Cuando vine a vivir a Alcalá de Henares, el único taxi que quedaba con la decoración antigua era un Chrysler 180. Para quien no la conozca, la decoración de los taxis de Alcalá siempre ha sido igual que la de Madrid pero con la franja morada. Por ello, en el Chrysler que digo, al ser negro, la franja casi no se apreciaba, se veía más que nada por estar perfilada en blanco.