En carretera abierta, con 38 CV NO pensemos que podemos dejar atrás a los Tdi, pero sí que los rebasamientos a los camiones no presentan problema, ni en autovía ni en carretera comarcal. En caso de necesidad la tercera marcha puede llegar a 100 km/h y dejar bien lanzada la furgoneta para seguir avanzando en 4ª. Al llegar a la gasolinera no tendremos sorpresas, se conforma con 6-7 litros de gasolina SP95 E5 por cada cien kilómetros en recorridos por carretera a buena marcha. En ciudad y con frecuentes arranques en frío (con stárter) se llega a los 8 litros fácilmente, el depósito de 34 litros de capacidad garantiza una autonomía de 400 kms escasos, dependiendo del pié derecho, del aire de frente y de la cantidad de carga transportada.
Los asientos son cómodos sin más, aguantan bien el trato diario de entrar y salir con frecuencia, el del acompañante es abatible; y se puede aguantar un viaje de 300 kms sin problema al cansancio. El interior de la cabina no es caluroso en verano, ayudado sin duda por el color blanco de la carrocería y las minúsculas ventanillas totalmente verticales. En invierno posee una calefacción aceptable que además entra en rápido funcionamiento, algo justa para el desempañado del parabrisas, e ineficaz para las ventanillas de los laterales, a pesar de las dos velocidades del ventilador interior y de llevar el radiador de la calefacción en el tablero, delante de los dos asientos delanteros, bajo una aparatosa tapa negra que es más grande que el propio salpicadero. Por cierto, muy útil los dos grandes huecos que hay bajo el salpicadero, permiten llevar objetos de diverso tamaño, eso sí, en continuo baile de lado a lado acompasados a los movimientos de la carrocería en las curvas. No hay bandejas en las puertas que sirvan de vacia-bolsillos o guarda-papeles. Y la luz interior de la cabina encima del espejo interior: muy bien situada cuando funciona, porque el sistema de tipo plafón giratorio es útil pero no fiable, cuando lo necesitas nunca se enciende. Atrás, sin embargo, no hay previsto de origen ningún elemento de iluminación de la zona de carga.
El añadido de las ventanillas laterales en la zona de carga no es sólo por efecto estético: es que en los cruces de las carreteras se produce un ángulo muerto importante cuando la furgoneta de origen es totalmente de chapa. Los espejos exteriores son medianamente robustos y con aceptable superficie para ayudar a la visión en los cambios de carril, pero tremendamente inestables con fuerte viento lateral o cuando metemos la furgoneta al túnel de lavado. Eso sin contar que están en una disposición ideal, para que cualquier niñato haga la gracia de darles una patada si la furgoneta está aparcada en la calle...
En definitiva, un vehículo servicial y económico de comprar y de mantener, y que si se tiene sitio para guardar, es tremendamente útil para ir a buscar piezas para reparar a los otros coches de colección que tengamos, ir con la esposa al Ikea para llevarnos ese gran tiesto o esa mesa de terraza, o ir al supermercado a por la compra semanal, y siempre estaremos acompañados de nuestra propia sonrisa de ver como funciona, y descubriremos sonrisas en el resto de personas que nos ven pasar con tan entrañable vehículo. Todo el mundo lo conoce por el cuatrolatas y en versión furgoneta despierta recuerdos de la niñez rural de mucha gente.