Uno de los puntos flojos NO resueltos de las Estafette son los bujes delanteros, cuyos rodamientos tienen tendencia a coger juego, pero por el diseño y fabricación no son ni fáciles de reparar ni de ajustar, incluso para el propio taller que ha de disponer de ciertos conocimientos y útiles; además de que se trata de una avería que tarde o temprano se produce y repite.
EL otro punto flojo son las cajas de cambio, si bien son específicas de la Estafette, se trata de algo diseñado a mediados de los 50 con y para materiales de esa época y para los usos de entonces en un vehículo de 40 CV, aunque se hizo alguna modicación a finales de los 60. A pesar de que la Estafette no tuvo un incremento de potencia sustancial, el par motor sí que aumenta con el paso de los años, y con ello, y las duras exigencias diarias de los años 70, 80 y 90 (que nada tienen que ver con la circulación en los años 60) hacen que al final, el grupo cónico y otros componentes acaben fatigados. El problema se agrava porque los usuarios y talleres no suelen prestar atención a la renovación del lubricante que precisa, y que la propia Renault induce a confusión recomendando a finales de los 70 como aceite un API GL5, cuyos aditivos atacan en corto plazo a las piezas de bronce de los sincronizadores, en lugar de seguir con el GL4 o inferior y acortando los plazos de renovación de dicho lubricante. Poir ello, hay Estafettes "más recientes" con la caja de cambios para tirar (como la mía...) y otras más antiguas que se han quedado olvidadas en un pajar cuya caja de cambios aún puede prestar servicio durante millares de kms si se la cuida de forma normal.