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Historia
inédita del Pegaso 121 llamado también "Rosa de The", "Cúpula"
y "El Dominicano".
Escrita
con cariño para Ismael, de Piel de Toro, por Alfonso Sobero Fernández, de
Puebla, México.
Corrían
los meses finales de 1973, volaba de Nueva York a México, después de un
desafortunado viaje de negocios en esa ciudad, y como buen aficionado a los
coches antiguos mi lectura era sobre ellos.
Leia
el "AUTOMOBILE QUARTERLY" de otoño del 67 que a propósito había
llevado conmigo para volver a leer el articulo sobre Pegasos escrito por
don Nicolás Franco. El vuelo era tranquilo y todo se veía oscuro por las
ventanillas del avión, cenamos, después cerré los ojos y me puse a
pensar en miles de cosas, entre ellas el negocio....pero había que desechar
este pensamiento y había que pensar en algo grato.
Mis
pensamientos influenciados por la lectura me transportaron a mi juventud allá
por los años 55-58, exactamente a la calle Alberto Aguilera (los Bulevares en
Madrid), allí estaba yo, como la mayoría de las mañanas de los domingos,
que me levantaba temprano para con ilusión oír un bello concierto de una música
muy especial, el rugido de un motor V8 que subía por la calle Princesa. Toda la
semana mientras permanecía estudiando Bachillerato en "El
Escorial", mi ilusión de fin de semana era ver y oír pasar ese
Pegaso azul claro, rugiendo por la calle, castigado en los cambios para que
se oyera el motor... desde entonces mi amor por esta marca ha estado
siempre en mí. Nunca supe quién era el afortunado poseedor. He visto muchos Pegasos
en mi vida, pero ése, ése fue el que más me ha impactado, era una
Berlineta, pero no recuerdo si era Touring o Enasa, primera serie. Todavía oigo
el tono exquisito del rugir de su motor. En ese momento decidí tener uno
de estos bellos ejemplares, y llegué a cumplir mi deseo al poseer el 116 (Cabriolet
Saoutchik Prototipo) y el famoso "Cúpula", el primero sigue conmigo,
ésta es la historia de cómo adquirí el segundo.
Al
llegar a México, pensé en ir a buscar el "Cúpula", no tenia muchos
nexos sobre Los amigos del Pegaso Sport, así que decidí
buscarlo donde supuestamente debería de estar, en La Republica Dominicana.
Tiempo
después volé a ese país, sin mas información que había sido el
Presidente Trujillo quien lo había comprado en la exposición de Nueva York. Al
fin de varios días me enteré que había estado en una base aérea militar,
pero mi tiempo se acabó, mi deber de trabajo me llamaba y volví a mi país.
Dos viajes más tuve que hacer para descubrir que el coche efectivamente había
estado en esa base militar, los militares lo habían usado para jugar carreras
alrededor de la pista, me dio muy mala espina, pobre motor. La
base se llamaba San Diego y el coche traía una matricula que leía
"Benefactor de la Patria Oficial No. 1".
Ciertamente
en ese último viaje decidí tener más tiempo, así que seguí mis pesquisas
hasta encontrarme con el comandante de la base, al principio renuente conmigo,
cuando le expliqué mis motivos me contó que el 4 de Julio de 1964 por oficio
No.17791 y recibo 758773 de la intendencia general de la Fuerza Aérea de Santo
Domingo se le vendió a un mecánico de aviación de nombre Ramón E.
Froneta. Lógicamente había que buscarlo, lo encontré, y me contó que lo había
usado más o menos 7,000 millas, pero que tenia dos graves problemas, el primero
el motor muy cansado y aunque le había metido mano ya que el era mecánico ??? había
quedado peor, el otro problema, era un infierno dentro del coche, pero este
último detalle lo había solucionado muy fácil, cortando el techo y quitando
la Cúpula, Dios.... que brutalidad había cometido este hombre. Pero la cúpula
la tenia guardada un amigo en un taller en el centro de la ciudad, bien, allá
fuimos pero la cúpula estaba hecha añicos. Pero bueno y el coche ??
Aunque sea sin cúpula y techo lo quiero, aquí traigo dinero
para pagarlo. ----ahhh..... el coche lo vendí en Febrero del 68 a un señor
llamado Noel Rigau de Rio Piedras, Puerto Rico.
Hombre
!!! llegue con casi 9 años de atraso. Bueno... de regreso a México pues tenia
que atender mis asuntos, pero rápidamente programé un viaje a Puerto Rico,
investigué y conocí a Noel Rigau, quien me dio mucha correspondencia e información
sobre el coche, que todavía guardo, pero el coche había volado... otra vez
tarde. Él solamente lo compró para hacer unos dólares, el coche había sido
vendido al Sr. E. A. Jurist de Hyack Nueva York el 19 de
Julio de 1973.
Pero
surgieron otros problemas, familiares, esta vez, sencillamente tantos viajes al
Caribe, yo con 33 años, esposa y 3 hijos...era sospechoso, posteriormente
todo se aclaró.
Total, otro avión, no sin antes varias llamadas al Sr.Jurist, una gran persona, muy
amable aviador veterano de la segunda guerra. Ya con la seguridad de que él lo
tenia, tomé el vuelo a Nueva York, por fin lo vería, y efectivamente estaba a
la venta.
Una
hora y media en coche me tomó llegar al Vintage Car Store, por fin vi el Cúpula
en un sótano. Dios que pena, llantas desinfladas, lleno de polvo, pintura
blanca que casi no existía, golpes por todos lados, vestidura rota, y desde
luego sin techo ni Cúpula, el motor, claro, nunca arrancó, pobre era una
desgracia , pero en general estaba completo y original, y lo mas importante...
era un Pegaso. Así que el 27 de Abril de 1975 por fin fue mío, previo cheque
en dólares claro.
Pasaron
los meses y no sabia qué hacer pues en mi País estaba totalmente prohibido
importar cualquier clase de automóviles, así que lo envié a Dallas, Texas, a
casa de un amigo y esperar la decisión de qué hacer con él.
Mientras
esto ocurría había adquirido en México una joya de auto, un Hispano Suiza
J-12 1933 Coupé, el cual lo había mandado a restaurar con un amigo
llamado Bob Esbenson q.e.p.d. en Denver Colorado, y el coche había quedado de
98 puntos, una verdadera locura de auto, así que decidí enviar ahí el Pegaso
para su restauración, era 1979.
Se
restauró totalmente haciendo una cúpula y techo nuevos, vestidura, pintura
etc. Fue pintado de amarillo con interiores rojos, colores de España. El motor
la gran pesadilla, nunca quedó bien, lo cual visto a la distancia era lógico.
El día que quedó listo volamos a Denver mi hijo José Antonio (Tony) y yo. Era
una maravilla verlo como en sus mejores tiempos, agresivo y bello, y aunque
enfermo, rugiente caminamos en él, tomamos fotos y nos regresamos felices.
El
tiempo pasó, cada poco tiempo iba a verlo, manejarlo y escuchar su enfermo
motor, esto me desilusionaba, no lo podía traer a México.
Carecía
de los conocimientos de que un motor Pegaso solo lo puede tocar alguien muy
especialista, sólo en España, ahora lo se, entonces no, y un día tomé la peor decisión
de mi vida, algo de lo que no quiero nunca acordarme y algo por lo que me arrepentiré
siempre. El coche fue vendido en la subasta de Barret-Jackson en Scottsdale,
Arizona. No me quiero acordar en qué año.
En
total el coche ha tenido los siguientes dueños, Gral. Trujillo, Ramón E.
Franeta, ambos en Sto. Domingo, Noel Rigau, Puerto Rico, E.A. Jurist U.S.A.,
Alfonso Sobero Fernández, México, Don Williams, U.S.A., y actualmente
un museo en Alemania . Ahí sí el coche estará seguro que nadie vendrá
y le cortara el techo y la cúpula.
En
total el coche ha tenido siete poseedores.
Ahora
cuando me acuerdo de él con muchísima nostalgia y más coraje hacia mí me
pregunto si lo volveré a ver o más aún, podré volver a poseerlo algún
día ? Seguramente no...
· Gracias a Alfonso y Tony Sobero,
por compartir con los aficionados su pasión por Pegaso. |
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