar tampoco un segundo aspecto, que es la
adopción del puente trasero de los 131, lo que trae como consecuencia un
sistema mixto de frenos, es decir, disco en el tren delantero y tambor en el
trasero. Es de resaltar que, de ahora en adelante, toda la arna de los 124
montará este tipo de puente. Esta solución mixta se está volviendo a adoptar
últimamente en gran parte de turismos. Personalmente, preferimos (sobre todo
para coches de brillantes prestaciones) el disco en las cuatro ruedas, aunque el
mixto tampoco carece de eficacia. Dejando aparte el
aspecto puramente técnico, la citada medida de adopción del puente trasero es
muy interesante en el sentido de unificación de la gama de recambios, lo que
siempre es un punto en favor del usuario. Las llantas son
Iguales que las del FL-80, de cinco pulgadas y media. con neumáticos de
155.
EN MARCHA ...
Una vez sentados
al volante, la sensación es de que estamos en un simple 124: cuando
accionamos la llave de contacto, cambiaremos de parecer. Los asientos son cómodos
y el respaldo quizá es un poco más alto que en los anteriores lo que, sin
duda, es un punto a favor. También es de destacar que éste (el respaldo)
sujeta bien la espalda en los desplazamientos laterales. Los reposacabezas son
regulables y de generosas dimensiones, con lo que cumplen perfectamente con su
función protectora. Desde luego, se podía haber corregido (ya tendría que
haberse solucionado hace tiempo) el defecto de las guías. A los pocos días de
uso, en cada acelerón y en cada frenazo se produce un desagradable «baile» de
los ocupantes. La banqueta sigue siendo corta. Un punto favorable, los
cinturones de inercia (autoenrrollables). La postura de conducción es buena, pero por lo menos en la unidad que nos tocó, era imposible (o muy difícil) realizar el «punta-tacón», puesto que el pedal de freno bajaba en exceso. Ya que estamos con los frenos, sigamos diciendo que, tal como antes apuntábamos, no nos ha gustado demasiado el sistema de tambor trasero. Repetimos que podía tratarse sólo de nuestra unidad, pero los encontramos insuficientes. Sobre todo, faltos de progresividad, es decir, en un primer momento parece que el coche no frenará e inmediatamente bloquea de forma demasiado brusca, lo que resulta desagradable en ciudad, donde las frenadas imprevistas siempre son frecuentes. De todas formas, esto podría paliarse con unas pastillas y un líquido más adecuados. Como ya decimos,
el motor es conocido desde hace ya varios años, pero no por ello deja de ser
interesante en lo que se refiere a sus prestaciones. Es una delicia conducirlo,
máxime si tenemos en cuenta la caja de cinco marchas, la cual, de todas formas,
presenta una pequeña imprecisión sobre todo cuando queremos poner cuarta rápidamente,
aunque, por otro lado, sólo es cuestión de concentrarse un poco y accionar
perfectamente a fondo el embrague. La quinta está bastante cerrada y es muy cómoda,
sobre todo en desplazamientos por autopista o recorridos poco virados. Una lástima que
la dirección siga siendo de tornillo (es una de las cosas que está previsto
cambiar como ya apuntamos), puesto que sigue con sus problemas de dureza -sobre
todo en parado- y poca rapidez de retorno. Bien es verdad que esto podría ser
corregido cambiando las cotas de reglaje, pero con ello, se tornaría mucho más
dura aunque también mucho más efectiva. Este es precisamente el motivo del
gran diámetro del volante. También es de resaltar que el pulsador del claxon
termina, en sus extremos, en aristas vivas que son molestas y pueden incluso ser
peligrosas. Por lo que se
refiere a su comportamiento rutero, la estabilidad es buena con un rnarcado carácter
sobrevirador, esto contando con que pongamos unas adecuadas presiones en las
ruedas delanteras. No cabe duda que es un vehículo que debe llevar la presión
delantera un tanto elevada, puesto que, de no ser así, los sustos que nos
podremos llevar por pérdida de adherencia en el tren delantero son... mayúsculos.
Su tendencia, con presiones inadecuadas, es a clavar excesivamente el morro, lo
que irremisiblemente nos desplazará fuera
de la curva, Naturalmente se trata de
peculiaridades que todos los vehículos presentan. Personalmente, encontramos un
coche extremadamente divertido y efectivo de conducir. Naturalmente se trata, un
poco, del coche para el «conocedor», el coche para el usuario que sin exigir
un excesivo confort, sabe apreciar el «ronroneo» de su escape y las
fulgurantes aceleraciones que puede obtener con su pie derecho. No mucho más queda por decir, salvo que también monta un ventilador de marcha continua (no electroventilador), puesto que las mayores dimensiones de los propulsores bialberos, no lo permite. En resumen, como decimos, un modelo ciertamente interesante con el que Seat accede a las peticiones de muchos de sus usuarios.
CARACTERÍSTICAS
TÉCNICAS.
· Autor: Javier Fernández (MOTORAUTO, nº16, febrero 1978) · Gracias a Jaume P. por enviar el texto y a Oscar G. por las fotos.
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