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Los bricos de los foreros


   
 

F. Lamborghini visita a E. Miura

Por Motor Press

   
 

 

 

"Estaba ya harto de discutir con los fabricantes y decidí construirme yo mismo mis coches." Este ha sido el comienzo de la aparición en el mercado de los coches más potentes, rápidos y sugestivos que hoy circulan por las carreteras de todo el mundo.

 

Esta frase nos la decía el pasado viernes Ferruccio Lamborghini, mientras tomábamos un café en la terraza del aeropuerto de Barajas. El célebre fabricante italiano iba a pasar dos días a Sevilla. Al parecer, el señor Miura no estaba muy contento de que se hubiese puesto su nombre a un coche y que se hubiese repetido el bautizo con otro nombre de su celebérrima ganadería "Islero". Lamborghini no ha tenido el más mínimo inconveniente en acercarse a Sevilla, y a la vez que quitaba importancia al asunto y quedaba como gran amigo de Miura, hacía retratar sus extraordinarios coches en la dehesa andaluza.

 

 

Ferruccio Lamborghini a su paso por Barajas

 

Pocas personas esperábamos a Lamborghini en Barajas: los señores Amato y Martín, representantes de la firma en España; el industrial don Antonio San José, propietario del primer "Islero" fabricado por Lamborghini, y los representantes de Motor Press y AUTOPISTA. Dos periodistas italianos acompañaban al fabricante en su viaje a Sevilla.

 

POTENCIA INDUSTRIAL

 
Sorprende la vitalidad que rebosa Ferrucio Lamborghini, su simpatía y la agilidad mental con que mantiene una conversación. "Es como la mayor parte de los industriales españoles —nos dice San José— que nos hemos tenido que hacer partiendo de cero." Y, en efecto, Lamborghini, arrancando desde sí mismo, tiene hoy un potencial industrial que asombra. De sus fábricas de Bologna salen diariamente más de 150 tractores. Los coches, fabricados en unos talleres independientes en los que trabajan 400 personas, salen con una cadencia diaria de cinco unidades. Hasta el momento, Lamborghini ha construido 410 Miura, 280 Islero y 40 Espada, aparte de un Marzal codiciado por destacados personajes de la alta sociedad. El no lo vende. ¿Por qué?


Es un coche demasiado avanzado, muy del futuro. Hace falta primero que la gente comprenda, que cambie de gusto y se habitúe a sus líneas. A mí me ha pasado que, al salir alguna vez por Bologna con él, el público se apiñaba, se interrumpía el tráfico y a mí me entraba tal vergüenza que tenía que dejarlo en manos del mecánico y yo desaparecer de allí. Sé que se podrían hacer 20 o 30 unidades de él, pero es demasiado pronto para ello. Tal vez lo prepare para dentro de dos años.

 

 

Lamborghini, con los señores Amato, Martín y nuestro redactor


CALIDAD ESPAÑOLA

 
—¿Podrá verse este coche en España?

 
Creo que sí. Estamos preparando su presentación y la del Espada en el Salón de Barcelona y traerlos después a Madrid.

 
—Me imagino que usted pierde dinero con estos coches...

 
¿Pero qué importa? Lo que se pierde por un lado se gana por otro.

 
—¿Quiere decir que ha aumentado la venta de tractores Lamborghini desde que hace estos coches?

 
Sí; calculo que en un 150 por 100.

 
—¿Dónde está la mejor clientela de sus automóviles?

 
En Estados Unidos, Italia y Francia. Después, Gran Bretaña, Alemania y Suráfrica. En España también se venden; creo que hay 18 propietarios de Lamborghini.

 
Esta casa hizo el primer coche que, fabricado en una serie corta, sobrepasaba los 300 kilómetros por hora. Hoy, Lamborghini, entre los modelos que prepara, tiene en preparación el lanzamiento del Miura Sport.

 
Garantizo los 350 kilómetros de velocidad —nos dice.

 
Pero nos queda la duda. Un hombre que no contento con Ferrari, Lancia, Mercedes y otras marcas, se lanza a hacerse él sus coches, ¿con qué base lo hace? ¿Entiende Lamborghini de coches?

 
Sí; entiendo de coches. ¡Claro que entiendo! —nos lo dice con orgullo; el sano orgullo de un creador—. Tengo gente muy buena trabajando conmigo, pero yo soy el promotor y doy la pauta.

 

 

 
EL SIGNO DEL TORO

 
Miura, Islero, Espada, Marzal, Jarama... Nombres españoles todos. Nombres de toros y de divisas.

 
Yo nací bajo el signo de Tauro y he querido poner mis coches con el símbolo de un toro. Sí; Tauro es el que corresponde al 20 de abril.

 
—Supongo que el 20 de abril de no hace muchos años...

 
Bueno, le diré que sólo tengo cuarenta años y unos meses. A usted le toca averiguar los meses.

 
Hay risas en la reunión. Risas y buen humor y simpatía desde que Ferrucio Lamborghini, con su traje azul, sus espaldas anchas, mirada segura y ha descendido del avión y nos ha saludado como si nos conociera de toda la vida.

 
Hemos querido saber si, además de ponerles nombres españoles a sus coches, conocía España y la industria española.

 
—¿Se podría hacer en España lo que usted hace, aunque en un plano más modesto?

 
Yo creo que sí. Hace cuatro años que visité España porque quería fabricar aquí tractores. Vi excelentes fundiciones, muy buenas fábricas de engranajes, cojinetes, amianto... Bellas y eficaces fábricas, en menor cantidad que en Italia, pero que trabajan con un nivel extraordinario de calidad. Creo que en España se pueden hacer grandes cosas.


Queda ya poco tiempo. Ferrucio Lamborghini fuma un pitillo más. Sólo ha tomado café con leche y ha rechazado la invitación a una copa de coñac; pero ha fumado mucho y siempre de su cajetilla "para no cambiar de tipo". Anuncian el vuelo de Sevilla y nos despedimos. Todavía nos queda un rato para hablar, de camino a la escalerilla, de los proyectos. El fabricante italiano desmiente que vaya a preparar un coche de Fórmula. Lo único que quiere preparar es un modelo muy competitivo económicamente. Sus coches actualmente valen en Italia entre las ochocientas mil pesetas y el millón y algo. Sin dejar de hacer estos modelos, piensa ya en un automóvil Lamborghini de casi la mitad de precio.

 
—¿Y respecto a España?

 
Sigo con la idea de hacer la fábrica de tractores —y casi como un hasta luego, añade—, en Sevilla.

 

 

 

El célebre ganadero sevillano don Eduardo Miura ba recibido en Sevilla la visita del famoso fabricante de tractores y coches Ferrucio Lamborghini. Parece ser que el objeto de la visita no era otro que explicar a Miura el porqué de haber bautizado un modelo de sus automóviles con el nombre del ganadero y otros con nombres de sus toros. Lamborghini y Miura charlaron amigablemente y posaron con algunos de los modelos fabricados en Bologna ante la Torre del Oro.

 

 


Sólo tengo un problema, señor Miura. Tengo en proyecto un coche que no sé cómo llamarle. ¿No tiene usted un nombre de un toro famoso?

 
Hombre, pues tengo el de "Perdigón", que fue el toro que mató al "Espartero".

 
Entonces, mi próximo automóvil se llamará "Perdigón".

 
¿Hay mejor manera de hacer las paces o de entablar una amistad?

 

 

 
Por otra parte, Lamborghini ha comunicado al señor Miura su deseo de instalar en Sevilla una fábrica de tractores. Ya hace algunos años visitó España y, en concreto, algunas fábricas de materiales. Es posible que pronto el símbolo del toro llegue también a Sevilla, pero con motores y chapas.


Fuente: AUTOPISTA nº 512 (30-11-1968)

   
   
 
   
   

 

 

 
Comentarios de los lectores
 

 

 1. RenoliniFabadaCortijera

 Joer, pero ¿le regaló un Lamborghini Miura al señor Miura o no? O sólo fue a darle la barrila...

 

 

 2. Torete

 Esa matrícula de Madrid, no sé...algo no encaja. Sería interesante localizarla en la DGT...

 

 

 3. Luis

 Impresionante el Miura en Sevilla

 

 

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