Barcelona, a 30 de Junio de 1904

Una nueva fábrica de automóviles, con el nombre de «Hispano-Suiza» acaba de constituirse en esta capital, siendo su existencia doblemente interesante por su importancia y por ser la primera de España.
El Consejo de administración está formado por los señores siguientes:

Don Damián Mateu y Bisa, presidente.
Don Francisco Seix y Saya,vicepresidente.
Don Martín Trías y Doménech, secretario.
Vocales: Don Rodolfo Juncadella y Uliva, don Román Batlló y Suñol, don Tomás Recolons y Lladó, don José Víctor Sola y Andreu, don Sixto Quintana y Tuset, don Bernardo Garau y Cánoves.

Don Marcos Birkigt, ingeniero.
Don Enrique Trías y Doménech, administrador.

Los automóviles que se fabrican bajo la dirección de don Marcos Birkigt, reúnen excelentes condiciones de coches de excursión, siendo cómodos y elegantes.
Cuanto a sus ventajas técnicas, pueden resumirse en las siguientes, que constan en la memoria publicada por la misma sociedad constructora.
Solidez y perfecta resistencia a doblarse en el bastidor. Absoluta indeformabilidad del bloque y contraje perfecto de los ejes del motor y del cambio de velocidades.

Mecanismo rigurosamente resguardado del agua, el barro y el polvo, pudiendo pasar por encima de 60 ó 70 centímetros de agua sin inconveniente para el mecanismo, que se conserva constantemente limpio.
La limpieza exterior es facilísima. El motor y todo el mecanismo son de fácil acceso y desmontaje.
Como quiera que el carruaje está montado por completo sobre bolas, te obtiene del mecanismo el máximo de rendimiento.
Los cojinetes de bolas son de gran diámetro, cementados, templados y completamente rectificados.

Para dar una idea de la resistencia de los cojinetes aplicados a estos coches, diremos que uno solo de los de las ruedas puede soportar una carga de 3.000 kilogramos .
El desgaste de los cojinetes del motor es nulo por estar el cigoñal cementado, templado, rectificado y engrasado con presión por su centro.
Teniendo en cuenta la temperatura del país y lo accidentado del terreno, se ha asegurado el enfriamiento del motor, mediante un refrescador calculado en un 25 por ciento más potente que los que llevan los coches extranjeros.

Los engranajes del cambio de velocidades y del eje trasero, los cardáns, y en general todas las piezas que funcionan, son cementadas y templadas para evitar el desgaste.
Tomando en consideración el general estado de nuestras carreteras y la frecuencia con que hay que atravesar rieras y torrentes, el mecanismo del carruaje va colocado a relativa altura del suelo y protegido por el eje delantero. Por el mismo motivo la anchura de la rueda es igual a la de los carros.
Por la disposición cómoda que se ha dado a todos los órganos de dirección y manejo, estos coches son conducidos con mucha facilidad, no siendo necesario ocuparse del engranaje durante la marcha, porque este se hace automáticamente en todas las partes del mecanismo.

Finalmente, estos coches pueden ponerse en marcha sin necesidad de dar vuelta a la manija delantera.
Atendiendo a lo que dejamos dicho, no creemos aventurado asegurar que la fabricación de estos coches, estudiados ex profeso para el país y de un precio notablemente inferior a los extranjeros, constituirá la base de una nueva industria nacional doblemente importante por sus muchas complementarias y derivadas.
Texto: La Vanguardia.