Una de las muchas anécdotas de "El Padrino" fue que la Paramount no daba ni un duro porque la película tuviera éxito de taquilla. Francis Ford Coppola apostó con el presidente de Paramount a que si la recaudación de la taquilla llegará a 50 millones de dólares tendrían que regalarle un Mercedes 600 Pullman.
La duración de la película era un lastre porque no podía emitirse más veces al día en los cines como lo que era habitual. La peli superó esa cifra y fue con su amigo George Lucas a un concesionario de Mercedes de Los Ángeles a por el regalo.
(Coppola y Lucas diseñando la peli rara del último THX1138, Lucas dibujando el coche que sale al final)
Al ver a dos barbudos de pelo largo entrar en el concesionario y habiendo llegado en un pequeño Honda los dueños del establecimiento los atendieron creyendo que eran dos beatniks colgados o paletillos frikis californianos porque querían un Mercedes 600, "pero el que tenía muchas puertas". Le enseñó el cheque de la Paramount y se pudo llevar el 600.
En la película posterior de Coppola a la del Padrino, "La conversación" 1972 aparece un 600 pero no puedo corroborar si es el que se llevó al final y no he encontrado más información sobre su paradero o fotos de la época.
Tanto Coppola como Lucas son unos pirados de los coches. En este mismo plano de la película se pueden ver dos rarezas en EEUU, el Capri y el DS cabrio. Tiene que ser capricho y no casualidad.