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NUESTRO RALLY
Para nosotros, con la moral que nos daba el éxito de la última edición, en la que terminamos terceros, el rally fue un cúmulo de despropósitos.
Caímos como pardillos en el “viñetazo” del TC1, en donde sumamos nada menos que 88 segundos (36 puesto en la General). Conseguimos centrarnos con buenos resultados desde el TC2 hasta el TC6 e incluso un scratch en el TC4 que nos subió a la 12º posición, hasta que, durante la comida en Venta Morena, el Blunik se reseteó por iniciativa propia y borró todos los datos que tenía almacenados.
Desde allí hasta el final, el aparato funcionó con errores, borrando por su cuenta las velocidades introducidas a la carrera y dejándonos abandonados. Al final, terminamos 21º en la general.
Menos mal que Pepe y yo nos reímos de nuestros problemas y nos quedamos con lo bueno: los bonitos paisajes y buenas carreteras para disfrutar de la conducción rapidilla del fiel Autobianchi, además del fresquito y amabilidad de las gentes de Cervera de Pisuerga.
Para nosotros, con la moral que nos daba el éxito de la última edición, en la que terminamos terceros, el rally fue un cúmulo de despropósitos.
Caímos como pardillos en el “viñetazo” del TC1, en donde sumamos nada menos que 88 segundos (36 puesto en la General). Conseguimos centrarnos con buenos resultados desde el TC2 hasta el TC6 e incluso un scratch en el TC4 que nos subió a la 12º posición, hasta que, durante la comida en Venta Morena, el Blunik se reseteó por iniciativa propia y borró todos los datos que tenía almacenados.
Desde allí hasta el final, el aparato funcionó con errores, borrando por su cuenta las velocidades introducidas a la carrera y dejándonos abandonados. Al final, terminamos 21º en la general.
Menos mal que Pepe y yo nos reímos de nuestros problemas y nos quedamos con lo bueno: los bonitos paisajes y buenas carreteras para disfrutar de la conducción rapidilla del fiel Autobianchi, además del fresquito y amabilidad de las gentes de Cervera de Pisuerga.