Dentro de lo poco que me gusta personalmente, y siendo un anticoche, una auténtica aberración, no puedo dejar de pensar que estos chismes son exponentes de una época desaparecida y que plagaban no solo los parkings de las discotecas, si no las calles.
No se si será nostalgia de cuando tenía más pelo y menos panza, pero siento cierta simpatía por los escasísimos supervivientes del tuning barroco. Estos trastos (Calibra, Saxo VTS, Xsara, 306, Supercinco GTT, E30, E36...) estando aun de serie, atravesaron hace 20 años un primer purgatorio muy chungo, cayeron por miles en manos tuneras, y una vez pasada la fiebre, quemadísimos, inhomologables y con las masillas agrietadas, tuvieron un segundo purgatorio brutal e implacable.
Son casi supervivientes de un holocausto.