Desde Asturias a Normandía y vuelta en una Volkswagen T2 (2.900 km)

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Aún con el motor caliente escribo estas líneas que en días siguientes darán paso a una crónica detallada e ilustrada con sus correspondientes fotografías de como ha sido mi primer viaje de larga distancia con la Volkswagen Kombi (aunque "parcialmente camperizada") T2 de 1971 alias "La Salchicha".

No se como comenzar la narración, al cansacio se suma la emoción de haber superado el reto que me había propuesto sobre un vehículo de 44 años y que aún estaba en fase de pruebas, pues el primer aniversario de la compra se produjo justamente el mismo día de llegada a nuestro destino (Omaha Beach/Arromanches) por lo que digamos, fue una prueba de fuego tanto para el conductor como para la vetusta mecánica (aunque un par de meses antes ya lhabía realizado una buena escapada para ir comprobando su fiabilidad y comportamiento).

En resumen fueron 2.904 km, unos cientos más de los previstos en 13 días. Las visitas en algunas ocasiones se vieron deslucidas por la mala climatología, que tanto normandos como bretones se toman a guasa pero en general el nivel de satisfacción fue muy alto y hasta puedo decir que contamos con mucha suerte. La maquinaria se comportó de maravilla, no hay queja ninguna en ese sentido. A lo visitado hay que contar con alguna gente maravillosa y encantadora que conocimos en el camino y que desde aquí también haré mi particular homenaje.

El viaje iré narrándolo por partes, algunas de ellas con varias etapas incluidas

Día 1 .- Gijón-Labenne
Día 2 .- Labenne-Saint Junien
Día 3.- Saint Junien - Oradur sur Glane -Azzay Le Rideau
Día 4.- Azzay Le Rideau -Le Mans
Día 5.- Le Mans- Bayeux
Días 6.- Bayeux-Arromanches
Día 7.- Arromanches- Mont Saint Michel
Día 8.- Mont Saint Michel- Dinan
Día 9 .- Dinan -Lohéac
Día 10.- Lohéac - Chatelaillon
Día 11.- Chatelaillon - Duna de Pyla
Día 12 .- Duna de Pyla - Zarautz
Día 13.- Zarautz-Gijón

 

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Empezamos con la crónica. Esta primera estapa es la más "sosa" pero luego llegará lo bueno ;)

http://beetleinjection.skynetblogs....rmandia-en-vw-t2-de-1971-parte-1-8495862.html

Tal como estaba prometido, aquí iré dejando poco a poco la crónica de las etapas que han supuesto la prueba de fuego y definitiva para coger confianza a mi ya no tan nueva Volkswagen Kombi de 1971... han sido 2.904 km durante 13 días en total, una experiencia inolvidable que desde aquí deseo compartir.

Así que este año aprovechando la mayor libertad de movimientos que proporciona un vehículo camper, nos planteamos una escapada vacacional que hasta el momento fue de las más ambiciosas. El destino final sería Normandía ya que soy un apasionado de los acontecimientos acaecidos durante la II Guerra Mundial. Por otro lado, esto sería, una vez más, una EXCUSA para ir descubriendo otros rincones de Francia o visitar aquellos otros que desde hace años deseaba como si de un sueño se tratara.

Aunque la mayor parte de la ruta estaba planeada, otra se fue improvisando durante la marcha, prácticamente el camino de vuelta se hizo de esa manera. Y para esta labor, nada mejor que los mapas de carretera. Como es tradición en nosotros, no nos solemos fiar mucho de la actual tecnología, nunca sabes si tendrás cobertura o conexión... como el papel, nada.

Día 1, 23 de Agosto: Gijón-Labenne (440 km)

El domingo 23 de agosto salíamos bien temprano desde Gijón con dirección a Labenne. Durante los cerca de 440 km recorridos la furgoneta se comportó de maravilla teniendo en cuenta que hablamos de 50 cv tirando de unos 1400 kg y solo hubo que lamentar un ligero contratiempo. Mientras nos tomábamos el único descanso en el camino tras repostar combustible justo antes de la frontera francesa, me percaté que el portón del motor estaba salpicado de aceite hasta tal punto que había algunas gotas por la luna trasera. Al abrir el capó compruebo horrorizado como todo el motor está salpicado y encharcado de lubricante. Aunque supuse de donde procedía el problema, no estuvo de más el hacer una llamada de consulta al profesor Pablo Cavernícola que supo tranquilizarme al confirmar mis sospechas de que no era nada grave, pues tras circular durante cuatro horas sin parar, en varias ocasiones remontando pendientes pronunciadas y con el pedal pisado a fondo casi de continuo bajo temperaturas ambientales bastante elevadas, el aceite al sobrecalentar dilató y la presión generada en el interior del cárter provocó que éste saliera a chorros por donde más fácil tuviera escape. Parece ser que es un fenómeno es más frecuente en las T2 al trabajar más forzado por lo que el nivel no debe superar la mitad de la cala para evitarlo así como hacer paradas a descansar más frecuentes. Mi mayor preocupación se centraba en que fuera un retén o el deflector de la polea que hubiera cedido. Pero de haber sido así, tal como apuntaba el profesor Cavernícola, en tales condiciones me hubiera quedado sin aceite en diez minutos con el consiguiente gripaje. A pesar de lo escandaloso del panorama, el nivel de aceite permanecía dentro de lo recomendable. Con el Escarabajo jamás he tenido estos problemas tras diez años ocupándome de su mantenimiento periódico. Primera lección que aprendo durante este viaje.

Tras este mal trago ya solo nos quedaba hora y media para llegar a Labenne, en Las Landas. Lo primero que nos llamó la atención de Labenne es la cantidad ingente de campings que bordean una avenida. Prácticamente uno seguido de otro. Una localidad inminentemente turística y como tal, con diversidad de ofertas, incluido zoológico y aquapark. Algunos campings contaban con atracciones acuáticas propias. Nosotros nos alojamos en el camping Les Pins Bleus (http://www.lespinsbleus.com/) para pasar lo que nos quedaba del día y pernoctar. Les Pins Bleus es un camping MUNICIPAL y nos sorpendió la gran relación calidad/precio ofrecida. Posiblemente sea uno de los mejores camping donde hemos estado. Las plazas son amplias y el recinto en si está dentro de un entorno natural y plano donde además hay muchísima libertad para moverse. En general el ambiente es familiar con gente de todas las edades. Quizás lo más llamativo es que los aseos sean mixtos (y sin papel higiénico, tenedlo en cuenta) pero son limpios a cualquier hora y el mantenimiento está a la orden del día, sin desperfectos. El camping cuenta además con piscina, zona de juegos y hasta con animación nocturna (breve) a cuenta de un DJ. Y a pesar de todo ya de noche se respira mucha tranquilidad, ideal para descansar. Altamente recomendable si tenemos en cuenta que todo esto sale por sólo 19 € con agua y electricidad. Lo único negativo es que carece de wifi gratuita y opcionalmente es excesivamente cara (5€/hora).

Un vetusto R5 con pinta de llevar aparcado mucho tiempo dentro del camping

La única VW T2 que me encontré fue esta T2b semi oculta. Por desgracia no coincidimos con sus dueños para intercambiar opiniones.

Estando en Francia no podía faltar un Citroën 2CV... éste será uno de los tantos que me encontraría circulando.

A menos de 15 minutos andando podemos acceder a la playa Labenne-Océan, otra ventaja que encontramos de este camping pues iremos bordeando un agradable paseo fluvial hasta llegar al pueblo. La playa es impresionante con 3 km de longitud y un mar indómito solo apto para surfistas experimentados. Decidimos aprovechar lo que nos quedaba del día descansando sobre sus arenas.

Aún se conservan estructuras defensivas de la II Guerra Mundial

PRÓXIMA ETAPA: LABENNE-SAINT JUNIEN (365 km)

 

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http://beetleinjection.skynetblogs....a-en-vw-kombi-t2-de-1971-parte-2-8496524.html

Día 2, 24 agosto Labenne-Sain Junien (365 km)

El día siguiente debería de haber sido un poco más relajado pues la etapa contaba con menos distancia, 365 km hasta Saint-Junien, la mayor parte por autopistas y autovías de amplios carriles y orografía propicia, casi plana, para nuestra modesta mecánica. Sin embargo se nos complicó el viaje. Primero porque los nervios (ese maldito aceite) y el cansancio de la anterior etapa pasaron factura y nos despertamos más tarde de lo programado. A las 9:30 arrancábamos bajo un clima que avecinaba lluvia y así fue como al poco tiempo de estar en ruta, comenzó una ligera llovizna seguida de fuertes rachas de viento. El viento es mal aliado de este tipo de vehículos y nos acompañó durante todo el trayecto por lo que no pude llevar la velocidad de crucero que deseaba. Las señales de tráfico así lo advertían y el resto de la vía igualmente se veía obligada a aminorar la marcha. El tránsito de camiones era mayoritario lo que tampoco contribuyó a que el viaje fuera relajado. Pero lo peor fue bordear Burdeos ya que nos encontramos con retenciones kilométricas. Casi anecdóticamente se puede decir que los constantes peajes también pusieron su granito de arena para ralentizarnos. Sin lugar a dudas, uno de los peores trayectos de mi vida y sobre todo, el más agotador. Para hacerse una idea, en recorrer estos primeros 200 km tardamos tres horas y cuarto. Como anécdota, mientras descansábamos y retomábamos fuerzas en un área de servicio tras esta primera parte, entablamos conversación con un alemán que viajaba en un VW T3 Camper con la única compañía de su hija de 18 meses.

Fuerzas repuestas y vuelta a la carretera. Aunque las condiciones mejoraron tampoco fueron de lo más propicias, con viento continuo, lluvias intermitentes y muchísimos camiones. Con una climatología que parecía haber pasado del verano al crudo otoño de repente, decidimos por cambiar los planes originales, aunque el destino seguía siendo Saint-Junien, en lugar de camping optamos por alojarnos en un hotel. Llegamos a Saint-Junien agotados y con más de dos horas de retraso según lo calculado. En la oficina de turismo nos recomendaron el hotel L’Azur. Se trata de un alojamiento que sin ser de los más económicos se puede decir que es apto para la mayoría de bolsillos pero sobre todo hay que destacar su inmejorable relación calidad precio con unas habitaciones amplias, bien equipadas y actualizadas. Igualmente destacamos la simpatía ofrecida por el recepcionista. El único pero que se le podría poner, como en la mayoría de hoteles de este estilo, es que se encuentra a las afueras del pueblo por lo que hay que disponer del vehículo para desplazarse. La climatología, el cansancio y el retraso nos impidió visitar Saint Junien como se merecía.

Día 3, 25 de agosto: Saint Junien-Oradour sur Glane-Azay le Rideau (220 km) I

El día amaneció muy frío tras haber llovido toda la noche. Por estas latitudes parece que se adelantó el otoño pero por suerte veníamos preparados. Esta vez madrugamos un poco más saliendo a las 8:35 para tomarnos la ruta con mayor tranquilidad y sin prisas que es como deben hacerse estas cosas. Con el cielo encapotado arrancamos directos hacia nuestra primera parada en Oradour-sur-Glane, a unos 15 km de Saint Junien.

¿Qué tiene de especial este pueblo que hace OBLIGATORIA su parada? El 10 de junio de 1944 las tropas nazis cometieron una de sus múltiples infamias. Sin una razón aparente asesinaron a 642 habitantes civiles, 24 de ellos españoles, de este tranquilo pueblo francés; la mayor parte mujeres y niños perecieron ametrallados o quemados, pues tras el masacre, el pueblo fue incendiado hasta acabar en ruinas. Unos pocos sobrevivieron para narrar tal atrocidad. Con el final de la Guerra, el general Charles De Gaulle ordenó que Oradour –sur-Glane se conservase tal cual, a modo de monumento y recordatorio del sufrimiento vivido, recibiendo a demás el título de pueblo mártir.

Antes de acceder, la lápida del muro lo deja bien claro: RECORDAD

Los amantes de los coches clásicos y de las antigüedades encontrarán más de una sorpresa en los lugares más insospechados

Restos de un viejo taller

Desolación...

 

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Posiblemente sea uno de los elementos más emblemáticos, pues no hay reportaje o folleto donde no aparezca, incluso en portada de libros: el Peugeot 202 del Dr. Jacques Desourteaux

Placas recordatorias sobre las ejecuciones

Vista general del cementerio. El recinto cuenta con un memorial subterráneo del cual no saqué fotos por respeto. En él se exponen pertenencias personales que se fueron encontrando entre las ruinas, desde vestidos, accesorios, pasando por navajas suizas (sorpende la popularidad que gozaba este utensilio), cuberterías, material escolar, juguetes, y un largo etcétera que nos hacen una idea de la vida cotidiana de la época antes de que fuera cortada de raíz... SOBRECOGEDOR

Tras esta instructiva y estremecedora visita que duró dos horas, arrancamos de nuevo rumbo a Azay-Le-Rideau, etapa que será narrada en la siguiente parte.



PRÓXIMAMENTE: Día 3, 25 de agosto: Saint Junien-Oradour sur Glane-Azay le Rideau (220 km) II

 

[Pegasín]

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Día 3, 25 de agosto: Saint Junien-Oradour sur Glane-Azay le Rideau (220 km) II

Dejando tras nosotros el triste recuerdo de Oradour-sur-Glane, volvimos a la carretera hacia el Valle del Loira (Val de Loire). Sin amenaza de agua esta vez pude relajarme al volante y disfrutar de la conducción de la T2. Adaptándonos al ritmo de vida francés a las 12:00 hicimos escala en un pueblecito encantador para comer: Lussac. Esto es lo bueno de desviarse de las autopistas, el encontrarse sin buscarlo, rincones sorprendentes para el viajero. Y aún nos quedaba lo mejor sorpresa de ese día.

Un par de clásicos franceses aparcados: SIMCA 1000 y Peugeot 104

A falta de un puñado de kilómetros para llegar a nuestro destino nos perdimos por una carretera secundaria ¿drama? ¡Para nada! Porque aparecimos en medio de un pueblo llamado Saché, tan pintoresco que decidimos parar impresionados por su albergue del siglo XII y al aparcar veo que la escultura plantada en una plazuela tiene las características de uno de mis artistas favoritos y… efectivamente, era una escultura móvil de Alexander Calder tal como confirmaba la placa que daba nombre a la plaza. El artista estadounidense se instaló en Saché en 1963 para establacer también su estudio de trabajo, donando dicha escultura en 1974. Más estupor nos llevamos al darnos cuenta que estábamos en una localidad donde Honoré de Balzac pasó varios años de su vida buscando relajación e inspiración para algunas de sus obras.

Entrada del Chateu de Saché donde se ubica el Museo de Balzac

Tras esta gratificante sorpresa en el camino, llegamos a Azay-le Rideau. Esta vez escogimos el camping Le Sabot, otro alojamiento de tipo municipal que acapara los mismos elogios que el anterior en cuanto a amplitud, orden e higiene. En este caso, era mucho más tranquilo sin ningún tipo de actividad complementaria, tan solo lo básico y fundamental por 18 €. Como gran ventaja, el famoso Chateau (castillo) se encuentra a cinco minutos andando. Su visita es obligada aunque por desgracia para nosotros lo encontramos con media fachada en obras.

El recinto se encuentra al borde de un río con su correspondiente paseo

De este 2CV tan especial hablaremos un poco más adelante...

Bañado por las aguas del río Indre, el Chateu (Castillo) , es una obra del Renacimiento francés contruido durante el reinado de Francisco I por un rico financiero. Nuestra visita coincidión con obras de rehabilitación por lo que parte de la fachada y del interior estaban cerradas o con andamios. Aún así, la belleza combinada con el entorno no nos defraudó.

Casco antiguo de Azay...

 

[Pegasín]

En el camping coincidimos con una joven pareja acampada junto a su Citroën 2CV de 1978. Tan simpáticos como el vehículo en el que se desplazaban al estilo de la vieja escuela.

Pero para simpatía, la irradiada por Françoise y su inseparable 2CV de 1966. Tiene historia pues se trata del tercer y último 2CV que tuvo su abuela. Ahora Françoise hace buen uso de él y en el momento de nuestro encuentro estaba embarcado en una ruta de 2.000 km desde Saint Malo hasta Grenoble ida y vuelta. Una de sus constumbres es que cada vez que entabla conversación con alguien que se cruza en su camino, le toma una foto junto a su Citroën y anota su nombre. Por supuesto, fue un placer posar junto a su veterano bicilíndrico.

Luego el haría lo mismo con nuestra furgoneta. Es todo un placer conocer gente tan encantadora cuando se viaja. Desde aquí le deseamos toda la suerte del mundo a Françoise para que siga disfrutando muchos años de su 2CV.

Historias como estas son las que dan sentido y forma a mi modo de entender los viajes. Me encantan recogerlas. Y así es como en parte recuperamos el optimismo de cara a afrontar las siguientes estapas.

PRÓXIMAMENTE: AZAY LE RIDEAU-LE MANS

 

[pjlh]

Me encantan estos temas. Por favor, continúa.

 

[Pegasín]

Empezamos con el primer plato fuerte: LE MANS
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DÍA 4, 26 agosto : Azay le Rideau- Le Mans (150 km)

Otra mañana que despertábamos con relativo buen tiempo, esto es, sin amenaza de lluvia pero muy nublado. Etapa relativamente corta, de sólo 150 km, pero plagada de ilusiones pues nuestro destino era nada menos que Le Mans. Para un entusiasta como yo, Le Mans es algo más que una localidad fuertemente vinculada al autovilismo, también significa el poder circular por las mismas carreteras que durante un fin de semana al año se anexionan al circuito permanente Bugatti para la carrera más mítica y legendaria de la historia, un auténtico sueño deseado desde mi niñez. En especial el poder pasar por las Hunaudières, la recta de 3.7 km donde en 1988 se alcanzaron 405 km/h (WM P88-Peugeot) y que desde 1990 cuenta con dos chicanes para ralentizar el ritmo de carrera.Con esta configuración, Le Mans-La Sarthe se convierte en uno de los circuitos más largos con sus 13,6 km...

Uno de los nombres más míticos del automovilismo...aquí en 1988 se alcanzaron los 405 km/h (WM P88-Peugeot). ¡Un sueño de la infancia hecho realidad!

A partir de 1990 la normativa FIA obligó a la instalación de un par de chicanes para acortar la larguísima recta y reducir las espeluznantes velocidades puntas a las que se estaban llegando. Aún así, Le Mans sigue siendo un circuito rapidísimo donde se superan los 240 km/h de media y los 340 km/h de máxima. Aquí puede apreciarse el trazado de una de ellas cerrado al público...

La llegada al circuito y a su museo de las 24 Horas

Tenía muchas ilusiones y la verdad es que tratándose de un museo vinculado a un circuito tan histórico, es de suponer que ofrecería un nivel más que alto, y por eso, quizás me decepcionó un poco. No me malinterpreteis, es un gran museo pero quizás se haya quedado un tanto obsoleto en la manera de presentar las piezas. Y también debo decir que esperaba algo más de "chicha". Aún así, el precio de las entradas es más que justo y asequible. Su visita es obligatoria si uno se considera aficionado al automovilismo a pesar de que, como digo, esperaba un plus tratándose del circuito al que está dedicado. En poco más de una hora completamos nuestra visita. Lógicamente en este blog no he podido plasmar todas las maravillas expuestas pero trataré de mostrar las más significativas.

Primer vehículo que nos encontramos: Audi R18 e-tron de 2014

Objetos personales, automobilia diversa... como un casco de la época de Tazio Nuovolari

Un motor V12 Ferrari parcialmente desmontado como elemento didáctico

...o la claqueta de la filmación de la película de Steve McQueen

Siempre se ha disputado la nacionalidad de los fastuosos Hispano-Suiza, de origen español pero con sucursal en Francia. Aquí está claro que lo indican como francés, faltaría más... este magnífico H6 posiblemente sea el modelo más representativo de la marca (H6C de 1929)

A su lado, un increíble K6 carrozado por VanVooren, una pieza casi única de gran valor (1936)

Otro vehículo increíble... en realidad en el museo nos encontraremos varios de este calibre. Bugatti T57 Gangloff (1938)

Una joya del diseño: Peugeot 302 Darl'Mat (1937)

Modelos un poco más "populares": Ford Thunderbird '55, Chevrolet Corvair y Citroën 11 T/A

Espectacular presentación del Citroën DS19 en vertical

Un Trabant

Primera vez que veo en directo uno de mis admirados Tatra. En este caso, un 600 Tatraplan (1946-52)

Socema-Grégoire (1952): prototipo único propulsado por motor de turbina

Otro prototipo, el Citroën M35 con motor rotativo Wankel que posteriormente se fabricaría en corta serie como vehículo experimental.

En 1931 Citroën organizó una expedición asiática. Para ello construyó varias unidades del P17 propulsados por orugas

Otro Citroën aventurero: entre 1958 y 1959 dos jóvenes estudiantes dieron la vuelta al Mundo en este humilde 2CV

 

[Pegasín]

Empezamos ya con las máquinas que corrieron en Le Mans. El Chenard & Walcker Tank de 1925 se diseñó según los parámetros aerodinámicos de la época consiguiendo la victoria en la clase 1100 cc y 10º en la general.

Un par de Renault 4CV preparados para competir

Una máquina muy seria en todos los aspectos: Ferrari 166 MM Barchetta Touring que se alzó con la victoria de la prueba francesa en 1949

Otro de los modelos más carismáticos de esta carrera: los Jaguar D-Type ganaron consecutivamente las ediciones de 1955, 1956 y 1957

Ford GT40, creado sin límite de presupuesto para dominar Le Mans para acabar con la supremacía de Ferrari en los 60's

No podía faltar uno de los modelos más legendarios : Porsche 917 de 1971

El Alpine 442 (1978) de Jean Ragnotti

Uno de mis sport-prototipos favoritos: Jaguar XJR-9 (1988)

y posiblemente el más futurista y espectacular de todos los tiempos, aún sorprende por sus depuradas formas. Peugeot 905 (1990) del ex-F1 Keke Rosberg

Nadie se esperaba que el revolucionario motor rotativo del Mazda 787B se alzara con la victoria absoluta de 1991. Aún se le recuerda por su característico sonido.

Otro dominador que marcó una época: Porsche 911 GT1

El renacer de Bentley con la victoria del Speed 8 en la edición 2003

Audi revolucinó las competiciones de resistencia con sus motores diesel. El Audi R10 TDI ganó en 2006 siendo el primero en conseguirlo con dicho combustible e inaugurando así una nueva era.

Mención especial a la colección de automóviles de la marca Bollée, familia afincada en Le Mans de cuyo apellido salieron grandes inventos (calculadora mecánica, pioneros del automóvil francés, vehículos a vapor, etc...). Este triciclo data de 1896

Tras la visita y comer, las nubes amenazaron agua. Nuestro plan era alojarnos en un camping cercano al circuito Bugatti pero nuevamente nos vimos obligados a improvisar la búsqueda de un hotel. Antes de esto, decidí dar una vuelta al volante por el casco antiguo de Le Mans en un intento descafeinado de emular a Steve McQueen en su 911. El único hotel Ibis-Etap cercano al centro estaba en obras y en el siguiente no encontramos quien nos atendiera. Así que finalmente encontramos un B&B en las afueras. B&B es una cadena hotelera muy recurrente en todos mis viajes por territorio francés. Justo en ese momento comenzó a llover sin cesar…

PRÓXIMA ETAPA: LE MANS - BAYEUX

 

[Miquel Perelló]

Muy interesante, gracias por compartirlo. Algún día me gustaría recorrer Francia en un coche viejo.