pjlh
Moderador
Hoy he tenido la ocasión de hablar con mi suegro largo y tendido sobre el 2CV que tuvo.
Se trataba de un 2CV de 375cc, de los primeros de 3 ventanas, estrenado por el en 1967. El coche andaba poco, muy poco. No había manera de seguir en carretera a los 600 (sic). Los puertos de montaña eran un suplicio. Mi suegro trabajaba en obras públicas, y recuerda que subir puertos era segunda a tabla y tercera hasta que agotaba y vuelta a empezar.
Con menos de 30.000 kms el motor murió subiendo a Fraga. Se cambió el equipo motor al de 603cc. Recuerda que a partir de ahí el coche ya andaba decentemente, pero seguía sin poder con los 600 (sic).
Eso sí, para meterse en las obras a medio hacer era único. Trochas, trincheras, bancales, zanjas... Nada se resistía al voluntarioso cochezuelo, aunque lo hacía sólo ocasionalmente.
Recuerda que partió en 2 ocasiones los muelles de la suspensión. También dobló la barra de la dirección tras un volantazo brusco para abortar uno de aquellos agónicos adelantamientos entre Tarragona y Castellón. Tras la maniobra notó que el coche se había vuelto ingobernable, así que paró en el primer taller y vieron que había doblado la dirección y llevaba las ruedas delanteras con una convergencia disparatada.
Murió definitivamente con 130.000 kms en un accidente por alcance.
Guarda muy buen recuerdo a pesar de todo, fue su primer coche propio.
No he añadido ni quitado punto ni coma alguna.
Saludos.
Se trataba de un 2CV de 375cc, de los primeros de 3 ventanas, estrenado por el en 1967. El coche andaba poco, muy poco. No había manera de seguir en carretera a los 600 (sic). Los puertos de montaña eran un suplicio. Mi suegro trabajaba en obras públicas, y recuerda que subir puertos era segunda a tabla y tercera hasta que agotaba y vuelta a empezar.
Con menos de 30.000 kms el motor murió subiendo a Fraga. Se cambió el equipo motor al de 603cc. Recuerda que a partir de ahí el coche ya andaba decentemente, pero seguía sin poder con los 600 (sic).
Eso sí, para meterse en las obras a medio hacer era único. Trochas, trincheras, bancales, zanjas... Nada se resistía al voluntarioso cochezuelo, aunque lo hacía sólo ocasionalmente.
Recuerda que partió en 2 ocasiones los muelles de la suspensión. También dobló la barra de la dirección tras un volantazo brusco para abortar uno de aquellos agónicos adelantamientos entre Tarragona y Castellón. Tras la maniobra notó que el coche se había vuelto ingobernable, así que paró en el primer taller y vieron que había doblado la dirección y llevaba las ruedas delanteras con una convergencia disparatada.
Murió definitivamente con 130.000 kms en un accidente por alcance.
Guarda muy buen recuerdo a pesar de todo, fue su primer coche propio.
No he añadido ni quitado punto ni coma alguna.
Saludos.
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