Finales del XIX. Clase BERLINA para los señores, INTERIOR para los menos pudientes e imagino que en el "gallinero colgante" viajaría el "lumpen" que pudiera permitirse subir a un engendro mecánico en esa época. Por supuesto, chófer y ayudante al puro aire libre. Santiago-Coruña, ruedas macizas....bufff, yo que he montado bastante en carro de vacas, me puedo imaginar el agradable viaje.