Patxi, tus palabras me recuerdan a un comentario que, salvo error u omisión, hizo Jacques Calvet (ex-presidente de PSA) al hilo de una pregunta sobre una hipotética fusión Renault-PSA: "en las empresas uno más uno no son dos, sino uno y medio". Cuánta razón tenía. No creo en las fusiones como nos las quieren vender: está claro que es uno el que compra o fagocita al otro. El caso más claro es el de DaimlerChrysler.
Lo de Renault y Nissan, está claro que es Renault la que lleva la voz cantante. De todas formas la veo más racional en el sentido de que han conseguido sacar de los números rojos a Nissan, y han conseguido darle un toque más pasional al lenguaje estético de sus modelos. Además, consiguen compartir plataformas y piezas, además de ayudarse mutuamente a entrar en algunos mercados, bien aprovechando la infraestructura del que ya estaba asentado, bien vendiendo algunos modelos con diferente marca. Tiene ciertas semejanzas con PSA. Lo de GM y Fiat no lo podemos considerar una fusión, más bien un acuerdo estratégico (que podría desembocar en la compra de Fiat Auto por parte de GM, algo que cada día parece más improbable): GM y Fiat han hecho acuerdos para utilizar motores Fiat en modelos de GM (GM Fiat Powertrain), compartición de plataformas (en breve veremos los primeros resultados: futuros Fiat Punto y Opel Corsa, por ejemplo; o el Fiat "Large", que utilizará la plataforma de los Opel Vectra y Saab 9-3, entre otros), y también la distribución de Fiat en algún país por parte de GM. Creo recordar que en algún país sudamericano algún modelo Fiat monta motor Chevrolet.
Las alianzas estratégicas de GM con Fiat, Subaru o Suzuki son diferentes a lo que ha sido el asunto de Daewoo, que ha sido una compra en toda regla. GM las engloba dentro de lo que llama "GM Network", pero no se puede decir que sean unas marcas más dentro del grupo. En cada caso la alianza correspondiente tiene sus condiciones.
El caso de BMW y Rover (y que conste que a mí los BMW me gustan) ha sido el mejor ejemplo de empresa parásito: fagocitó al grupo Rover para quedarse, como bien dice Patxi, con lo que le interesaba, y se deshizo del resto de la manera que más le convino. Me parece fatal. Bernd Pischetsrieder (ex de BMW y actual presi de VW) reconoció haber simulado una crisis en Rover que acabó como todos conocemos: venta de Land Rover a Ford, Mini se quedó en BMW (y había sido un diseño de Rover) y cesión de Rover y MG a Phoenix. La realidad es incluso más dura, porque BMW retiene los derechos de varias marcas de la antigua BMC, incluyendo la propia Rover, con lo que MG Rover conserva la marca MG y algunas más, pero Rover la tiene cedida por BMW.
Sinceramente, admiro a PSA como empresa porque está consiguiendo rentabilidad sin hacer jugadas sucias.
Un saludo, y perdón por el ladrillo.