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Pegaso Z-102


 

 
     

 

Exposición Mundial Pegaso 1982 

 

 

 

Gracias a la iniciativa y desvelos del Antic Car Club de Cataluña y al posterior apoyo de ENASA, los amantes de los automóviles deportivos de grandes prestaciones y mecánica sofisticada, han tenido la oportunidad de visitar la Primera Exposición Mundial de los legendarios Pegaso. Será muy difícil que en un acto de este tipo, se puedan volver a reunir 11 Pegasos de distintas características, por los quebraderos de cabeza que trajo consigo su localización y reagrupación.

 

Había que restaurarlos, revisarlos mecánicamente, ponerlos a punto, transportarlos, seguros y un sinfín de detalles que los hombres del Antic Car encabezados por su presidente José Mª Bascones, Pablo Gimeno, Paco Orús, etc. fueron resolviendo sobre la marcha, teniendo en la persona de Juan Elías, delegado de Comunicaciones de ENASA en Barcelona a un extraordinario colaborador y mediador con los altos cargos de esta empresa.

 

No se podía escoger mejor marco para rendir este tributo a Pegaso y a la memoria del insigne ingeniero Wifredo Ricart, creador de este automóvil, que las instalaciones del museo que posee el Antic Car Club de Cataluña, con su clásico estilo inglés, arropando a los vehículos protagonistas una corte de Hispano Suizas que parecían vigilar con sus enormes faros los acontecimientos de sus dignos sucesores, los Pegaso Z-102 y 103 allí presentes. Realmente ha sido un acto histórico que ha dado la posibilidad a la nueva generación, de conocer hasta qué punto había llegado España a nivel tecnológico, pues actualmente muchos ellos desconocen lo que había realizado ENASA y su proyectista Wifredo Ricart.

 

Durante el transcurso de la Exposición Pegaso estuvieron presentes altos cargos de ENASA, que en una jornada muy emotiva departieron con parte del personal técnico que había trabajado en el desarrollo de estos coches, así como con algunos de los pilotos que los condujeron en competición.

 

Cerraron el acto el presidente del Antic Car, quién después de un discurso antológico que emocionó a todos los presentes, hizo entrega al consejero delegado de ENASA, Carl Lewy de una placa de plata con la reproducción exacta del cartel anunciador de la exposición. Tras las palabras de agradecimiento del consejero delegado tomó la palabra Juan Llorens, adjunto al consejero delegado y gerente de Desarrollo Corporativo, quien después de un discurso ofreció el Edificio Noble de la antigua fábrica ENASA (La Sagrera), al Antic Car para poderse realizar un gran Museo del Automóvil bajo su gestión.

 

En 1946 y a iniciativa del INI (Instituto Nacional de Industria), se constituyó un ente estatal denominado Empresa Nacional de Autocamiones, S.A. (ENASA), esta sociedad compró las instalaciones de Hispano Suiza en La Sagrera, quedándose a una parte de sus técnicos.

 

En sus primeros años centró su producción sobre las necesidades vitales de la economía española, produciendo vehículos industriales, fabricando inicialmente un camión con técnica derivada de Hispano Suiza, naciendo así el primer camión Pegaso, nombre con que ENASA comercializa sus vehículos a través de su filial Comercial Pegaso, S.A.

 

Heredera del prestigio de Hispano Suiza, ENASA pone un punto de honor en producir un automóvil de alta calidad que pase los máximos controles de precisión, creándose el Departamento de Desarrollo y Tecnología a cuyo frente se pone al ingeniero Wifredo Ricart.

 

Ricart pone manos a la obra y con su equipo de colaboradores lanza el automóvil deportivo Pegaso, coche altamente sofisticado y de una tecnología muy avanzada, considerándose como un hecho insólito en la época en que se produjo, logrando un gran impacto internacional y cumpliendo así uno de los objetivos propuestos al plantearse su fabricación como difusión de una imagen de producto, favoreciendo a su vez la creación de una escuela de alta mecánica.


 

CABALLO COMO INSIGNIA

 

El nombre de Pegaso evoca el caballo alado de la mitología griega, nacido de la sangre de Medusa y domado por la diosa Minerva, ser que representa la inteligencia.

 

Sin embargo, el escudo que aparece en la calandra de los vehículos de ENASA es un recuerdo a los caballos de Aldaba de la Escuela de Viena y a los Cartujanos de la Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de los Domecq, caballos mansos para el paseo, solemnes para el desfile y bravos para la pelea que reflejan perfectamente la personalidad del Pegaso y que son los únicos después del siglo XVIII en efectuar la prodigiosa cabriola o salto de cabra, así es como lo designan los jinetes que queda reflejada en el escudo de Pegaso.


 

¿POR QUE LOS PEGASO ERAN DISTINTOS?

 

Wifredo Ricart tenía una personalidad muy acentuada que en ocasiones y durante su estancia en Alfa Romeo lo proporcionaron ciertas diferencias con Enzo Ferrari, quizá por la similitud de caracteres. Fue un hombre que siempre iba en búsqueda de la verdad, embargándole el entusiasmo y el arte de sus creaciones. De los 86 Pegaso que se construyeron no hay uno igual, pues constantemente estaba innovando y mejorando su producto en un afán de encontrar la perfección técnica y estética sobre una misma base, demostrando así su vitalidad creadora, contagiando también a sus colaboradores.

 

Tres carrocerías de elite diseñaron sus líneas, Touring, Saoutchik y Serra aparte del propio departamento de estilo de ENASA, realizándose coupés, cabriolet, barquetas de competición en una profusión inusitada, mientras que los motores tipo 102 de 2,5, 2,8 y 3,2 litros con sus distintos sistemas de carburación eran una verdadera vorágine de variantes, equipando indistintamente 1 carburador doble, 2 dobles, 4 dobles ó 2 cuádruples, además de aplicar un compresor o dos, según las necesidades para extraer más o menos potencia, algo realmente sorprendente. Su última creación fue el Z-103 de 3,9 y 4,5 litros que era de una concepción totalmente distinta y con el cual prácticamente finalizó su ciclo creador de coches deportivos en ENASA.

 

En cualquier proyecto Ricart no aceptaba las modas, cuando se empezó a utilizar en carrocerías el poliéster comprobó la diversidad de opiniones de sus técnicos y asumiendo la responsabilidad del hecho les formula ¿Son ustedes partidarios del  bronce? La moda le parecía lo más opuesto a los fines que perseguían.

 

Uno de los hoby de este gran ingeniero era su afición a la aviación, pilotando personalmente su Gipsy-Moth biplano, participando en competiciones y acometiendo arriesgadas proezas como superar los 5.000 metros de altura al descubierto.

 

Ricart nunca aceptó el conformismo español en aceptar la supremacía técnica extranjera pues temía la solución de las licencias para nuestro desarrollo económico y social. Luchó para que España tuviera su propia tecnología pues según su acertado criterio al pagar los royalties a las multinacionales se les ayudaba a pagar sus propios departamentos de investigación para ir en cabeza del progreso. De todos modos podemos consolarnos de que aquí queda su obra realizada.


· Autor: Mario Chavalera (AUTOMOVIL 1982)

· Gracias a Juan Antonio F.C. por enviar el texto y las fotos.

 
     
 

 

 

 

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