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Los bricos de los foreros


   
 

I Rallye Barcelona-Sitges

Por MOTOR MUNDIAL

   
 

Cartel del III Rallye Barcelona-Sitges

   

La localidad de Sitges, ese rincón luminoso de la costa catalana mundialmente famoso, ha querido sumar un motivo más a sus atractivos turísticos con la incorporación a sus valiosos museos de otro no menos interesante: el de los coches antiguos. Y como prólogo a esta idea, que, conocedores de la actividad de los sitgetanos, nos consta será llevada a la práctica con motivo de sus Fiestas Mayores de Invierno, organizaron un vistoso rallye de coches de época, que les sirvió para orientarse en sus pretensiones.

 

En realidad, dicho rallye no es que pretendiera ni tan siquiera igualarse a la conocidísima prueba de este tipo de coches, la Londres-Brigthon, y si, más bien, reunía las condiciones de espectáculo en su doble aspecto turístico y artístico. Por consiguiente, la finalidad que se pretendía se consiguió plenamente y, en cierto modo, «el éxito sorprendió a la propia empresa», como manifestó después el propio alcalde de Sitges, don Rafael Burguera, quien, además, confesó el interés que existe por darle a esta prueba un carácter internacional y la cual se desarrollaría cada año en estas mismas fechas.

 

Don José Soler Roig acudió al interesante Rallye con este magnífico

"Panhard" de 1907, matriculado en Madrid, con el número 320, y que realizó una espléndida

demostración de potencia, revelando así su magnífico estado de conservación.

 

 

Bajo la organización de la Junta del Fomento del Turismo de Sitges y contando con el patrocinio del Ayuntamiento de dicha villa y la valiosa colaboración del Real Automóvil Club de Cataluña, Real Círculo Artístico de Barcelona y del Club de Mar, de Sitges, el mencionado rallye de «coches abuelos» reunió un par de docenas de vehículos, todos los cuales contaban con una «fe de vida» anterior a 1920, condición que había sido establecida por los organizadores. Por ello pudieron verse los vehículos más extraños, cuyas humorísticas líneas hicieron el regocijo de los miles de barceloneses que presenciaron la salida neutralizada en el corazón de la ciudad, aplaudiéndolos sin cesar.

 

Habían sido inscritos los siguientes vehículos: «Berliet» B-14, construido en 1908; «Bugatti» B-15212, de 1920; «Delahaye» B-20, de 1904 ; otro «Delahaye» del Servicio de Bomberos B-T 5, 1912; «Delaunay B» LO-14, de 1906 ; «Fiat» B-13350, de 1920 ; «Ford T» B-17918, de 1910 ; «Ford» Z-2257, de 1916 ; «Ford T» B-5334, de 1919 ; «Ford» B-17419, de 1919 ; «Ford T» B-24860, de 1919; «Ford T» B-24544, de 1919; «Georges R» L-71, de 1904; «Hispano Suiza» B-l, de 1907; «Hispano Suiza» B-33035, de 1910; «Hispano Suiza» B-2598, de 1914; «La Cuadra» SO-3, de 1900; «La Licorne» B 40662, de 1920 ; «Napier» T-39, de 1912 ; «Panhard» M-320, de 1907 ; «Peugeot» B-299, de 1905 ; «Renault» B-187, de 1900 ; «Rolls Royce» B-12887 ; el B-6852, sin marca, y el «Clemes» M-95.

 

Don José María Giménez Casasús, con un "Renault" de 1900, de su propiedad,

a su paso por la Plaza de Cataluña, donde se encontraba situado el Jurado de la prueba.

El viejo "Renault" haría después un magnífico papel en las costas de Garraf.

 

Frente al Palacio de Pedralbes se dio la salida oficial del rallye, que, en los artístico, tenía como condición el que los tripulantes debían ir vestidos al estilo de la época a la que pertenecía el coche, saliendo los vehículos a intervalos de 20 segundos. Naturalmente, con ellos, y a pesar de la lluvia que caía, salieron también una caravana de acompañantes que superaba el millar y medio de turismos, lo que en cierto modo, restó belleza a la caravana de los «ancianos». En general los viejos motores respondían a la perfección y aunque en el camino quedaron fuera de combate tres o cuatro máquinas, los demás, a un promedio de 40 kilómetros, se presentaron sen el tramo más duro de la carrera, los desniveles de Garraf, con gran anticipación al horario previsto. Nada más iniciar la subida quedó «clavada» en la carretera la «La Licorne» B-40662, por falta de agua. Los demás continúan subiendo en primera y envueltos en nubes de humo y vapor. En el último alto, ya con Sitges a la vista, el B-T. 5, del Servicio de Bomberos, cuyos ocupantes también van ataviados al estilo 1800, tiene que detenerse por rotura de la cadena, lo que se soluciona en pocos minutos, con ayuda de un alambre.

 

La vetusta caravana, a su paso por las calles de Barcelona. En primer lugar,

marcha el "Napier" de 1912, propiedad de don Enrique Aragonés, con su "tripulación" dispuesta

para emprender la marcha en dirección Sitges.

 

En Sitges el ambiente es el de las grandes solemnidades. Tribunas ocupadas por autoridades y personalidades del mundo artístico y del automovilismo, banderas, colgaduras, bandas de música y cohetes. En esta animación reinante a pesar de la lluvia, los viejos coches van entrando a la meta entre aplausos y vítores, así como abundante lluvia de «confetti» y serpentinas. Cuando el último vehículo registró su llegada el resto de los coches llegados, que habían sido aparcados en la plaza de la estación, en el cruce mismo con la carretera de Barcelona a Valencia, se organizó la comitiva que se dirigió al Paseo de Rivera, junto a la playa de la Blanca Subur, tan querida de los catalanes y admirada de extranjeros. Allí, el Jurado hizo su última puntuación, que después daría la clasificación definitiva. Naturalmente, hubo recepción, comida y baile, en el curso del cual fueron otorgados los trofeos correspondientes que detallamos a continuación según fueron clasificados:

 

1.°, «Berliet», de don Miguel Benavente ;

2.°, «Delahaye», de don Mario Fernández ;

3.º, «Panhard», de don José Soler,

seguidos de un «Delahaye», un «Hispano», un «Clement-Bayard», un «Napier», un «Renault»,un «Peugeot», otro «Hispano», un «Georges-R» y un «Ford-T».

 

Con esta prueba, a título de ensayo, sus organizadores lograron un rotundo éxito, a pesar de la pertinaz lluvia caída durante el desarrollo de la misma, y si algo no marchó como debía fue, como queda dicho antes, el no aislar a los coches participantes del resto de los seguidores, a lo largo de toda la carrera. Naturalmente, la «novatada, etc.».


· Texto: M. Castellón (MOTOR MUNDIAL Nº 175, marzo 1959)

 

 

I Rally Barcelona Sitges de coches de época

Franco éxito de la concentración retrospectiva de automóviles de antaño

(La Vanguardia, 10 de marzo de 1959)

 

Evocación de los felices años veinte

 

El tiempo fue la única nota discordante en el feliz desarrollo del primer «Rallye» Barcelona-Sitges, reservado a automóviles de turismo, cuya fecha de fabricación fuera anterior al año 1920. No obstante el cielo gris, la lluvia a intermitencias y un fuerte chaparrón por la tarde, sólo menguaron en parte la presencia de coches acompañantes que hubiera sido inusitada y que así y todo en más de un millar se trasladaron a Sitges en caravana, para seguir y presenciar la prueba.

 

El "Georges R", matrícula L-71, propiedad de don José María Batllé, recorre

el bello paseo marítimo de Sitges, camino de la ansiada meta, después de haber realizado el recorrido

desde la capital catalana, cumpliendo como los buenos.

 

Antes de las once de la mañana, en la Plaza de San Jaime, quedaron aparcados los veintitrés coches de época que se habían inscrito para participar en el «Rallye», viejos y venerables vehículos, pero conservando todavía su prestancia y lo que es más notable, su potencia de tracción en perfecto funcionamiento, como quedó demostrado al poder llegar todos por sus propios medios, al final del viaje. Los ocupantes da los vehículos, damas y caballeros, luciendo atuendos de la época armonizaban con las carrocerías arcaicas de los locomóviles. Los felices años veinte quedaban evocados en la estampa retrospectiva que ofrecían coches y pasajeros.

 

Los veintitrés participantes

 

A las once y diez de la mañana, don Juan Antonio Samaranch, en representación del alcalde dio la salida, emprendiendo la marcha los vehículos siguientes:

 

  Participante
Automóvil
Matrícula
Fecha
         
  don Miguel Benavent López
«Berliet»
B. 14
1908
  don Miguel Puigdevall
«Bugatti»
B. 15.212
1920
  don Román Bibés y conducido por don Mario Fernández Sojo
«Delahaye»
B. 20
1904
  don Ramón Vicente (coche del Servicio de Bomberos)
«Delahaye»
B. T. 5
1912
  don Salvador Fábregas
«Delaunay B.»
LO. 14
1906
  don Francisco Fígols
«Fiat»
B. 13.350
1920
  don Enrique Peribáñez
«Ford»
Z. 2.257
1916
  don Hermán Raeck
«Ford T »
B. 5.334
1919
  don Marcelo Maluquer Barceló
«Ford»
B. 17.419
1919
  don Luis Omedes
«Ford T»
B. 24.860
1919
  don Mariano Mateu Casadevall
«Ford T»
B. 24.544
1919
  don José María Batllé
«Georges R»
L. 71
1904
  don Manuel Mayol
«Hispano-Suiza»
B. 1
1907
*
don José Antonio Vidal González
«Hispano-Suiza»
B 33.035
1910
  don José Pallejá Fortea
«Hispano Suiza»
B. 2.598
1914
**
-
«La Cuadra»
SO-3
1900
*
don Alberto Prats y Trián
«La Licorne»
B. 40.662
1920
  don Enrique Aragonés Gomis
«Napier»
T. 39
1912
  doctor don José Soler Roig
«Panhard»
M. 320
1907
  don Daniel Salayet Villero
«Peugeot»
B. 299
1905
  don José María Giménez Casasús
«Renault»
B. 187
1900
  don Pedro Arderiu Viñas
«Rolls Royce»
B. 12.887
-
  don Jaime Pujol
Sin marca
B. 6.852
-
  don José María Puigerver
«Clemes»
M. 95
-
   
  Notas del webmaster:      
*
La matrícula no corresponde con la fecha.
**
El "La Cuadra" no figura en la lista de LA VANGUARDIA.

 

que por la calle de Fernando y Ramblas se dirigieron a la Plaza de Cataluña, estacionándose breves minutos ante el local del Círculo Artístico para cumplir el requisito del control allí señalado, prosiguiendo por el Paseo de Gracia, Avenida del Generalísima hasta el Palacio de Pedralbes, en donde fue dada la salida efectiva del «Rallye».

 

Durante el trayecto numeroso público presenció complacido y regocijado el paso de la caravana, exteriorizando con aplausos su complacencia por los ejemplares más notables.

 

Don Ramón Vicente presentó este antiquísimo "Delahaye" y que, en sus tiempos,

prestó servicio en el parque de bomberos, cuyo "nacimiento" data de 1912. En la fotografía

se pueden apreciar sus ruedas macizas, así como la indumentaria a propósito de sus ocupantes, que se han visto

obligados a detenerse por avería de la cadena de la transmisión, avería que fue reparada sencillamente

a base de un poco de alambre corriente.

 

Rumbo a Sitges

 

Desde la Avenida del Generalísimo la caravana continuó la marcha hacia Esplugas. Cornellá, San Baudilio, Viladecans, Gavá, Castelldefells, Garraf y Sitges. Numerosos coches siguieron la caravana, haciéndose muy difícil el tránsito y produciéndose embotellamientos, especialmente en un tramo en obras, entre Viladecans y Gavá. El desfile por las costas de Garraf resultó pintoresco y todos los coches participantes salvaron las dificultades de sus continuados repechos, con sobrada energía.

 

Únicamente el coche del Cuerpo de Bomberos de Barcelona, sufrió una pequeña avería después de Vallcarca, que sus ocupantes lograron resolver, prosiguiendo la marcha sin demasiado retraso.

 

He aquí el "Hispano Suiza" de 1907, perteneciente a don Manuel Mayol, que fue, sin duda, el más popular

de los "ancianos" concurrentes a la prueba, seguramente por llevar la matrícula número 1 de Barcelona.

 

El primer coche en llegar a Sitges fue el conducido por el presidente del Real Automóvil Club de Cataluña, don Salvador Fábregas. El coche era un «Delaunay-Belleville», del 1906, y a continuación fueron llegando los demás participantes, quedando aparcados frente a la estación. Un enorme gentío se había congregado en aquel lugar, siendo materialmente imposible abrirse piso para llegar hasta los coches, que ahora causaban la admiración de los suburenses.

 

En la meta les esperaban las autoridades locales presididas por el alcalde, don Rafael Bruguera y el presidente del Fomento de Turismo de Sitges, marqués de Mura que felicitaron a los conductores que demostrando su pericia habían logrado terminar felizmente el viaje.

 

Don Salvador Fábregas conduce por las Costas de Garraf un «Delaunay », matrícula de Logroño,
que obtuvo el Premio de «Elegancia».

 

Desfile por las calles suburenses

 

Al poco rato se formó una comitiva precedida por la banda de música de Sitges, y estandarte de la villa, siguiendo a continuación los «breachs» de la Sociedad Prado Suburense, Sociedad Recreativa «El Retiro» y del Gremio de Hostelería ocupados por jóvenes y señoritas, ataviadas con trajes de época, y finalmente los coches que habían participado en el «Rallye».

 

La vistosa cabalgata desfiló bajo una lluvia de confeti por las calles de Gumá y Jesús hasta la Plaza del Cap de la Vila, donde desde la tribuna montada, al efecto, presenciaron el paso de la comitiva las autoridades locales y las que habían llegado de Barcelona, entre las que so encontraban el general, don Rogelio Puig, en representación del capitán general de la reglón; don Juan Antonio Samaranch, en la del Ayuntamiento de Barcelona y el vizconde de Güell, presidente del Real Circulo Artístico.

 

 

Siguió la caravana hasta el Paseo de la Ribera, donde los ocupantes de los vehículos descendieron de los mismos, trasladándose a pie hasta Maricel, donde en el Salón de Oro, el alcalde de Sitges les dio la bienvenida, siéndoles ofrecido un vino de honor.

 

Mientras los participantes dedicaban el tiempo al almuerzo, tarea quo ocasionó algunas dificultades a los centenares de automovilistas que espontáneamente se agregaron a la caravana —pues no estaba prevista la contingencia de reunir a tan elevado número de personas—, los componentes del Jurado comenzaron sus deliberaciones para otorgar los premios.

 

El de atuendos, organizado por el Real Círculo Artístico, estaba integrado por el vizconde de Güell, doctor Sastre y Marqués y los pintores Santi Surós y Puigdengolas.

El Jurado del Real Automóvil Club fue presidido por don Juan Antonio Samaranch, el doctor Apezteguía y los señores Ribas, Almacenas, Pinol, Marín, Olivé y Lluch.

 

Los jurados se atenían a la antigüedad de los coches, su conservación y presentación, así como a la perfección y ambientación de los atuendos de los ocupantes.

 

 

 

Reparto de premios

 

A las seis de la tarde, en el Club de Mar, se procedió a la entrega de premios, los cuales fueron distribuidos como sigue:

 

Antigüedad, estado de conservación y mejor presentación: 1, don Miguel Benavent; 2, don Mariano Fernández Sojo, y 3, doctor don José Soler-Roig.

 

Ataviados con mayor propiedad: 1, don Salvador Fábregas; 2, don Hermann Raeck y 3, don Alberto Prats.

 

También fueron entregados los siguientes premios: Copa del Presidente de la Diputación, a don Román Ribas; Copa del Real Club de Golf, a don Miguel Mayol; Copa de los Propietarios de Sitges, a don José Puigcercós.

 

Desde todos los aspectos, este primer Rally Barcelona-Sitges para coches de época constituyó un pleno éxito por el número de coches participantes, por el valor de los modelos presentados, por la nota de color y de humor que le prestaron los ocupantes y por la acogida popular y entusiasta que le brindó el público, tanto desde la salida de nuestra ciudad como de las poblaciones comprendidas en el itinerario y en Sitges, donde el entusiasmo se desbordó, congregándose un enorme gentío en la Blanca Sabur. De la fiesta sólo estuvo ausente el sol mediterráneo, que en esta ocasión se escondió tras de las amenazadoras nubes procedentes de Levante, que nos obsequiaron con más de un chubasco.

 

   
   
 
   
   

 

 

 
Comentarios de los lectores
 

 

 1. luis

 Me ha resultado curiosa la lista de participantes. ¿Se sabe ahora algo de esos coches? ¿Siguen en España?

 

 

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