pjlh
Moderador
Hola a todos. Reinvindicando el subforo de naútica, os voy a tratar de poner información sobre un tema que me fascina, y son los grandes transatlánticos (liners, steamers en inglés).
Estos maravillosos buques, muchos de ellos obras cumbre de la ingeniería naval e industrial, surcaron los mares durante decenios, haciendo el papel que hoy día hacen los modernos reactores en los vuelos transcontinentales.
Desde los tiempos de Ballin y sus Great Western y Great Eastern, pasando por archifamoso Titanic y sus gemelos Olympic y Gigantic, el Waterland (más tarde Leviathan), el Mauretania, el Ile de France, el Lusitania, hasta los años dorados del periodo de entreguerras, con las dos "reinas" (Queen Mary y Queen Elizabeth), y el Normandie, el que fue para mi gusto, el más bello buque transatlántico jamás construido.
De todos ellos solo queda el recuerdo de travesías llenas de glamour, de viajes cargados de soldados durante la guerra, de emigrantes que dejaron atrás su tierra en busca de un futuro mejor... y el último superviviente, el Queen Mary, que todavía se mantiene a flote en un puerto de los USA, aunque con un dudoso futuro.
NORMANDIE
El Normandie (barco de luz, le llamaban en su día) fue botado en St. Nazaire en 1932. Hizo su viaje inaugural en 1935, batiendo récords. fue el primer buque en lograr una velocidad media de 30 nudos en una travesía del Atlántico, ganó 5 veces la cinta azul, premio al buque más veloz. También fue durante mucho tiempo el más grande, más incluso que el Queen Mary, botado más tarde, puesto que pesaba 83.423 toneladas de registro bruto.
Tras cruzar el Atlántico 139 veces, en 1939 atracó en Nueva York, para nunca más volver a navegar. Quedó internado allá por la guerra. Los USA, al igual que con otros muchos transatlánticos, lo quiso transformar en transporte de tropa, trabajo que ya habían hecho con muchos barcos durante la primera y segunda guerras mundiales, como el Leviathan o los dos Queens, dada la enorme capacidad de transporte de personas y su elevadísima velocidad de crucero. Como anécdota, el Queen Elisabeth durante una travesía cargado de tropas, llegando a aguas británicas, por un error de uno de sus escoltas, arrolló y partió por la mitad, hundiéndolo, a un destructor que se le cruzó en su trayectoria, sin sufrir apenas daños.
Pues fue durante los trabajos de transformación del Normandie en transporte de tropas, en 1942, una chispa de un soldador prendió una pila de chalecos salvavidas, provocando el incendio que destruyó el más bello transatlántico de todos los tiempos. Al siniestro acudieron todos los medios disponibles en Nueva York para apagarlo, y lo consiguieron, de hecho el final del barco no fue el fuego, sino el agua. Tanta agua le echaron encima para apagarlo, tanta agua embarcó que el barcó escoró y quedó semihundido, volcado sobre su costado de babor. Allí, semisumergido, permaneció año y medio, hasta que se reflotó y se trasladó a un astillero, pensando transformarlo en portaaviones, proyecto que se abandonó por antieconómico, pasándose a su desguace entre 1946 y 1947.
A continuación, unas fotos del barco en cuestión. Quién pudiera hacer un viaje en el tiempo y navegar en él.
Y su trágico final:
Recuerdos que un tiempo que no volverá jamás, al igual que algunos coches que, por suerte, entre algunos locos podemos conservar para nuestro solaz y satisfacción, y el de generaciones venideras.
Estos maravillosos buques, muchos de ellos obras cumbre de la ingeniería naval e industrial, surcaron los mares durante decenios, haciendo el papel que hoy día hacen los modernos reactores en los vuelos transcontinentales.
Desde los tiempos de Ballin y sus Great Western y Great Eastern, pasando por archifamoso Titanic y sus gemelos Olympic y Gigantic, el Waterland (más tarde Leviathan), el Mauretania, el Ile de France, el Lusitania, hasta los años dorados del periodo de entreguerras, con las dos "reinas" (Queen Mary y Queen Elizabeth), y el Normandie, el que fue para mi gusto, el más bello buque transatlántico jamás construido.
De todos ellos solo queda el recuerdo de travesías llenas de glamour, de viajes cargados de soldados durante la guerra, de emigrantes que dejaron atrás su tierra en busca de un futuro mejor... y el último superviviente, el Queen Mary, que todavía se mantiene a flote en un puerto de los USA, aunque con un dudoso futuro.
NORMANDIE
El Normandie (barco de luz, le llamaban en su día) fue botado en St. Nazaire en 1932. Hizo su viaje inaugural en 1935, batiendo récords. fue el primer buque en lograr una velocidad media de 30 nudos en una travesía del Atlántico, ganó 5 veces la cinta azul, premio al buque más veloz. También fue durante mucho tiempo el más grande, más incluso que el Queen Mary, botado más tarde, puesto que pesaba 83.423 toneladas de registro bruto.
Tras cruzar el Atlántico 139 veces, en 1939 atracó en Nueva York, para nunca más volver a navegar. Quedó internado allá por la guerra. Los USA, al igual que con otros muchos transatlánticos, lo quiso transformar en transporte de tropa, trabajo que ya habían hecho con muchos barcos durante la primera y segunda guerras mundiales, como el Leviathan o los dos Queens, dada la enorme capacidad de transporte de personas y su elevadísima velocidad de crucero. Como anécdota, el Queen Elisabeth durante una travesía cargado de tropas, llegando a aguas británicas, por un error de uno de sus escoltas, arrolló y partió por la mitad, hundiéndolo, a un destructor que se le cruzó en su trayectoria, sin sufrir apenas daños.
Pues fue durante los trabajos de transformación del Normandie en transporte de tropas, en 1942, una chispa de un soldador prendió una pila de chalecos salvavidas, provocando el incendio que destruyó el más bello transatlántico de todos los tiempos. Al siniestro acudieron todos los medios disponibles en Nueva York para apagarlo, y lo consiguieron, de hecho el final del barco no fue el fuego, sino el agua. Tanta agua le echaron encima para apagarlo, tanta agua embarcó que el barcó escoró y quedó semihundido, volcado sobre su costado de babor. Allí, semisumergido, permaneció año y medio, hasta que se reflotó y se trasladó a un astillero, pensando transformarlo en portaaviones, proyecto que se abandonó por antieconómico, pasándose a su desguace entre 1946 y 1947.
A continuación, unas fotos del barco en cuestión. Quién pudiera hacer un viaje en el tiempo y navegar en él.
Y su trágico final:
Recuerdos que un tiempo que no volverá jamás, al igual que algunos coches que, por suerte, entre algunos locos podemos conservar para nuestro solaz y satisfacción, y el de generaciones venideras.