Antonio, siendo un amante y buen conocedor del GS-GSA, has hecho una enciclopedia de causas por las que este modelo está en serio peligro de extinción.Decididamente, estos coches están destinados a desaparecer, salvo que sean meros objetos decorativos. Es decir, se tengan de exposición, sin funcionar. Porque, como todos sabemos, los coches que se utilizan a menudo, suelen tener alguna avería....
En el caso del GSA, y por extensión, del GS, a la complejidad que surge para ejecutar casi cualquier reparación/mantenimiento, mejor dicho, que cualquier intervención de reparación/mantenimiento/puesta al día se complica de forma inminente y tonta...
Unas veces es por la inaccesibilidad de la pieza a intervenir, otras es por la falta manifiesta de la calidad de los componentes (ya no los actuales, sino los de la época) y otra, el onmipresente defecto de diseño, parece que hubo diferentes equipos de trabajo desarrollando diferentes partes y órganos del coche, y luego "los mezclaron" todo de la forma menos ordenada y sin pensar, siquiera, que en algún momento habría que reparar o sustituir algo....
Sólo así, se puede entender la presencia de algunas aberraciones:
- un filtro de aceite en la parte alta más visible del motor, que al quitarlo, encharca de aceite los frenos
- un sistema de calefacción/aireación con tornillería de fijación oculta, que estorba a la menor intervención de mantenimiento de los frenos delanteros
- una membrana flexible de goma que siempre está llena del indispensable LHM para los frenos y la suspensión, y que el mero hecho de comprobar su estado o proceder a sustituir conlleva una mañana entera de un domingo en desmontar el morro y la parte delantera del chasis.... y un domingo entero el recolocar y cuadrar esa parte del chasis y del morro en su sitio (y lo he hecho ya 10 veces)
- unos silenblocks o soportes de motor que son imposibles de acceder para sustituir o revisar, con el motor puesto en su sitio, por el mero hecho de colocar uno de los tres tornillos de fijación a su soporte justo enfrente del disco de freno, pudiendo haber sido colocado 10mm a un lado o a otro
- un sistema de escape con más vueltas, uniones y curvas que la carretera que sube al Pico Veleta, y que para sustituir o recolocar en su sitio, obliga a desarmar, como no, el morro delantero e incluso el chasis, dependiendo del tramo de escape a cambiar
- un alternador sin aspas de refrigeración y colocado en la parte donde más calor hay dentro del hueco del motor
- un radiador de aceite colocado de forma horizontal y hacia arriba, sin toma directa del caudal del aire fresco del morro, y con una salida del poco aire que lo atraviesa enrevesada, antinatural y de la peor forma posible
- un sistema de tubos y conducciones de líquido LHM que al mínimo fallo, antes de caer al suelo, bañan y deterioran cualquier silenblock de suspensión, del motor, o de cualquier otra cosa de goma
- una calidad peor que la china más barata en las roscas metálicas de multitud de la tornillería fija, que además, es de paso 7x100
- un sistema de calefacción que toma las calorías del escape y de las culatas, en el hueco del motor, con lo que cualquier pequeño poro en el escape o cualquier rezume de aceite o cualquier otro olor del motor, pasa a intoxicar a sus ocupantes
- un sistema de desagüe del aceite que circula por las culatas, que confía en la estanquidad de unas ridículas juntas de goma que literalmente se fríen en contacto con el aceite caliente
Y lo que más me enfada, como profundo conocedor de otros modelos Citroën más antiguos, es que multitud de estos defectos de diseño que presenta el GS-GSA no se dán (o están resueltos) en esos otros Citroën, de forma sencilla, o lógica, o magistral, o las tres a la vez.
En sus primeros años de vida, la comodidad y prestaciones de estos coches pesaban más en el público que la dificultad de su mantenimiento.
Pero cuando el modelo superó los 10-15 años de vida, ya no era tan moderno y tan superior en comodidad en relación a la competencia.
La bola de nieve del coste de las reparaciones empezó a crecer, la mala fama entre propietarios y talleres fue creciendo exponencialmente y prácticamente todas las unidades se fueron al desguace.
Yo ya conté al principio del hilo que el que tuvimos en casa hizo poco más de 100.000 kms, con bastantes visitas al taller.
Así que sólo han sobrevivido algunas unidades privilegiadas por la campana de Gauss de la estadística y, posiblemente, por la tolerancia de sus dueños a esas "rarezas" del mantenimiento