Todo empezó hace unos diez años. Por casualidad llegó al garaje de un amigo mío un SEAT Panda en bastante buen estado, pero al comprar su dueña un Ford nuevo, éste se quedó para plan prever.
Después de bastante tiempo a mi amigo le ofrecieron otro SEAT Panda, éste documentado, pero en bastante mal estado. Un poco de aquí y otro poco de allá y con los dos conseguimos hacer uno.
Después de acabar la carrocería y metiendo muchas horas nos metimos con el motor. Lo desmontamos por completo y lo revisamos de arriba abajo. A base de lima igualamos el peso de las bielas, retocamos las ventanas de admisión y de escape así como el colector de admisión y un amigo tornero nos aligeró el volante de inercia.
Le colocamos unas viejas ruedas Firestone de tacos provenientes de la antigua Copa Marbella de Rallys de Tierra y un cubre-carter que mi amigo adaptó proveniente creo que de un Ford Fiesta.
Una vez probado y viendo que todo funcionaba correctamente pensamos que con él teníamos que hacer algo entretenido y como pronto llegaba la Semana Santa , ¿porqué no intentar hacer una travesía por Navarra pisando la menor cantidad de asfalto posible?
El tema estaba bastante bien. El alojamiento lo teníamos resuelto ya que podíamos disponer de un piso en Tudela que nos dejaban unos familiares.
Recuerdo que fue un miércoles el día que salimos en dirección a Estella, pero como todavía no estaba asfaltada la carretera que va de Legazpi a Ormaiztegui se nos ocurrió empezar el viaje pisando lo que más nos gustaba: la tierra. De allí nos fuimos por Alsasua, a la Sierra de Urbasa e hicimos una paradita de rigor en el despeñadero de Urederra
Circo de Urederra
Desde Urbasa llegamos a Estella y como era media mañana paramos a almorzar a las afueras, concretamente en el bar El Volante. Había que coger fuerzas porque nos esperaba un viaje largo.
A partir de aquí empezaba lo bueno. Si éramos un poco vivos con el mapa (Atlas de carreteras Salvat 1:300.000 ) ya no tendríamos que pisar el asfalto más que lo justo y necesario.
Cojemos la carretera que va hacia Lodosa y en Muniáin de la Solana cogemos el camino que lleva a Aberin, de aquí cruzamos el río por el puente y nos dirigimos por la pista de tierra hacia Oteiza y sin llegar al pueblo cogemos un bonito y rápido camino que nos lleva bordeando el río Ega y pasando por unas ruinas, de las que desconozco el nombre, hasta Lerín
Pistas rápidas entre Oteiza y Lerín
Ruinas entre Oteiza y Lerin cerca del río Ega
Una vez superado Lerín, nos dirigimos hacia Miranda de Arga por una zona en la que abundan los corrales de pastores. Pasamos cerca del Caserío del Corbo y por un camino con bastantes roderas y barro, llegamos a Miranda de Arga.
Zona de cultivo entre Lerín y Miranda de Arga
La salida de Miranda de Arga la hacemos por la carretera asfaltada que va a Tafalla, pero a unos siete kilómetros cogemos un camino que sale a la izquierda. En esta zona fue donde más problemas tuvimos para seguir la ruta, ya que el camino se acababa y teníamos que seguir campo a través por zonas de hierba bastante húmedas hasta que a lo lejos divisamos Artajona y nos decidimos a parar a comer ya que hacía más de tres horas que no metíamos nada al cuerpo.
Alrededores de Artajona
Después de comer nos dirigimos por un camino a la pequeña localidad de Pueyo y desde allí por la carretera hasta Olite y Beire. Allí empezaba de nuevo la pista de tierra que nos iba a llevar hasta el precioso pueblo de Ujué .
Esta pista para los que nos gustan los rallyes y la velocidad es como un regalo. Es un trazado súper bonito con infinidad de rasantes en los que el pequeño Panda llegaba a despegar.
Desde Ujué tomamos el camino que baja hasta el rió Aragón por un autentico pedregal . Desde este punto nos dirigimos a Murillo el Fruto y de allí por carretera a Carcastillo.
Fue aquí donde tuvimos uno de los pocos percances. Nos disponíamos a meter combustible y abrimos el capó para ver si todo estaba bien.
Vimos que se había soltado uno de los tornillos de la cremallera de dirección. Le pedimos una llave al dueño de la gasolinera y asunto arreglado.
A partir de Carcastillo empezaba la etapa más larga bonita y espectacular de toda la ruta. Las Bardenas Reales .
Las Bardenas
Nos adentramos en Las Bardenas por la zona norte por una bonita pista en la que vamos dejando a la derecha varios desniveles como Cornialto y la Punta de la Estroza. En este terreno debemos andar con mucho cuidado porque en algunos sitios la erosión ha hecho desaparecer el camino y se forman socavones capaces de tragarse de un bocado nuestro pequeño Panda.
Peligrosos socavones en medio del camino
Atravesamos varios barrancos y llegamos al pequeño Desierto de la Estroza. Una zona bastante llana por la que no ha pasado el tiempo.
Saliendo del pequeño desierto de la Estroza
De allí nos dirigimos al Castillo de Peñaflor o de Doña Blanca de Navarra, del cual ya sólo quedan vestigios de lo que fue una estratégica fortaleza.
Ruinas del castillo de Peñaflor
De Peñaflor nos dirigimos al Castil de Tierra, en la zona del barranco de las Cortinas. El Castil de Tierra es la Chimenea de las Hadas más emblemática de las Bardenas Reales.
El famoso Castil de Tierra
Una vez aquí damos por terminado el primer día de ruta y nos dirigimos hacia la localidad de Arguedas, que queda a pocos kilómetros, y de allí a Tudela por carretera para ir a cenar y pasar la noche.
Al día siguiente no madrugamos demasiado y después de desayunar emprendemos de nuevo la ruta.
Salimos dirección norte y al poco cogemos la carretera de Ejea de los Caballeros. Unos 7 Km después cogemos la pista de tierra que sale a la derecha hacia Monte Olivete por zonas muy inhóspitas y pedregosas en las que sólo vemos algún corral de ovejas abandonado
Bajando de Monte Olivete
De Monte Olivete nos dirigimos hacia Arguedas y de allí subimos por una pista hacia la Virgen del Yugo, lugar del que se divisa gran parte de Las Bardenas. Posteriormente bajamos hacia el Castil de Tierra y de allí por la pista que bordea al polígono militar nos acercamos hacia la zona más bonita de toda la Bardena, El Prallón y la Pisquerra.
Zonas difíciles para el Panda entre el Prayón y la Pisquerra
Después de pasar bastante tiempo haciendo el cabra por los alrededores de la Pisquerra decidimos salir de las Bardenas por los campos del sur de Rada en dirección a la población de Valtierra, donde accedemos por un bonito camino de tierra lleno de curvas en paella en el cual nos divertimos de lo lindo.
Saliendo de Las Bardenas
Como ha llegado la hora de comer nos vamos a Castejón por carretera y después de una buena comida nos dirigimos a Villafranca. Desde aquí cambia totalmente nuestra mentalidad y pasamos a buscar la pista de tierra que va paralela a la autopista en dirección norte con la intención de soltar la mecánica del Panda llegando a adelantar a coches que iban en paralelo por la autopista a velocidades cercanas a los 110 Km/h que sobre tierra a veces acojona un poco.
Por esta pista llegamos a las afueras de Tafalla de aquí a Artajona por una zona que ya habíamos transitado al comienzo del viaje. Después de pasar Artajona nos dirigimos a Mendigorría y de aquí a Oteiza por una zona de molinos eólicos. En esta zona tuvimos un pequeño percance al perder el tubo de escape y recurrir a los cordones de mis botas para poder sujetarlo hasta encontrar una alambre, eso sí, después de dejarlo enfriar claro.
Reparando el tubo de escape
Esta es la última parte de la ruta. De aquí nos fuimos a Estella a tomar unos tragos y después nos dirigimos de nuevo a Tudela para acabar el día con una buena cena.
Aquí acaba este pequeño reportaje, ya que del tercer día no tengo fotos por culpa de una avería en la cámara de fotos.
Espero que os haya gustado y os animo a que hagáis algo parecido y nos lo contéis. Merece la pena.
Un saludo de Joxemi Ruiz y T. Alberto
Hasta otra
Texto y fotos: Josemi Ruiz |