Vayamos por partes, como Jack...
1 - ACCESO AL BEC EN COCHE
Como ya se ha comentado, fue un despropósito. En el kilómetro escaso que va de la rotonda grande en la que apareces desde la autovía hasta que entras al BEC no había, ni se le esperaba, un solo agente de movilidad. Si en la rotonda grande no se originó ningún golpe de chapa mientras los clásicos querían ir hacia la derecha y los conductores que simplemente pasaban por ahí, querían girar en la rotonda, fue simplemente debido a la educación de la gente.
Problemas detectados, al margen del lío de la rotonda:
- ¿De qué sirven dos carriles si al final, los que van al parking tienen que pedir sopitas a los clásicos porque su parking está a la derecha y antes de la feria?
- ¿Por qué tenemos que parar a comprar la entrada antes de aparcar el coche? Ya sé que de otra forma puede escaquearse más de uno (me agacho como que miro las ruedas hasta que el del chaleco se olvide de mí, entro en la feria caminando hacia atrás :), etc), pero creo que la inmensa mayoría, si se habilita una mesa para comprar la entrada en la entrada de los clásicos al pabellón, pagarán los 5 euritos sin rechistar. Al menos en el momento de crisis de la mañana, el resto del día, cuando los coches entren por goteo, se puede seguir parando a los coches a la entrada para evitar abusos. O si no que al menos nos vendan las entradas mientras estamos atascados, algo se aliviaría la cola.
2 - LA FERIA EN SÍ
Hombre, ya sé que muchos de los coches ya los teníamos vistos, que lo del slalom es una macarrada, que el exterior estaba lleno de youngtimers (uno de ellos el mío), que no había muchos stands "de coches en sí" (faltaba el club 600, por ejemplo) y que los coches oficialmente a la venta eran escasos y caros. Pero de ahí a poner la feria a parir, sinceramente creo que hay un trecho. Yo estuve desde las 11:50 hasta las 19:30, exceptuando el parón de unas dos horas para comer, y de haber podido me hubiese quedado a gusto un ratillo más, disfrutando del ambiente y dando nuevos paseos por los puestos.
¿Se ha convertido más en un acto social que otra cosa? Tampoco me parecería del todo mal, ya que tuve ocasión de charlar amigablemente con gente a la que no veía hace tiempo. Pero, en mi opinión, pese a que se vean obligados a abrir un poco el abanico para atraer a un público ajeno a lo estrictamente clásico para así torear la crisis que, se diga lo que se diga, sigue presente, esta feria sigue siendo más que digna y yo desde luego pienso seguir acudiendo siempre que me sea posible. De hecho pude comprar lo que llevaba pensado desde casa y alguna cosilla más.
Balance: aprobado en contenido, pero a Septiembre con el tema del acceso.